La ambición de convertir a España en un “Hub de innovación y digitalización” está cada vez más cerca. El pasado 10 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de la ya conocida como “Ley de startups” (Anteproyecto de Ley del ecosistema de empresas emergentes), la cual ha venido siendo un reclamo del ecosistema emprendedor español desde hace ya varios años. Con la futura ley se pretende introducir un conjunto de medidas y paquete de inversión para convertir a España en Nación Emprendedora, adaptarla al dinamismo del ecosistema de manera sostenible y abierta, y preparar el cambio de la estructura productiva del país pensando en las generaciones futuras.
¿Por qué es tan importante la aprobación de la Ley de startups? La económica digital es el gran protagonista económico mundial, la tecnología y digitalización seguirán siendo una tendencia a futuro, la competencia internacional es cada vez más acelerada y, por tanto, España se encuentra frente al reto de adaptarse al nuevo mercado mundial. Aprovechar el tren de la oportunidad, España cuenta con una ventaja competitiva al situarse dentro de ránquines internacionales como un país especialmente atractivo para la innovación y digitalización, con ecosistemas tan importantes como Madrid y Barcelona, más otros emergentes tales como Valencia y Málaga. Por tanto, adaptar el marco regulatorio y otras medidas de carácter estratégico permitirán alcanzar un siguiente nivel partiendo de una situación de ventaja.
En los últimos años, países como Portugal, Francia y Alemania han venido adoptando una fuerte batería de medidas en este sentido, haciendo cada vez más notoria la tendencia hacia la competitividad en naciones emprendedoras y, por tanto, cada vez más urgente la necesidad de adaptar el entorno regulatorio hacia las nuevas necesidades de competitividad y convertirlo en lo suficientemente potente como para atraer inversión, talento y dirigirla a nuevas necesidades estratégicas. Con este Anteproyecto de ley, el ejecutivo estaría sentando las bases para una potente estrategia nacional de innovación que convertiría al país en una auténtica Nación Emprendedora, y que permitiría atraer inversión internacional y repatriar parte del talento clave perdido desde los años de la crisis económica, especialmente en la era post COVID donde el entorno ha cambiado y la digitalización y competencia tecnológica ya no se hace esperar.
¿Qué es una startup? Se llamarán startups a empresas de reciente creación (no más de 5 años o 7 años en sectores de biotecnología, energía e industria), de base tecnológica, innovadoras, con una elevada capacidad de rápido crecimiento, que no hayan repartido dividendos y tengan ingresos de hasta 5 millones de euros, con sede social y la mayoría de los trabajadores en España. ENISA será el organismo encargado de certificar la cualidad de “startup”, al menos, hasta que se constituya la Oficina Nacional del Emprendimiento.
EJASO participó en la consulta pública del Anteproyecto de ley, cuyo texto ha buscado ser consensuado con diversos actores del ecosistema emprendedores. Por ello, la noticia no solo es positiva sino también esperada.
A la espera de su aprobación por el Congreso de Diputados, previsiblemente para verano de 2022, algunos de los cambios que introducirá la nueva Ley, serán:
- Eliminación de cargas burocráticas y aranceles administrativos en la creación de sociedades limitadas (se reducen costes y tiempos de creación).
- Una de las más esperadas es el nuevo tratamiento para las Stock Options, defiriéndose el momento de devengo del impuesto al evento de liquidación y con máximo de 10 años, así como un aumento de la exención de su tributación hasta los 50.000 €. Se esperan también cambios en materia societaria que permitan a una sociedad limitad la adquisición de participaciones en autocartera para destinarlas a planes de incentivos.
- Eliminación del requisito de NIE para inversores extranjeros, pasando a ser suficiente el NIF.
- Se exime durante 3 años de la situación de causa de disolución por pérdidas que generen un desequilibrio patrimonial, partiendo de que ese desequilibrio es inherente a la condición de startup.
- Ventajas en materia de Impuesto de Sociedades, tales como reducción del tipo impositivo durante los primeros 4 ejercicios desde la creación de la startup, así como facilidades para el aplazamiento de deudas tributarias.
- Ventajas fiscales para la inversión de emprendedores y business angels posibilitando deducciones de hasta 100.000 € en la base del IRPF.
- Ventajas para emprendedores en materia de seguridad social, y otro tipo de ventajas fiscales y en trámites de extranjería para la atracción de nómadas digitales.
- Se mejora el tratamiento en el sistema especial de remuneración para gestores de fondos (conocido como carried interest).
Todo apunta a que, en el 2022 cuando finalmente se apruebe el texto del Anteproyecto de ley, nos encontraríamos ante la oportunidad de convertirnos en una auténtica España Nación Emprendedora.