"Hay que investigar y desarrollar nuevos modelos de logística que sean económica, social y medioambientalmente sostenibles"

Scoobic Urban Mobility es una empresa que se constituye en abril de 2016 como un proyecto industrial orientado al sector vehículos de movilidad urbana sostenible, con aspiración internacional y productos y servicios innovadores. La empresa nació de una pasión personal por el mundo de la automoción. Cuando sus fundadores detectó una necesidad en el mercado que no estaba solucionada decidió crear esta empresa, con el fin de que les permitiera hacer de su pasión su trabajo y dedicarse a desarrollar prototipos de vehículos para movilidad urbana y con un marcado punto social y medioambiental.

La compañía diseña y fabrica utilizando los conceptos de industria 4.0 (impresión 3D, IOT, etc.) Sus diseños permiten tener vehículos capaces de transportar un europalet en un vehículo de reducidas dimensiones: “máxima carga en mínimo espacio”. Su propuesta de valor es ofrecer a las empresas de logística y distribución un nuevo concepto de vehículo que les facilite, ágil y económico, la distribución de paquetes en los centros urbanos (la última milla) con el menor costo por km sin emitir contaminación y sin causar atascos de tráfico por el estacionamiento en doble fila. La mayor ventaja competitiva de Scoobid es su capacidad de diseñar productos a la medida del mercado. Y lo hace cumpliendo unos parámetros básicos:

• Desarrollado con tecnología propia patentada en Microfábricas 4.0.
• Capaz de cubrir el vacío existente de vehículos de carga y reparto de mercancía.
• Eficiente, no contaminante, eléctrico y que ahorre costes (precio de compra, combustible, mantenimiento, personal de reparto, etc.) y reduzca considerablemente el tiempo de reparto y entrega al cliente final
• Altamente rentable para todos los agentes implicados en el sector productos, distribución y logística, por su ahorro de costes, su adaptabilidad y su capacidad de personalizarlo físicamente a cualquier identidad corporativa.
• Respetuoso con el medioambiente.

El Referente habla con José María Goméz, CEO y fundador de la startup junto a Pablo Marfil (CTO), y José Enrique Díaz (CFO).

Os constituisteis en 2016. ¿Cómo habéis evolucionado y cómo lo ha hecho el sector?

Nuestra evolución ha sido muy rápida porque así lo ha marcado el mercado. Empezamos los tres socios fundadores y ya somos 20 personas en la empresa. Asimismo, al principio contábamos con un solo proyecto de I+D y ahora mismo abarcamos más de 5 proyectos innovadores a la vez, lo que implica contar con un gran departamento de ingeniería y desarrollo de I+D. Además, hemos empezado a comercializar nuestras soluciones de movilidad, y en este sentido el sector ha evolucionado muy rápido, demandando vehículos más agiles y versátiles en el mercado, y orientándose al vehículo eléctrico claramente. Además, el impulso del e-commerce no ha hecho más que acelerar nuestras perspectivas de crecimiento dado el repunte de los pedidos online y las entregas a domicilio.

¿Por qué os centrasteis en LastMile?

Pretendemos cubrir el actual vacío existente en el sector de vehículos de carga y reparto de mercancías. Para ello, ofrecemos al mercado un producto eficiente, no contaminante, eléctrico, que ahorra costes y que reduce de manera notable el tiempo y reparto y entrega en los núcleos urbanos.

Por tanto, nuestro principal objetivo es hacer frente a los problemas de la logística urbana. Reducir los tiempos y costes de entrega es primordial para hacer más rentables y eficientes las entregas.

¿Cómo se ha visto impulsado a raíz de la covid19?

Nosotros estamos adaptando nuestros vehículos al Covid y equipándolo con dispositivo de desinfección de manos, de paquetería, para que la entrega sea más segura y el cliente reciba un paquete en absoluta garantía de no contaminación por Covid ni por otras bacterias.

¿De qué forma estáis viviendo vosotros como empresa esta situación?

Por supuesto que nos hemos visto afectados, personal, física y moralmente por el Covid-19. El Covid ha venido a cambiar la vida de todos nosotros, tenemos que adaptarnos.

Por ello, estamos preparando nuestros vehículos eléctricos para la nueva situación.

¿Es posible conseguir un balance medioambiental, económico y social real? ¿Cómo?

La logística es un mal necesario y va en aumento por la tracción del e-commerce. Esto hace que aumente el número de vehículos de reparto y, con ello, la contaminación y el tráfico. Nuestra misión es limpiar las ciudades de ruidos, humos y atascos, con vehículos como Scoobic, silenciosos, pequeños y que además de ser cero emisiones, estén equipados con un equipo aspirador de partículas en suspensión que limpiará el aire, aportando valor añadido a los ciudadanos.

No solo no contaminamos, además descontaminamos, nuestro trabajo diario de reparto last mile hace más limpio el aire que respiramos, y eso en esencia es responsabilidad social corporativa. Nuestros vehículos están equipados por un sistema de aspiración de partículas en suspensión; un electro filtro de iones que, cuando se circula, el aire lo atraviesa y se desprenden las partículas de carbono, las cuales paran a un recipiente. De este modo, el aire que sale después es limpio. Por ejemplo, uno de estos sistemas es capaz de limpiar partículas de más de 20.000 metros cúbicos en unas 8 horas de reparto.

