Nueve retos que deben afrontar las empresas fintech para llegar al usuario
La irrupción del sector Fintech está suponiendo la transformación de sectores tradicionales como la banca, así como la aparición de nuevos servicios innovadores que afectan al pago por móvil, las transferencias, los créditos o la gestión de activos, entre otros.
La eclosión de servicios liderados por entidades bancarias o por compañías de nueva creación es una realidad. Sin embargo, llegar al usuario es una asignatura pendiente en esta revolución. mooverang, el gestor de la economía personal respaldado por OCU, ha identificado nueve retos a los que deben enfrentarse los players del sector Fintech para acercarse un poco más a los usuarios.
- Ganar la confianza del usuario: a cada evolución tecnológica le llega su dosis de desconfianza por parte de los usuarios. El dinero es una cosa seria y no se cambian los hábitos de un día para otro. Realizar compras en Internet pagando con tarjeta de crédito, realizar transacciones desde la web de su banco, abrir una cuenta corriente en un banco sin oficinas… todos estos pasos tardan en ganar la confianza de los consumidores. Lo mismo pasa con los servicios Fintech que se basan en lo digital y lo móvil para prestar sus servicios. Aunque la tendencia está cambiando y se van superando las barreras, queda todavía mucho para que las Fintech se conviertan en servicios de consumo de masas. Aquí la generación Z, los jóvenes que tienen ahora menos de 23 años y que han nacido en un mundo digitalizado, serán los que adoptarán a gran escala estos nuevos servicios convirtiéndolos poco a poco en algo normalizado.
- Seguridad tecnológica y emocional: la seguridad es un elemento primordial y nada es demasiado en este ámbito para tranquilizar al usuario y garantizar la seguridad de su dinero y de sus datos. Pero el tema de la seguridad no solo abarca el plano tecnológico sino que hay una parte emocional que también hay que tratar. Los usuarios desconfían de lo que es nuevo y desconocido y es algo con que las empresas Fintech tienen que vivir. No basta entonces con implementar altos niveles de seguridad, es necesario ser pedagógico y ser capaz de explicar al usuario los riesgos, si los hay, y qué se ha hecho para eliminarlos.
- Simplicidad: los temas financieros siempre han sido percibidos como algo complejo por los usuarios y los bancos tradicionales han lanzado en el mercado productos cada vez más difíciles de entender. Los usuarios buscan alternativas basadas en la sencillez de utilización. El hecho de que muchos servicios se presten en móvil ya es en sí toda una declaración de intenciones. Los usuarios quieren servicios simples, rápidos y adaptados a su modo de vida.
- Transparencia: es un elemento fundamental que debe estar en el ADN de toda empresa Fintech. Es algo que los usuarios están buscando, que no tienen los bancos tradicionales muchas veces tachados de opacidad y complejidad. Los nuevos modelos deben ser transparentes, fáciles de entender por parte de los usuarios, sin letra pequeña, sin clausulas abusivas, sin costes escondidos. La transparencia es un elemento clave para una adopción a gran escala.
- Ofrecer garantía de marca: llegar al mundo Fintech con una marca completamente desconocida cuesta. Por ello, las empresas y proyectos deben ganar posicionamiento de marca. Contar con el respaldo de una organización de consumidores o estar auspiciado por una marca conocida es una garantía para los usuarios. Las Fintech que parten de cero tienen un largo recorrido de reconocimiento de marca para aportar la seguridad y confianza que necesita el usuario. Conseguir que la oferta vaya más allá de un simple producto tecnológico y lograr construir una marca a la que los usuarios quieran pertenecer es lo que hará la diferencia.
- Facilitar la vida a los usuarios: es importante conseguir aportar valor. Ofrecer un servicio útil y sencillo al usuario y proponer un producto o un servicio que tenga un valor añadido real y no sea sólo una copia de lo que hacen los bancos. Trabajar la diferenciación (tanto con los bancos como con las otras Fintech) es primordial para que el usuario decida cambiarse a una empresa Fintech para ciertas operaciones.
- Adaptarse a la regulación: el sector financiero es un sector regulado y las empresas Fintech tienen que integrarse dentro del marco regulatorio existente aunque éste cambie. Por ejemplo, la futura Directiva Europea de Servicios de Pago (DSP2) obligará a las empresas Fintech nativas y a las entidades financieras tradicionales a jugar en un contexto regulatorio diferente al conocido hasta ahora favoreciendo la colaboración entre ambas. Adaptar la oferta de servicios a la nueva normativa será un reto para todos los jugadores del sector.
- Conseguir que los pagos a través del móvil se perciban tan seguros como a través de la web: el sector debe evitar las fricciones en el pago por móvil y hacer realidad que los pagos entre personas sean una tendencia, además de algo sencillo, rápido y manejable. La compatibilidad de las soluciones entre los diferentes dispositivos móviles del mercado es clave como su adopción a larga escala por parte de los comercios.
- Romper con la relación amor-odio entre entidades bancarias y empresas Fintech: aunque parecen enfrentarse, ambos sectores están hechos para colaborar porque tienen intereses comunes. Los bancos tienen que estar cerca de las nuevas formas de hacer las cosas y acompañar al movimiento Fintech de manera proactiva. La colaboración será clave en los próximos años, especialmente teniendo en cuenta la aprobación de la Directiva Europea de Servicios de Pago (DSP2).
“Los proyectos españoles de Fintech tienen un largo camino por recorrer y los retos a los que se enfrenta el sector a largo plazo son muy motivadores, ya que, en unos años, veremos a un usuario confiado y adaptado a las nuevas formas de gestionar su economía. Ofrecer servicios de valor añadido y generar un ecosistema de convivencia entre empresas Fintech y banca marcarán la pauta de los próximos años”, ha comentado Alexandre Lima, Executive Manager de mooverang.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.