No te descubro nada si te digo que el investor deck es la herramienta más importante para abrir la puerta al inversor. Es lo primero que se encuentra y con lo que transmites la buena oportunidad de inversión de tu startup. Pero muchas veces el inversor no llega a ver la oportunidad de inversión, ya que descarta el deck de primeras, ¿por qué? Fundamentalmente por dos motivos:
1. El deck está desalineado con la tesis de inversión.
Este motivo requiere de poca explicación, puedes tener un buen deck de inversión, que muestra una oportunidad muy clara, pero no dirigida al inversor adecuado.
2. El deck no presenta la información de forma adecuada.
Este punto es más importante de lo que pueda parecer, porque el cómo se presente dice mucho a los inversores acerca del emprendedor. Estamos en un momento muy maduro, en el que el inversor está acostumbrado a recibir un deck de inversión con un tipo de formato muy estandarizado. El no tomar el tiempo necesario para plasmar correctamente esa información al investor deck, le indica al inversor que no has tomado el tiempo necesario y que probablemente no vais a trabajar bien conjuntamente.
Y no sólo eso, la forma también importa. Lourdes Álvarez de Toledo de JME me comentaba que “los proyectos inevitablemente entran por los ojos y sólo nos reunimos con una pequeña parte de los proyectos que analizamos... en ese sentido el contenido y la forma son fundamentales”.
Pero esto tiene una lectura muy positiva para muchos emprendedores, y que me comentaba Ignacio Fonts de Inveready: “En esta industria nos hemos dotado de un lenguaje y de una manera de hacer, y es mucho más fácil trabajar con empresas que lo conocen que con las que no. Es decir, apreciamos mucho los decks bien hechos”.
Y no de primeras, pero a la larga el efecto es el mismo, llega la tercera gran causa de descarte:
3. El deck no logra captar la atención del inversor.
La realidad es que aunque hay descartes inmediatos, el ecosistema ha madurado mucho, y actualmente, como dice Sonia Fernández de Kibo, “la mayoría de los decks son muy buenos”. En ese punto, lo que marca la diferencia claramente es el análisis, y sobre todo, el tiempo que tiene un inversor para analizar un pitch deck, que sigue siendo escaso. La realidad es que el scope de atención que va a tener el inversor para un deck, “probablemente vaya a ser de muy poquitos minutos, a veces unos segundos, en diagonal” tal y como cita Jorge Dobón de Demium (por cierto, Docsend cifra en unos 220 segundos el tiempo que dedica de media un inversor a analizar un cuaderno de inversión).
Entonces, ¿qué es lo que puede marcar la diferencia cuando todos los decks son muy buenos? Que cada slide le diga exactamente al inversor lo que quiere ver para que llegue hasta el final. Por tanto, que sean los que invierten en startups los que te digan qué es lo que quieren ver en cada aspecto crítico del deck de inversión.
A través de las conversaciones con Sonia Fernández (Kibo), Ignacio Fonts (Inveready), Rocío Pillado (Adara), Lourdes Álvarez de Toledo (JME), René De Jong, Jorge Dobón (Demium), Enrique Penichet (Draper B1), Gonzalo Tradacete (Faraday), Jesús Alonso Gallo, Javier Villaseca (Sego Finance) y Verónica Trapa (Swanlaab) apuntalarás tu deck.