“Somos un fondo de impacto que se centra en crear altos retornos para nuestros inversores, así como en la sociedad y el planeta”

LUMO Labs es una las firmas de capital de riesgo más destacadas de los Países Bajos. Desde 2016 invierte en startups y empresas tech tanto de Holanda como de otros ecosistemas europeos, y además lo hace en múltiples etapas (desde las fases más tempranas hasta series A). Su objetivo es impulsar proyectos de impacto con un programa de coaching diseñado para los equipos fundadores y con el foco puesto en empresas que trabajen y desarrollen tecnología puntera: IA/datos, blockchain, IoT, VR/AR, ciberseguridad, etc.

A comienzos de septiembre, LUMO Labs anunció su llegada a España, donde espera dar salida a parte de su fondo de 100 millones de euros y llevar al siguiente nivel a startups del ecosistema que generen un impacto positivo, tanto en el ámbito social como en el medioambiental. Para esta nueva aventura cuentan con Jorge Blasco, que ingresa como socio en la firma para aportar su experiencia y conocimiento del sur de Europa y más concretamente de España, país que jugará un rol clave como región principal en la estrategia del fondo. Con Blasco hemos hablado para conocer un poco mejor los planes y la filosofía de LUMO Labs.

¿Por qué habéis decidido empezar a invertir en España?

Durante los últimos 4 años, con nuestro fondo anterior, LUMO, hemos analizado compañías de toda Europa. Estudiábamos de dónde procedían las propuestas de mejor calidad en relación con nuestro enfoque de inversión en tecnologías emergentes y disruptivas (IA, datos, Blockchain, IoT, AR/VR y seguridad digital) para resolver retos sociales y medioambientales dentro de los siguientes objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU: salud y bienestar, educación de calidad, ciudades sostenibles y acción por el clima.

Una de las conclusiones extraídas fue que el mercado español tiene una cantidad sustancial de startups tecnológicas de alto potencial que están dentro de nuestro foco y por ello, tuvimos claro que podemos contribuir positivamente en dicho mercado.

¿En qué os diferenciáis de otros fondos del mismo sector que ya operan aquí?

En primer lugar, somos un fondo de impacto que se centra en crear altos retornos para nuestros inversores, así como en la sociedad y el planeta. Por supuesto que no somos el único fondo de capital riesgo de impacto en España, pero en comparación con otros países, aquí el número de fondos de esta naturaleza es todavía bastante limitado.

En cuanto a las startups, nos diferenciamos por nuestro programa de coaching personalizado para los fundadores, que se basa en la experiencia de los socios de LUMO, quienes a su vez fueron emprendedores tecnológicos. Este programa se basa en cuatro pilares: liderazgo excelente, product-market-fit, marketing y storytelling, y follow-on investment. Tiene muy buena acogida entre los fundadores del portfolio actual. También se nos conoce por ir más allá y ser actores activos del ecosistema, con una amplia red de contactos internacional que abrimos a nuestras participadas.

Por último, nos hemos dado cuenta de que el tamaño medio de nuestro ticket es más alto de lo que las startups están acostumbradas a recibir en el mercado español, por lo que estas tienen más fondos disponibles para crecer y competir globalmente en su etapa inicial.

¿Qué destacaríais de este ecosistema?

Dentro del ámbito en el que invertimos, vemos que en España y Portugal hay mucha gente joven que se atreve a dar el paso de emprender y que, desde un principio, quieren crear impacto. Los fundadores están abiertos a aprender y crecer, y esta actitud es muy relevante para nosotros.

Hay muchos hubs temáticos de impacto interesantes y eventos de buena calidad como 4YFN en Barcelona y Valencia Digital Summit, donde podemos identificar con bastante facilidad a potenciales compañías dentro de nuestro foco.

Además, lo que muchos fondos internacionales no ven es que el mercado latino, si incluimos América Central y del Sur, es enorme. Allí también se puede conseguir un gran impacto.

LUMO llegó a la conclusión de que la presencia local es esencial para tener acceso a la red y a las mejores ofertas. Estoy feliz y orgulloso de ser el socio representante de LUMO en esta región.

¿Por qué esa presencia se articula mediante vuestro nuevo fondo LUMO Rise Fund?

En julio anunciamos nuestro segundo fondo de 100 millones de euros, que es bastante mayor que el fondo inicial. Para poder invertir el dinero en los próximos años necesitábamos ampliar la región en la que invertimos. Podemos invertir en toda Europa, pero tenemos un enfoque más proactivo en países como España.

¿A qué se debe que este vehículo se centre en startups sostenibles?

Hay muchos retos hoy en el mundo, tanto sociales como medioambientales. En nuestra opinión, sería irresponsable centrarse sólo en la rentabilidad financiera sabiendo a qué desafíos globales nos enfrentamos y viendo la polarización que se está produciendo. Esta es la razón por la que LUMO, desde el principio de su existencia, se propuso como misión apoyar e invertir únicamente en startups con impacto, que sean sostenibles y a la vez financieramente atractivas. Para que el fondo LUMO persista en el tiempo, es obvio que necesitamos proporcionar a los inversores un retorno interesante.