Básicamente, de nuestra implicación por mejorar la sociedad en la que nos movemos. No queremos ser un vehículo al uso. Scoobic nace con la idea de mejorar la calidad de nuestras ciudades y, por consiguiente, la de los ciudadanos que las habitan. Así, cada unidad llevará incorporado un desfibrilador para que el repartidor, a través de una App, sea avisado de cuándo una persona sufre un ataque cardíaco cerca de su ruta. Dicen que los 10 minutos posteriores a un infarto resultan fundamentales para salvar la vida de quién está padeciendo uno de ellos. Con un desfibrilador, de uso sencillo, podemos hacer mucho. 

¿De qué forma ayuda Scoobic a que la labor de los riders y repartidores sea más ágil y cómoda? ¿Cuál ha sido su feedback?

En efecto nuestro foco está puesto en las personas (ciudadanos y repartidores), en concreto opinamos que se deben diseñar vehículos (herramientas de trabajo) que ayuden al repartidor a ser más eficiente con menor esfuerzo, vehículos que le permitan aparcar más rápida y fácilmente, más cerca de la puerta del cliente, incluso acceder a zonas peatonales. Con esta herramienta el repartidor ahorrará entre un 20 y un 40% de su tiempo de búsqueda de aparcamiento y desplazarse hasta el punto de entrega, la puerta del cliente. Ese tiempo lo empleará en optimizar su reparto, entregando más paquetes en menos tiempo, sin necesidad de correr más. Sería más rentable, más seguro y más profesional.

Trabajáis con grandes empresas de la industria, ¿cómo es dicha relación? ¿Cómo funciona el eje corporación-startup?

Sí, Scoobic en el fondo es muy simple. Es un vehículo diseñado para repartir más paquetes en menos tiempo, con menos costes y menos riesgos para el conductor. Un vehículo estrecho, capilar y con mucha capacidad de carga, ese es el secreto de Scoobic y eso es lo que ha hecho que clientes como Correos, y otros muchos clientes en España, sobre todo de reparto de supermercados, lo hayan aceptado como una herramienta útil.

¿Por qué confían en vosotros? ¿Qué es lo que más valoran de vuestros servicios y por qué les compensa que estén externalizados?

Podríamos destacar cuatro principales características de nuestros vehículos:

• Es un scooter 100% eléctrica, con 8 horas de total autonomía, y en la que solamente bastarán 5 minutos para reponer su batería.
• Está capacitado para una conducción autónoma, gracias a su sistema ADAS.
• Doble uso: se puede estacionar en zonas para motocicletas y también se transforma en una carretilla eléctrica para las zonas peatonales.
• Capacidad de carga de las mejores furgonetas. No se inclina en curvas y, además, cuenta con una caja Coobic expansible.

¿Cuáles son vuestros planes de expansión? ¿En qué punto os encontráis a día de hoy?

Actualmente tenemos clientes repartidos por todo el territorio nacional, y estamos haciendo pruebas pilotos con grandes con La Poste en Francia o Amazon en Italia.

¿Qué recorrido tiene Scoobic fuera de los núcleos urbanos más poblados?

Scoobic está pensado para la ciudad. Por sus características está diseñado para el reparto de última milla, el último kilometro hasta la puerta del cliente, fuera de este entorno urbano no se ven reflejadas todas sus posibilidades y ventajas competitiva.

¿Cómo fue vuestro proceso de inversión en los inicios?

El comienzo de una startup es difícil porque hacen falta muchos recursos financieros hastaque se empieza a fabricar y vender y se pueden obtener ingresos. Iniciamos el proyecto con fondos propios y en este camino hemos contado con la gran ayuda del CDTI, Ministerio de Economía e Industria, que nos ha financiado el proyecto.

Recientemente hemos realizado una ampliación de capital y estamos preparando nuestra primera ronda de inversión.

¿Cuáles consideráis que son las claves en este sentido? ¿Qué consejos daríais para la relación con fondos, BA…?

Creemos en un crecimiento paulatino de la compañía, lo que nos permite perfeccionar y testear nuestro modelo de negocio y poder adaptarlo a las necesidades del mercado. En nuestro camino hemos encontrado apoyo financiero en fondos públicos, entidades bancarias e inversores que han querido apostar por nuestra compañía.

Y Scoobic en este momento, ¿en qué punto se encuentra, precisamente, con respecto a la inversión?

Respecto a inversores, hemos dado entrada a un importante socio europeo como es Innoenergy y hemos cerrado una ronda de 2 millones de euros.

¿Quiénes queréis ser en un medio largo plazo? ¿Qué deseos, aspiraciones, objetivos tenéis?

Nuestras previsiones de futuro son 1000 al cuadrado. Es decir, crear 1000 puestos de trabajo y facturar 1000 millones para el año 2025. Todo ello dentro del sector de la última milla y siendo proveedores para los logísticos. Nosotros no repartimos, sino que proveeremos de herramientas que faciliten y rentabilicen el reparto de última milla.

Consideramos que el modelo actual de reparto de última milla está obsoleto. Las ciudades cada vez están más cerradas al tráfico rodado y esto va ir en aumento. Por eso hay que investigar y desarrollar nuevos modelos de logística, que sean económica, social y medioambientalmente sostenibles, por este orden.

Económicamente sostenible para que las compañías puedan hacer su trabajo obteniendo un beneficio razonable y ofrecer condiciones laborales razonables. Socialmente sostenible para que esos trabajadores tengan condiciones laborales mejores. Y medioambientalmente sostenible para que los paquetes lleguen a nuestras casas sin destruir el medio ambiente, sin destruir nuestra ciudad, y sin destruir nuestra salud.

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