"La innovación cada vez es un terreno más incierto y complejo, y es necesaria la colaboración entre agentes de muy distinta naturaleza"
El Centro Municipal de Empresas de Gijón S.A. nace en el año 1992 como instrumento para facilitar la aparición y consolidación de nuevas iniciativas económicas en el Concejo de Gijón. En sus inicios, el Centro Municipal de Empresas proporcionaba, en modo alquiler, espacios físicos a aquellas empresas de nueva creación que precisaban de una primera ubicación para poner en marcha su proyecto. A lo largo de estos años han incorporado nuevos servicios y actuaciones, siempre con el ánimo de facilitar y apoyar a los emprendedores en la creación de empresas.
El diario El Referente ha hablado con Rubén Hidalgo, el responsable de Gijón Impulsa, institucuón que presta apoyo a emprendedores y empresas de Gijón y Asturias. Financiación, mentoring, formación, coworking, incubadoras, aceleradoras son algunas de las áreas en las que ejercen su actividad que, como servicio público, tiene como referente el servicio al cliente, para cumplir con sus expectativas, así como con las de los diferentes grupos de interés, a través de una relación cercana, profesional y transparente.
Lleváis más de 25 años realizando vuestra actividad, ¿cómo ha cambiado la ciudad desde entonces?
En nuestro 25 aniversario, echábamos la vista atrás y nos atrevimos a ir tan atrás al punto de llegar al inicio de la revolución industrial. Como Gijón fue llamada la "pequeña Londres" como creció la actividad portuaria, como llega la industria…en estos últimos 25 años la ciudad ha visto la irrupción de la era digital, tanto desde el punto de vista económico, con la transición a la economía del conocimiento, como en la forma de vida en la ciudad, cada vez más influenciada por la tecnología.
¿Cómo habéis contribuido vosotros a esa transformación?
Cuando nadie hablaba de emprendimiento en España, o lo hacía poca gente, aquí nacía el primer "hotel de empresas", donde se empezaron a hacer cosas raras, como dar una especie de "clases particulares" a gente que estaba empezando a desarrollar una actividad. Lógicamente actividad muy pegada a la construcción, a talleres metal-mecánicos, a comercio local, etc. Todo eso ha ido evolucionando tanto en volumen como en sofisticación, hoy en día somos una plataforma para más de 150 proyectos empresariales, 1.000 personas trabajando con las más diversas tecnologías, algunas de ellas desarrollando innovaciones de alto impacto. En toda esta última etapa de transformación con la revolución digital y está transición a una innovación muy enfocada a objetivos de desarrollo sostenible, hemos procurado ser una plataforma que sirviera a la gente para trabajar, tener herramientas que permitan su desarrollo y crear una comunidad donde se trabaje en ideas realmente transformadoras.
¿Cómo es el ecosistema emprendedor de Gijón? ¿Qué os diferencia de otras ciudades?
El emprendimiento en Gijón guarda similitudes con el resto de España en el sentido de que la incidencia de los aspectos digitales es creciente. La media de edad se sitúa en torno a los 40 años, con una presencia es predominante del hombre y con mayor presencia de los perfiles asociados a la ingeniería. Mismos problemas en las fases de crecimiento, entorno fiscal y entorno burocrático. Nuestra diferencia reside en que nos estamos volviendo un ecosistema tremendamente ágil en cuanto a la relación entre agentes, detectando oportunidades y especializándonos en la creación de equipos de trabajo multidisciplinares. En Europa, en general, entendemos la innovación de una manera muy clásica: se producen unas investigaciones que se desplazan con el tiempo a desarrollos tecnológicos más concretos que impactan de alguna manera en algún segmento productivo, que resuelve alguna oportunidad de mercado. En cambio, la innovación cada vez es una dinámica más compleja donde ocurren muchas cosas simultáneamente, en la que diferentes actores interactúan constantemente entre ellos y donde los proyectos son más ágiles y los que provocan más impacto son aquellos que son capaces de aglutinar y entender en tiempo real a todas las partes: sociedad, tecnología, investigación, etc. Son capaces de trabajar en la frontera entre disciplinas y tiene una clara orientación a resolver retos de nuestra sociedad. Nuestro ecosistema cada vez está mejor preparado para trabajar de esta forma y cada vez más orientado en trabajar en proyectos que tengan gran impacto a escala global.
¿Cuál ha sido la evolución del mismo y qué sectores son los más característicos de la región?
