"Queremos continuar siendo reconocidos como la empresa con la mejor garantía de calidad de las prendas"
Los clientes de QUIQUILO son personas habituadas a comprar a través de Internet
Patricia Robledo es Ingeniera Superior de Telecomunicación y Curso Superior en Dirección Estratégica y Marketing por ESADE Business School, mientras que Roberto Bernabeu es Electrónico Industrial de formación y se ha especializado en la gestión y desarrollo de negocios online. Así, ha cursado un Master en dirección eCommerce por la FED (Foro de Economía Digital Business School) y en Marketing por la ABS (Asturias Business School).
Ambos son los socios de QUIQUILO, una plataforma a quien vender la ropa que los niños han dejado como nueva y donde volver a comprar con descuentos de hasta el 80% y la garantía de calidad de que cada prenda ha sido revisada por personal especializado.
“Roberto y yo somos muy complementarios, reunimos habilidades comerciales con desarrollo de negocio y marketing. El mundo digital nos abría muchísimas posibilidades”, asegura Patricia. Además de pareja profesional, comparten una vida juntos y tienen dos gemelos; fue su experiencia con ellos la que les dio la idea para su actual negocio.
¿Cómo nació la iniciativa?
Roberto y yo somos padres de dos gemelos que ahora tienen seis años. Precisamente como padres hemos vivido el momento en que nuestros hijos dejaban atrás muchísima ropa sin darle prácticamente uso. Por eso nos planteamos qué hacer con ella, cómo contribuir a la sostenibilidad ambiental y, a la vez, solucionar un problema de espacio. Si a estos factores le unimos la obtención de un beneficio económico, pensamos que el modelo podía funcionar, tal y como lo estaba haciendo en otros países.
¿Qué os diferencia de proyectos similares?
Actualmente somos uno de los tres grandes actores que funciona con el mismo modelo en Europa. Operamos con grandes volúmenes y eso hace que las 25.000 prendas que tenemos en el catálogo se renueven cada día. La nuestra es una apuesta por ofrecer moda de calidad y una atención al cliente muy cuidada. Además, la depuración de uns porcesos offline muy complejos nos permiten lograr una gran efectividad y escalabilidad. Esas son, sin duda, nuestras señas de identidad.
¿Por qué os centrasteis en ropa para niños?
El volumen que se desaprovecha al año en ropa infantil en España es de 1.400 millones de euros, algo muy llamativo para iniciar un modelo que le dé salida; iniciamos con ropa infantil ya que es la vertical más sencilla. La tecnología y el sistema de procesado de ropa que hemos desarrollado nos permitirá en el futuro extendernos a otras verticales de negocio y abrir nuevos mercados. El primero de ellos nacerá antes de finales de año y el siguiente está previsto para el segundo cuatrimestre de 2017.
¿Qué edades comprende vuestra tienda?
Por ahora nos hemos focalizado en ropa y calzado para niños entre 0 y 16 años.
¿Cómo aseguráis que la ropa se encuentra en perfecto estado?
Toda la ropa que nos llega a QUIQUILo pasa por un estricto proceso de filtrado; un equipo de técnicos revisa cada prenda con detalle. Tanto a la hora de fotografiarlo como a la hora de preparar el pedido, cada artículo se inspecciona para asegurar la calidad de todo lo que se pone a la venta y que todos nuestros pedidos estén verdaderamente en perfecto estado.
Nuestros procesos están diseñados para operar a escala. Esto es fundamental para encontrar rentabilidad en este modelo de negocio, y también para aportar un verdadero valor añadido: garantizar el perfecto estado de todas las prendas que ponemos a la venta. Queremos continuar siendo reconocidos como la empresa con la mejor garantía de calidad de las prendas.
¿Quién puede comprar y vender en QUIQUILO?
Puede hacerlo cualquier familia que lo desee. Solucionamos un problema a las familias que quieren dar salida a la ropa a la que sus hijos le han dado poco uso de manera rápida, fácil, segura y ventajosa; además, a la hora de comprar, los padres se ahorran hasta un 80% y garantizamos la calidad de cada prenda. De hecho, un 25% de nuestros clientes compra y vende a QUIQUILO, cerrando así el círculo.
¿Y vosotros?¿Cuál es vuestro modelo de negocio?
Nosotros compramos por adelantado y vendemos online con un 80% de descuento sobre el precio original de tienda.
El vendedor solicita su bolsa QUIQUILO para el envío gratuito de la ropa que quiere vender. Previo al envío y siempre accesible, dispone de un simulador donde calcular cuánto pagamos por cada prenda.
