La Sibila es una empresa cultural de base tecnológica fundada en Rota (Cádiz) en 2015 por Abel Martín-Bejarano y Eduardo Galnares. La plataforma aplica las nuevas tecnologías de la información y comunicación para la dinamización de los recursos culturales, a partir de sistemas que permiten la interpretación, musealización o digitalización del patrimonio cultural. De esta forma, se ofrece al visitiante un alto grado de innovación.
Además, La Sibila desarrolla proyectos aplicados al patrimonio arqueológico, histórico, artístico, etnológico, natural, o industrial de forma integral, desde un enfoque multidisciplinar, que se refleja en el trabajo y colaboración del equipo de profesionales y especialistas involucrados. La empresa actúa sobre gran diversidad de campos y actividades como monumentos, museos, entornos urbanos o ciudades, propiciando además la generación de sinergias. Al mismo timepo, proporciona asesoramiento y servicio profesional a todo tipo de organismos y empresas tanto públicas como privadas.
DESARROLLO Y OBJETIVOS
La Sibila se benefició del programa atrEBT! 2012 de la Universidad de Cádiz, donde fueron premiados en la Fase de Ideas de Empresa por su proyecto para Baelo Claudia. En ese mismo año,se integraron en el Programa Minerva, promovido por la Junta de Andalucía y Vodafone España. aunque hasta ahora La Sibila se ha autofinanciado, la empresa ha participado en el II Foro de Inversión Minerva, organizado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía y Vodafone España.
De momento, solo han trabajado en Andalucía, aunque están buscando desarrollar proyectos para cualquier otro Espacio Cultural relevante, independientemente de su localización. Su intención es seguir abordando el conjunto de su actividad desde el conocimiento y respeto al Patrimonio Cultural y los valores Sociales que representa, pero también desde los valores de veracidad, el rigor histórico y la investigación, entendiendo que la calidad de las reconstrucciones no reside únicamente en la espectacularidad de las imágenes, sino en el carácter científico de las mismas y en su eficacia para trasladar el mensaje, los valores sociales y culturales de nuestro Patrimonio, al usuario.