Actualmente los sectores predominantes son los que desarrollan bienes de equipo para el sector energético, el desarrollo de productos agroalimentarios y un incipiente sector digital que abastece de servicios a los grandes sectores nacionales: utilities, financiero, seguros, etc. Esto nos permite aglutinar una capacidad técnica interesante, con muchos perfiles formados en nuestra universidad preparados para enfrentar problemas realmente complejos desde el punto de vista de la ingeniería tanto mecánica, como en bio, o en el entorno digital. Estamos actualmente sufriendo una fuerte evolución pues tenemos que entrenar a muchos perfiles para ganar capacidades digitales, como habilidades asociadas a la cultura digital: emprendimiento, liderazgo, creatividad, trabajo en red. Las necesidades del mercado de trabajo están cambiando muy rápidamente y se está produciendo una gran transformación de los sectores y es actualmente un gran reto para nosotros, como a través del trabajo sobre emprendimiento e innovación vamos a ser capaces de ser una buena herramienta para la adopción de todos estos cambios.
¿Qué relación tenéis precisamente con otras ciudades?
A través de la Fundación Cotec, de la red Innpulso y otras redes de carácter europeo, como Eurocities, estamos en contacto con otros ecosistemas que nos permiten articular débiles enlaces de contacto. Débiles en el sentido que no mantenemos un contacto continuo, pero si nos permite contrastar herramientas y valorar próximos pasos a dar en nuestros ecosistemas, compartiendo amenazas y oportunidades.
¿Por qué consideráis relevante fomentar en el emprendimiento desde núcleos como las ciudades?
La innovación cada vez es un terreno más incierto y complejo, donde necesitas hacer colaborar a agentes de muy distinta naturaleza y hacer trabajar a personas de distintas disciplinas en conjunto. Cuando te enfrentas a un entorno socioeconómico cambiante y una revolución tecnológica, es indispensable la agilidad y la creatividad, entendida como la combinación de distinta información para generar nuevo conocimiento, diferencial. Esto ocurre de una forma mucho más óptima en entornos urbanos complejos. La ciudad nos permite visibilizar nuestros problemas en local con una perspectiva global y siempre que hay problemas, si tienes las condiciones para que ocurra, el emprendimiento se da. Es totalmente indispensable que hagamos que nuestras ciudades en Europa sean permeables a una mayor cultura emprendedora y de innovación. En la era del conocimiento, aquellos territorios capaces de aglutinar buenos entornos para que el talento se desarrolle tendrán autopistas para las oportunidades de crecimiento y prosperidad.
Vuestra Estrategia Impulsa se articula en cinco programas concretos, ¿en base a qué criterios los establecéis?
Estos programas son habilitantes de capacidades. Tenemos claro que necesitamos talento asociado a las tecnologías facilitadoras, al conocimiento industrial, al proceso creativo y lógicamente al entorno digital. Entonces, trabajamos en cada uno de esos programas para ayudar a desarrollar proyectos que supongan un aumento de conocimiento sobre estas áreas. Tenemos un quinto que es como trabajar todas esas capacidades en contexto de barrio, el emprendimiento e innovación vamos a llamar, de cercanía. Con el objetivo de trabajar en una cultura urbana que permita frenar la posible brecha de talento, entre, digamos, la clase creativa urbana y las personas que no están en esa esfera del conocimiento.
¿Qué novedades os planteáis introducir?
Ahora mismo estamos orientando estos programas a la construcción de proyectos que llamamos de cuatro dimensiones. Esto quiere decir que no solo ayudamos a construir proyectos con estas capacidades e intentar instaurar una cultura empresarial que base sus ventajas competitivas en la construcción de activos intangibles, sino que consigamos ayudarles en su crecimiento, construyendo proyectos más sostenibles en el tiempo. Y llegamos a la cuarta dimensión, que es la construcción de esos proyectos de economía del conocimiento, con escalabilidad y además orientados a la resolución de objetivos de desarrollo sostenible, de manera que tengan un alto impacto no solo económico sino directamente relacionado con la construcción de un entorno mejor. Aquí trabajamos en materia de eficiencia energética, urbanismo reprogramable, vida saludable y activa, economía circular entre otros.
¿Por qué os centráis en big data y ciberseguridad en Start Up Community? ¿Cuál es la relevancia de ambos sectores para vosotros?
Tenemos una idea clara respecto al futuro y es que las organizaciones serán software o no serán. En este futuro vamos a tener que adquirir un conocimiento profundo sobre el software, la simulación, el análisis de datos y la construcción de procesos de inteligencia artificial. En este tipo de escenario además la seguridad será ciberseguridad. Además, la protección de los datos y el uso de las tecnologías será cada vez más importante y así tenemos que verlo desde ya.
