La inversión de impacto, una fórmula innovadora para los inversores
Las nuevas generaciones no quieren comprar en empresas irrespetuosas, no hay otra manera de retener el talento sino es a través de compañías con propósitos
"A nadie le queda duda que, de momento, el emprendimiento social es un nicho. Pero está creciendo y eso se percibe en la demanda, la intermediación y la oferta. Ahora toca trabajar todos juntos para convertirlo en mainstream". Así daba inicio Xavier Pont, cofundador de Ship2B, a un debate sobre la inversión de impacto en el marco del VI S2B Impact Forum, el evento de referencia de la economía de impacto en España.
Un debate en el que se remarcó la importancia de involucrar a todos los actores en el impulso de la economía de impacto. Pont recuerda como hace unos años "JP Morgan vaticinaba que la inversión de impacto será el nuevo capital riesgo del siglo XXI, y pasará de unos activos totales de 45.000 millones de dólares a 1 billón de dólares en la próxima década". Actualmente, recordó Pont, "la inversion de impacto se está convirtiendo en un activo más de las carteras patrimoniales de muchos gestores, ya que tiene correlaciones interesantes con otro tipo de activos y es una fórmula innovadora para determinados inversores".
En la mesa participaron algunos profesionales como Manuel Lencero, de UnLtd Spain; Virginia Sánchez, de SocialNest; Antonio González, de Impact Hub; y José Moncada, de La Bolsa Social, como representantes de un ecosistema que trabaja para potenciar la economía de impacto. A juicio de Lencero, la sociedad está siendo espectadora de "una revolución, que hasta hace poco era tecnológica pero que, para mi, ahora es la revolución del impacto".
El CEO de UnLtd Spain añadió que "esto que hasta hace poco era una rareza, será lo normal en los próximos años. Hay una corriente emergente imparable. El usuario lo está demandando, las nuevas generaciones no quieren comprar en empresas irrespetuosas, no hay otra manera de retener el talento sino es a través de compañías con propósitos… Así que el impacto es el nuevo paradigma, la nueva manera de hacer de las compañías".
Y aún va más allá, la pregunta es por tanto, será "¿Cuál es el futuro de nuestras compañías? Desaparecer, porque no harán falta aceleradoras ni inversoras de impacto, las empresas serán todas de impacto. Lo extraño o extraordinario serán aquellas compañías que no lo generen”, quiso añadir.
CONSOLIDACIÓN EN EL ECOSISTEMA
Por su parte, Antonio González remarcó lo interesante de celebrar “el momento en el que estamos porque el ecosistema, en estos 10 últimos años, ha tenido una larga trayectoria y ahora empieza a burbujear”. Pero también adviertió que "debemos consolidarnos. Creo que estamos en un momento donde parece que esto se mueve, pero todavía tenemos que conseguir que los fondos de inversión se cierren, que la demanda de capital se amplíe, que los espacios y el ecosistema tomen fuerza".
Lo interesante sería, por tanto, "pasar de una economía de la escasez, que es la que hemos estado viviendo hasta ahora, a una economía de la abundancia, donde esto se convierta efectivamente en un elemento de mainstream", insistió González.
El CEO de Impact Hub también reclamó "repensar el concepto de emprendimiento social", desde una perspectiva más amplia e incluir en el funnel a muchos otros actores. Desde su punto de vista, explicó que "hemos venido trabajando con la imagen del súper emprendedor social y creo que hay mucha gente que está haciendo negocio y que realmente tiene mucho que decir en el mundo del impacto, pero que no se siente identificado con ese adjetivo. Tenemos que atraerles".
Sobre esa necesidad de apertura insistió también José Moncada, de La Bolsa Social, "Es un punto clave el de abrir el concepto e integrar a aquellos emprendedores que a lo mejor no se ponen el apellido de impacto porque no lo entienden o les parece todavía una cosa un poco rara".
Pero Moncada le puso algunos límites, ya que consideró que "no debemos olvidar que no podemos perder la misión, lo que significa que una empresa sea de impacto. No podemos abrir mucho el abanico y terminar perdiendo la esencia del concepto".
El CEO de La Bolsa Social también apuntó a que desde el punto de vista de la inversión "también debemos ser estratégicos, invertir en el ecosistema en fases iniciales. Se dice que en España es más fácil levantar 10 millones que 100.000 euros, pero es que es ahí donde está nuestro ecosistema. Empieza a haber empresas más maduras, pero no podemos dejar de apostar por fases más semillas que luego van a generar las grandes empresas de impacto".
EL CONSUMIDOR COMO IMPULSOR
Virginia Sánchez, de SocialNest, recuperó la idea del consumidor como impulsor de las empresas de impacto. “A los millennials les preocupa más el propósito que el producto o servicio, con lo cual las empresas, todas, tendrán que acabar siendo de impacto. Esto nos sitúa en el inicio de una ola que va a ser mucho más grande". A la idea de que el sector pueda entrar en una burbuja, Sánchez aseguró que "aún somos muy pequeños y, además, tenemos que aplicarnos nuestra propia medicina, ¿apostamos por la sostenibilidad? Pues tengamos un crecimiento sostenible y hagamos las cosas bien desde el principio".
La responsable de SocialNest remarcó la importancia, en este contexto, de empezar midiendo el impacto porque "si no se mide no se puede mejorar y debemos trabajar para que la economía de impacto sea una realidad y encontrar casos de éxito que nos respalden". Por ello, destaca la importancia de que los proyectos de impacto social o medioambiental compitan en el mercado al mismo nivel que las empresas tradicionales.
Xavier Pont hace énfasis en esa idea, es importante evaluar y medir el impacto social, "que es una cuestión muy compleja y para la cual ya empiezan a existir determinados estándares internacionales". "Ese es uno de los puntos que ayudará a ganar credibilidad y posicionarse en el mercado al mismo nivel que las empresas tradicionales", remarca el cofundador de Ship2B.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.