De momento, las áreas de trabajo son salud, educación y ciudades sostenibles. ¿Por qué? ¿Qué ventajas tiene ser tan específicos?

En realidad, con nuestro segundo fondo añadimos el ODS de la ONU Acción por el Clima a este enfoque, donde tengo que mencionar que nos centramos en la tecnología climática orientándola hacia el entorno urbano (digamos Ciudades Sostenibles). La razón es que la mayoría de los problemas medioambientales tienen su origen en el lugar donde vivimos y trabajamos. Está muy bien y es necesario limpiar los océanos y eliminar el carbono del cielo, pero si no resolvemos la raíz del problema tendremos que seguir limpiando. Los informes de la ONU y la OMS confirman que nuevas tecnologías como la IA ayudan a acelerar la búsqueda de soluciones y alcanzar en gran medida los ODS.

Así que invertimos para ayudar a resolver mega tendencias como el aumento exponencial de los costes sanitarios y la falta de personal médico, y favorecemos la optimización de la educación según las necesidades actuales mediante el aprendizaje híper personalizado, el micro aprendizaje y el aprendizaje permanente.

La ventaja de nuestra tesis de inversión es que tenemos muy claro en qué nos gustaría invertir, lo que agiliza nuestro proceso de negociación y nos permite buscar proactivamente empresas emergentes con tecnologías y productos concretos donde sabemos que habrá una demanda. Además, como equipo de LUMO, nos convertimos cada vez más en smart-capital para nuestro portfolio, ya que nos centramos activamente en estos temas y conseguimos ser expertos en ellos.

Ampliaréis vuestro foco geográfico a Portugal, pero ¿en qué regiones estáis presentes hasta ahora?

Con el fondo inicial nos centramos proactivamente en inversiones en los Países Bajos, Bélgica y Alemania. Con ese fondo ya realizamos una inversión en una empresa con sede en Barcelona.

Ahora, con LUMO Rise Fund, añadimos los países nórdicos y bálticos, España y Portugal a nuestro enfoque proactivo, con equipo específico en ambas regiones.

¿Cómo ha avanzado, mejorado y cambiado LUMO desde su nacimiento en 2016?

LUMO ha pasado de ser un inversor ángel, fundado por Andy Lürling y Sven Bakkes tras vender su empresa, a ser un pequeño fondo de capital riesgo regional y ahora un fondo de capital riesgo europeo. Con el crecimiento del capital y la incorporación de miembros al equipo, el fondo se ha profesionalizado desde el principio hasta convertirse en una organización bien estructurada. La visión, la misión y el entusiasmo de LUMO han estado presentes desde sus primeros pasos.

Además de este nuevo fondo, ¿qué otras metas tenéis para 2024?

Nuestro objetivo es convertirnos en un socio aún más relevante para todos nuestros stakeholders y ser capaces de actuar decididamente en esta región, tal y como hicimos antes en esas otras áreas en las que ya teníamos presencia.

Dejemos claro que los fundadores de las startups son los verdaderos héroes e introducen las innovaciones; nuestro papel es apoyarles financieramente y con nuestra experiencia, conocimientos y red de contactos. Pero nos encantaría ver más startups prósperas resolviendo retos en la gestión del agua, la transición energética, los edificios circulares, la movilidad urbana, la participación ciudadana, el aprendizaje permanente y las herramientas de prevención sanitaria. La solución para nuestro sistema sanitario es pasar de la curación a la prevención y esto es cada vez más factible gracias a la IA, en combinación con dispositivos inteligentes y los resultados de todo tipo de investigaciones.

¿Por qué animaríais a las startups a pasar por vuestro programa de financiación y acompañamiento?

Sólo invertimos si nos consideramos smart capital para una startup. Esto significa que podemos apoyar a los fundadores para hacer crecer su empresa en una organización inclusiva, de impacto y rentable. Dado que los socios fundadores, y la mayor parte del equipo de LUMO y sus venture advisors, son emprendedores con mucha experiencia, entienden muy bien el proceso y la montaña rusa emocional de una empresa emergente y su crecimiento. Vemos que este bagaje crea un vínculo y una confianza única con la mayoría de los fundadores, lo que facilita la transferencia de conocimientos. Los socios fundadores del fondo echaban de menos este enfoque durante sus años como emprendedores y por eso crearon el programa.

¿Dónde os veis de aquí a cinco años?

En cinco años, LUMO pretende haber invertido en una horquilla de entre 30 y 35 startups de alto potencial e impacto, algunas de las cuales ya se habrán convertido en scaleups. En general, aún es demasiado pronto para cosechar exits de las inversiones españolas y portuguesas, pero sin duda nos gustaría considerar esta opción en el futuro.

Nuestro objetivo para los próximos años es continuar con la consolidación de la operativa en Europa y demostrar que somos un fondo de capital riesgo que ha aportado valor añadido al ecosistema español y portugués. Estaremos levantando nuestro próximo fondo para entonces y mi objetivo personal es acreditar la oportunidad de inversión en el sur de Europa y que la sede del nuevo fondo esté en España, con parte del equipo invirtiendo desde aquí.