Las 5 razones por las que España no tiene un Silicon Valley
En EEUU el emprendedor está más reconocido que un trabajador medio de una gran empresa
Han pasado solo un par de días desde el final del Global Entrepreneurship Summit, el evento más grande de innovación y startups a nivel mundial, organizado este año en el mismísimo corazón tecnológico del mundo, Silicon Valley donde hemos tenido la oportunidad de representar a España y poder compartir la experiencia con vosotros.
Hay cosas que no te dejan igual, que cambian tu forma de entender el mundo tal y como es.
Cuando compartes momentos con todo el ecosistema que rodea Stanford -inversores, profesores y políticos pero, sobre todo, emprendedores- entendemos que no hay nada fruto de la casualidad, que un entramado así es el resultado de muchas cosas, pero la principal es la actitud hacia el mundo. Cómo se enfrentan a él y cómo luchan por hacer de éste algo mejor y desde luego que siga creando empleo y riqueza.
Los cinco grandes pilares que mueven el Valle:
Admiración hacia el emprendedor. Allí, alguien que toma el riesgo y la iniciativa de montar una startup es alguien que está aún más reconocido que un trabajador medio de una gran empresa. Es una persona con iniciativa, motivación, coraje y dedicación. Son personas que si no alcanzan el éxito se las rifan todas las grandes empresas a pesar de no tener una formación específica para un puesto, porque saben que los valores que representa son algo a inculcar en su empresa. Por desgracia a día de hoy en nuestro país ese emprendedor no sólo no tiene mucho apoyo sino que tampoco muchas alternativas si el proyecto no funciona. Dos variables que son cruciales para que la gente no emprenda.
Cultura de aprendizaje y cultura de equipo. El equipo es lo primero y por él buscan infinitas formas de lograr su felicidad. Flexibilidad horaria, rotaciones permanentes y sobre todo en las empresas no se culpabiliza ni se buscan errores, se aprende de ellos. Evidentemente todos querríamos pensar que hacemos lo mismo, y sí, es cierto que de alguna forma lo hacemos, pero os pondré un ejemplo. Una chica joven, recién entrada en una gran red social y todavía en prácticas empieza a tocar el código de programación para meter novedades que le habían pedido. Todo normal hasta que tiró todos los servidores, la red que conecta a millones de personas a nivel mundial se quedó unos minutos desconectada. Esto hubiera supuesto el mayor de los bochornos en nuestros trabajos, donde la responsabilidad cae de arriba a abajo hasta acabar con la carrera o al menos la progresión de la persona que figura en la parte baja de la pirámide. En esta compañía se la animó, apoyó y lo único que trascendió fue el deseo de remediar los fallos que gracias a esta becaria habían descubierto y podrían solucionar para el futuro. Sin una voz, sin cortar su progresión... quieren a gente trabajadora y cuanto más activo y más inquieto, más fallos se cometen, eso lo llevan en el ADN. Deberíamos perseguir más la pasividad y el miedo, aunque la iniciativa y la proactividad inevitablemente a veces lleve a errores. La cultura del probar y emprender dentro de la misma compañía y no simplemente hacer lo que se espera de nosotros.
La figura del mentor. Y sí, casi no nos sonará o nos parecerá una pérdida de tiempo. Yo lo reconozco, como español y orgulloso, tener una figura cuyo único rol sea sentarse conmigo una vez cada mes/trimestre para analizar todo en lo que he podido fallar siempre me ha parecido poco provechoso. Incluso vergonzante. Que sabrá alguien que no está en mi día a día como hay que hacer las cosas ¿¿no?? ¡Error!
Es increíble oír como a día de hoy Zuckerberg (Facebook), Chesky (AirBnB) y muchos otros siempre han tenido una red de gente que les ha ido corrigiendo, apoyando y guiando a cada paso, incluso ahora cuando son súper líderes de sus respectivas industrias. Una reflexión que deberíamos hacer todos, una dosis de humildad tan necesaria para sacar cualquier negocio adelante y aprender y crecer de experiencias ajenas y que, desde luego, no es sólo aplicable a emprendedores.
Devolver lo que hemos recibido a medida que tenemos éxitos. Fascinante. No hay límites sobre lo que se retroalimenta su sistema y por eso mismo crece exponencialmente cada año. Desde los orígenes con Shockley Semiconductors - considerada la primera empresa de tecnología en la zona, dando origen poco a poco al fenómeno actual de Silicon Valley - todo el mundo presente está obsesionado en devolver un poco de lo que ha logrado. Esto se aplica a puntos como el anterior, grandes genios que sacan tiempo para mentorizar a chavales, con poca o ninguna experiencia pero con ideas y energía, que están comenzando a formar sus propias startups y a los cuales dan ideas, presentan a gente y supervisan los avances en sus proyectos. Por otro lado reinvierten muchas de sus ganancias en fomentar nuevo crecimiento creando Venture Capitals o empresas de inversión con mucha capacidad de asumir riesgo para invertir en que otras pequeñas empresas crezcan y fomenten más aún el clima de emprendimiento e innovación del valle.
Y por fin, y para cerrar otra gran clave que para nosotros, como españoles y casi todos agotados de la pasmosa ineficiencia de sistema político; allí ves como Obama alardea de estar en contacto diario con miles de emprendedores, de reconocer que son el motor del crecimiento americano -y lo son. Dato: El 90% de los nuevos empleos creados en EEUU desde 2008 provienen de empresas con menos de 10 años de vida. Lo que demuestra que la vieja industria, como dice el ya citado presidente de los EEUU, bastante tiene con que sus modelos sobrevivan. Si desde el gobierno no se incentiva el crecimiento y la innovación, las tasas de paro nunca dejarán de crecer a largo plazo.
A su vez es increíble ver cómo centran sus esfuerzos en poner todas las facilidades para ello. Tiene a delegados de gobierno permanentemente reunidos con startups para ver qué pueden hacer por ellas. AirBnB aconseja sobre estrategias de crecimiento internacional y posicionamiento en otros países, Uber sobre la integración de presos en el sistema laboral, Google y Facebook en la remodelación de la propuesta de Obama sobre sanidad publica (rehicieron el portal de healthcare.gov) y así innumerables ejemplos que suenan a utópicos aquí, donde seguimos anclados a los grandes bancos y viejas industrias que si bien generan la mayor parte del PIB actual, no son grandes motores de crecimiento.
Reaccionemos. Tenemos una gran nación. Creadora de talento, llena de iniciativa. Arropemos al emprendedor, invirtamos recursos privados y públicos en ellos y creemos un ecosistema que promueva el riesgo y la creatividad. Y no es todo dinero. Apoyar a vuestro amigo en vez de llamarle loco por empezar algo de cero. Fomentemos que las empresas contraten al emprendedor si no le sale bien su aventura en vez de marginarlo del sistema laboral por haber hecha algo que no salió. Impulsemos y demandemos a los gobiernos que apoyen y fomenten un clima propicio para la innovación, con reformas para que el dinero entre en el sector. Y sobre todo tengamos claro que Silicon Valley es sólo una idea, y que como tal es replicable en cualquier lugar siempre que entre todos pongamos las bases para ello.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.