A día de hoy contáis con más de 40 startups en el programa, ¿cuál es vuestra relación con ellas? ¿Qué les ofrecéis?
Nuestro trabajo consiste en proveerles de una plataforma, una comunidad en la que puedan crecer accediendo a inversión, relacionarse a través de situaciones formales e informales, tener servicios de soporte como asesoramiento, y jornadas técnicas. Somos una gran caja en la que proveemos de un entorno controlado para que se den las mejores condiciones para que el emprendimiento y la innovación surja, se relacione y crezca.
Además de estar centrada en dichos sectores, ¿qué otras características comparten?
Lo que intentamos cada día es convertir a la ciudad en un laboratorio. Por nuestro tamaño, tenemos ciertas condiciones que nos permiten mucha agilidad para testar y colaborar. Esto lo ponemos al servicio de las startups, les financiamos pruebas de concepto y les abrimos las puertas que necesiten para llevar a cabo el testing de una tecnología en campo real. Incluso hemos aplicado, para nuestro objetivo de transformación digital a nivel de organización, la compra pública de innovación de manera que vamos a ser demandantes de innovación nosotros mismos, formando parte de ese laboratorio y ayudando a que los proyectos se prueben en situaciones reales.
También tenéis una iniciativa centrada en el protoemprendimiento, ¿en qué consiste? ¿Cuál es el nivel de colaboración real de la ciudadanía?
Para nosotros es muy importante explicar el emprendimiento en toda su dimensión. Esto no va de vender limonada, crear APPs para móviles o hacerse multimillonario. Va de entender tu entorno, ser sensible a los problemas que tiene, tener la capacidad de imaginar nuevos escenarios, tener un propósito, construir proyectos en colaboración con otros, con tus propios recursos, tener capacidad de inspirar y movilizar a otros y asumiendo una idea de aprendizaje continuo y beta permanente. Necesitamos inculcar esta forma de pensar, de entrenar habilidades en las personas, por eso pensamos en el concepto de “protoemprendimiento” que es capacitarse en todo esto sin necesidad de pensar en una empresa. Para este objetivo está resultando muy interesante como somos capaces de hacer participar a la ciudadanía en los problemas que tiene más cercanos. Los resultados más satisfactorios hoy en día los tenemos con los niños, tienen una edad donde todavía no han olvidado su capacidad creativa y donde piensan en los problemas de su comunidad de una forma muy natural y práctica.
¿Cuál es vuestra relación con otras instituciones públicas y privadas que fomentan el emprendimiento?
Estamos ampliando, cada vez más, nuestro servicio a otras organizaciones más consolidadas que acuden a nosotros para trabajar en innovación abierta, las empresas se están dando cuenta que necesitan estar cercana a estos ecosistemas de emprendimiento e innovación porque representan grandes oportunidades para su negocio.
También trabajamos codo con codo con diferentes agentes, y aquí la lista es interminable, Universidad, otras instituciones públicas, clusters, asociaciones, clubs de empresas, Hospitales, Centros de formación, etc. con el objetivo de articular ese trabajo en red que refuerza el valor del conjunto.
¿Qué objetivos os habéis marcado para 2019?
Estamos trabajando en un nuevo concepto de incubadora que refuerce el emprendimiento en el sector industrial, la llamamos “LA FACTORÍA”. Decimos que las organizaciones serán software o no serán. Pero como decimos en Asturias, necesitamos seguir “cacharreando”, estamos en una región con alta disponibilidad de talento para fabricar dispositivos complejos, hardware. Esta incubadora pretende ser un estímulo para trabajar en fabricación aditiva en metal, robótica, tecnología dron, con el ánimo de que en el campo del emprendimiento no perdamos nuestra capacidad en el campo industrial para ser actores destacables en el panorama europeo en el terreno de las tecnologías de la fabricación.
Por otra parte, estaremos en el último año de operaciones de nuestro fondo de inversión, donde hemos invertido 5.6 M€ y tenemos un escenario previsto de cierre con un balance muy bueno desde el punto de vista de la generación de plusvalías. Sin embargo, lo más importante para nosotros: crear empresas que se muevan en escenarios globales y generen un empleo muy pegado al tipo de conocimiento que queremos para la región.
MÁS INFORMACIÓN
Sígueles en Facebook
Sígueles en Twitter
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.