"Tom Black es una manera de hacer las cosas basada en la experiencia del cliente y en la calidad del producto"

Juan Terrer Reyero tiene 29 años y es el fundador de Tom Black, una empresa de moda masculina a medida centrada en la calidad del producto y en la experiencia del cliente. Tras estudiar Derecho, en 2011 decidió emprender esta aventura en la que apuesta por una atención personalizada y producto cuidado y a gusto de cada consumidor. De esta manera consigue no solo la fidelización de los mismos, sino también que estos hablen de sus prendas y su buen hacer. Su fundador define a esta prometedora startup como "una empresa de moda masculina a medida centrada en la calidad del producto y en la experiencia del cliente".

¿Cómo surge la idea de montar la marca?

Hace cuatro años, en el 2011, comenzamos con una idea diferente basada en un producto de menor calidad y con una atención menos personalizada. A día de hoy es  “una manera de hacer las cosas” basada en la experiencia del cliente y en la calidad del producto.

¿Cuáles son vuestros valores?

Creo firmentemente en el equipo.

¿Qué es lo que ofrece Tom Black que no ofrece vuestra competencia?

Nosotros trabajamos en una manera de hacer las cosas. Cada tienda de Tom Black, no son tiendas como estamos acostumbrados a conocerlo, pues no se encuentran puerta-calle son espacios con diferentes salas donde se atiende al cliente de forma personalizada y así poder conocerle mejor y viceversa.

Por otro lado, el tener un producto a medida de alta calidad tanto en lo que a confección se refiere como a materiales y haber conseguido ofrecérselo al público a un precio asequible en un espacio en el que nos preocupamos por el cliente.  Gracias a esto nuestra publicidad hasta día de hoy ha sido el boca-oreja de los clientes.

¿Toda la ropa es a medida o tenéis prendas por tallas?

Toda la ropa es de confección a medida, hacemos un patrón único para cada cliente.

¿A qué tipo de clientes van destinados vuestros servicios?

Gracias a la capacidad de adaptarnos a cada cliente podemos decir que tenemos un abanico amplio con diferentes edades, profesiones en resumen historias que vienen a nosotros para que les ayudemos a encontrar su prenda perfecta.

¿Por qué decidisteis abriros a un negocio exclusivamente masculino?

Porque en primer lugar creo que lo conozco mejor, y si me paro a pensarlo a día de hoy es más fácil, en el mundo de la mujer hay demasiada competencia.

¿Qué aceptación habéis tenido en el mercado?

Este septiembre hacemos cuatro años y para que la marca gusta, tanto la calidad, el servicio como la manera de transmitirlo. Trabajamos bajo cita previa y tenemos una media de 300 personas citadas al mes.

Todo ello nos ha permitido crecer y llegar a ser hoy 10 empleados.

¿Qué acciones lleváis a cabo para daros a conocer?

Lo que más nos ha ayudado es el boca-oreja que han hecho los clientes, la recomendación. Y por otro lado si que es verdad que hemos aparecido en algunos medios, blogs y demás.

¿Tenéis tienda online? ¿Qué porcentaje de vuestras ventas son digitales?

Sí tenemos una web y tienda online, pero las ventas son reducidas estamos en proceso de mejora.

¿Cuál ha sido vuestro peor momento desde que decidisteis emprender?

En enero del 2013 tuve que pedir a una persona externa a la empresa 3000€ para poder pagar sueldos, no sabíamos si era rentable o si merecía la pena todo lo que estábamos haciendo. Gracias a esfuerzo trabajo en equipo lo hemos conseguido demostrar.

¿Habéis recibido algún tipo de ayuda de inversores privados o públicos?

Para empezar pedí un préstamo de 40.000 ENISA, eso fue en junio del 2011, me lo concedieron en septiembre que entre unas cosas y otras es cuando empecé a vender. En marzo del 2012 me quedaban 7500€.

¿Qué expectativas tenéis para Tom Black de cara al futuro?

En el 2016 abrimos en Bilbao y Barcelona, luego ya veremos.

¿Habéis pensado en abrir otras tiendas fuera de España?

Sí, nos encantaría, pero primero queremos centrarnos en España, vamos paso a paso. Durante el año 2015 comenzamos nuestro proyecto de expansión y abrimos nuestro primer espacio fuera de Madrid, en Sevilla.

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