Una vez en QUIQUILO, se comprueba que el producto cumple nuestros criterios de calidad, se clasfica y se fotografía para ponerlo a la venta.
El vendedor recibe su dinero por transferencia bancaria a los 30 días o de manera inmmediata si decide disfrutar de su saldo para volver a comprar en QUIQUILO.
En QUIQUILO resolvemos las ineficacias de los sistemas convencionales de segunda mano haciendo sencilla la compra y venta online de prendas usadas.
¿Cuál es vuestro objetivo final?
Nuestro objetivo es convertirnos en uno de los referentes europeos en la compra y venta de prendas de segunda mano.
El vuestro es un modo de consumo responsable , ¿cómo ha cambiado la mente de los consumidores y en concreto de los padres?
Muchísimo, pero aún se trata de un mercado por explotar. Lejos de suponer una amenaza competitiva, la aparición de grandes players como Wallapop o Letgo, ha democratizado la participación en los mercados de segunda mano. Pero aún quedan muchos prejuicios por superar…
¿Quién es vuestro público objetivo?
El cliente tipo responde al perfil natural de comprador por Internet, de entre 25 y 45 años, altamente involucrados con las redes sociales. Un 85% de los mismos son mujeres, de clase media y, en mayor o menor grado, con conciencia ecológica y de ahorro.
¿Qué características tiene?
Los clientes de QUIQUILO son personas habituadas a comprar a través de Internet, que buscan ropa de niños a precios bajos y que no tienen prejuicios con artículos de segunda mano, además se trata de un público muy fiel. La recurrencia de nuestros clientes es muy alta, tanto quien compra como quien vende.
¿Cuál fue el modo de financiar el proyecto en vuestros inicios?
La financiación ha sido principalmente con los recursos propios de los dos socios y un préstamo participativo del Ayuntamiento de Avilés en el inicio de nuestra actividad.
Es ahora, cuando ya hemos comprobado que el mercado está preparado y que también nosotros dominamos y conocemos a fondo el modelo de negocio cuando hemos comenzado una ronda de financiación, con parte pública y privada que ya tenemos parcialmente cubierta y que esperamos completar en unas semanas con las negociaciones que tenemos encaminadas.
¿Cuáles son vuestros objetivos para 2016?
Nuestro proyecto está consolidado y estamos en plena fase de crecimiento, con incrementos de un 40% en 2014 y 2015, pero queremos hacerlo más fuerte en España e introducirnos en nuevos mercados europeos.
¿Tenéis previsto lanzar alguna nueva versión o producto añadido?
Desde comenzamos las operaciones en España vimos que las visitas a través de móviles crecen vertiginosamente; nuestra prioridad está en la tecnología aplicada a móvil, por lo que estamos trabajando en nuestra nueva versión para este dispositivo que presentaremos en unas semanas.
¿Cómo habéis cambiado desde vuestro nacimiento hasta la actualidad?
No hemos apreciado mucho cambio, ya desde nuestros comienzos teníamos claros nuestros objetivos y como deseábamos hacer el camino. Sabíamos que era un modelo de escala y por eso desde el minuto uno pusimos todo el énfasis en desarrollar la tecnología y los procesos para ello.
¿Cuál ha sido el momento más difícil desde que decidisteis emprender?
Como todo proyecto que uno arranca desde cero, hay altibajos, momentos más duros. Adquieres una responsabilidad hacia el público que confía en ti, hacia tus empleados…todo ello hace que tengas que apostar fuerte, tanto a nivel personal, con una dedicación constante, como a nivel económico, asumiendo riesgos. Podemos decir, no obstante, que nuestra forma de hacer las cosas, consolidando los logros desde la base, nos ayuda a no perder el foco.
¿Qué opinión tenéis de la política de emprendedores llevada a cabo por el Gobierno de España?
Montar la empresa es más o menos sencillo. Quizás haya cierta burocracia en España que no hay en otros sitios donde resulta un poco más fácil. No tenemos experiencia por parte del Gobierno central, donde se agradecería una ayuda en las cotizaciones sociales y a nivel impositivo, sobre todo el los primeros meses.
Donde no tenemos duda es en afirmar que sí contamos con el apoyo de instituciones como Promoción Empresarial y el Centro de Empresas La Curtidora a nivel local y con el CEEI y la SRP a nivel autonómico, las cuales han demostrado que apuestan por empresas de carácter innovador como QUIQUILO.
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