“Ir a trabajar”, “acudir a clase, o “visitar al médico” son actos cotidianos que indican la necesidad de moverse de un lugar a otro, sin embargo, la actual situación nos ha demostrado empíricamente que, en un alto porcentaje, estas actividades cotidianas pueden también ser accesibles desde la distancia a través de la tecnología correspondiente sin que por ello su resultado final se vea mermado.
La combinación de factores demográficos (alta densidad demográfica en determinados núcleos), la intensidad del tráfico de las grandes urbes, o la mala calidad del aire, son solo algunas de las circunstancias que están provocando cambios en el modelo tradicional de movilidad. Con un e-commerce cada vez más desarrollado, con zonas despobladas que empiezan a ofrecer posibilidades para conciliar vida personal y profesional, con soluciones logísticas cada vez más sofisticadas (flotas de vehículos más adaptados al medio ambiente y a la nueva morfología de las ciudades) es evidente que “todo lo que se mueve”, se moverá pero de forma diferente.
Al margen de la situación que estamos viviendo, el que un vehículo particular pase de media más del 90% de su vida útil aparcado o el que haya más de 1,35 millones de personas que fallezcan anualmente en el mundo por accidentes de tráfico (y donde cerca de un 90% de las mismas se debe al factor humano), son cifras que difícilmente se pueden seguir justificando ni desde el punto de vista de sostenibilidad ni desde el de la seguridad; y más teniendo en cuenta el grado de avance tecnológico en el que nos encontramos (ejemplo de ello es nuestro compromiso en AXA con la Plataforma Ponle Freno y su objetivo de 0 víctimas mortales en carretera).
Desde hace ya al menos un lustro, en el ámbito del sector asegurador en general, y desde el insurtech en particular, se tiene consciencia de la necesidad de nuevos modelos de seguros. Desde AXA Opensurance somos testigos de la necesidad de diseñar seguros para nuevos patrones de movilidad de las personas. Nuevos seguros ideados / impulsados por emprendedores y startups, lo cual supone todo un reto para el mundo asegurador tradicional que ha de desarrollar modelos de protección de la movilidad que, además de innovadores por su mayor eficiencia y sostenibilidad, demuestren ser más seguros.
Diseñar seguros que protejan a las personas, independientemente del vehículo en el que se muevan, incentivar a los mejores conductores y convertirlos en referentes para el resto de la sociedad o darles la capacidad de activar/desactivar coberturas en función del uso que se le dé a un vehículo, son sólo algunas de las líneas en las que ya trabajamos para llevar el seguro al siguiente nivel y estar a la altura de la nueva movilidad que nace ya conectada.
Afortunadamente los seres humanos nos seguiremos moviendo para aquello que consideremos oportuno, y gracias al impulso de emprendedores y startups, que constantemente son capaces de anticiparse a nuestras necesidades y de exprimir al máximo la tecnología, lo haremos de forma más sostenible y segura.