Las scaleups representan el 8% del ecosistema, tocaron techo en 2021 y dejan señales inquietantes en lo que va de año
Podría decirse que la scaleup describe en gran medida el vigor de un ecosistema. Se trata de startups que dejan atrás la fase de garaje y laboratorio y operan en el mercado con el aval del cliente y/o el consumidor, de ahí que la definición oficial establezca que han de facturar al menos un millón de euros al año. La scaleup equivaldría en la esfera tecnológica a esa poderosa pyme alemana con 200 empleados de media y más de la mitad de sus ingresos procedentes de las exportaciones. Cuantas más haya, más potente será el músculo emprendedor español y mejor su posicionamiento como hub de la innovación.
Las estadísticas de El Referente contabilizan en la actualidad 460 scaleups en España sobre un total de 5.711 empresas (incluyendo a startups y unicornios), un 8,17% del total. Parece una cuña modesta cuando en realidad genera 37.870puestos de trabajo, con un promedio de plantilla por compañía de 83 profesionales.
El flujo de nacimientos y defunciones de scaleups se adapta como una pegatina a la temperatura de los mercados, invariablemente al alza entre 2010 y 2021 y sometidos a una fuerte corrección a raíz del VC winter. Si 2021 fue el año donde se batieron todas las marcas de captación de inversiones (4.256 millones), también fue testigo de la aparición de 739 scaleups, aunque en el mismo periodo cerraron 73. Desde entonces, la curva traza una línea descendente que arranca en 2022 (530 scaleups), se agrava en 2023 (353) y no deja buenas sensaciones en lo que va de 2024 (18).
Por verticales, el top 10 con más scaleups lo componen en España SaaS (72), ehealth (45), insurtech (41), fintech (37), proptech (34), energía (30), movilidad (29), foodtech (28), edtech (27) y servicios (27). Llama la atención que una tecnología tan en boga y tan transversal como la inteligencia artificial no se cuele en ese club premium (22), salvo que se añada la derivada del machine learning, en cuyo caso el conteo final ascendería a 27 empresas.
Que el umbral mínimo de la scaleup se fije en el millón de facturación no significa que ahí se pare la maquinaria del negocio. De hecho, la realidad es muy variada, con 179 compañías que ingresan al año entre uno y dos millones, 76 que están entre dos y tres millones, 93 que oscilan entre tres y cinco y otras 47 que declaran entre cinco y diez. Son los segmentos más poblados de un ecosistema dentro del ecosistema donde las cifras por encima de los diez millones quedan en manos de una minoría.
Por regiones, las más prolíficas son Comunidad de Madrid (160), Cataluña (119), Comunidad Valenciana (57) y Andalucía (50). En la parte baja de la clasificación se sitúan Navarra (4), Extremadura (3), Asturias (3), Canarias (2), La Rioja (2) y Cantabria (1). Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no aportan ninguna compañía al listado.
Respecto a la brecha de género, muy acusada todavía en el ecosistema, de los 868 fundadores implicados en las 456 scaleups operativas hoy en el país, 753 son hombres (el 86,75%) y 115 mujeres.
Entre los nombres de esta clase media-alta del emprendimiento tecnológico sobresalen, en función del nivel de facturación, Seedtag, la firma madrileña de publicidad contextual; la malagueña Freepik, especializada en bancos de imágenes y recursos gráficos; la barcelonesa Paack (logística), muy activa últimamente en lo que a rondas respecta; la edtech Lingokids (Madrid); las foodtech Heura (Barcelona) y CrowdFarming (Madrid); Holaluz (Barcelona), la comercializadora de energías eléctrica procedente de renovables; y otro player de la logística, Trucksters (Madrid).