"Stocken Capital facilita la digitalización del capital de las sociedades de responsabilidad limitada mediante la representación de las participaciones a través de activos digitales"
Stocken Capital es una plataforma de Gestión Corporativa para la Empresa Digital. La compañía aboga por la digitalización de las participaciones sociales a través de un procedimiento de tokenización usando tecnología blockchain. De esta forma, facilita la transmisibilidad de las mismas y una gestión eficiente de su gobernanza.
Rafael del Castillo es CEO y cofundador de esta plataforma junto con Carlos Callejo (CTO), y Víctor Callejo (Director de desarrollo de negocio).
Carlos y Rafael se conocieron hace más de año y medio en un evento que aglutinó a los principales referentes nacionales del ámbito jurídico y tecnológico especializados en blockchain. "Desde ese evento estuvimos en contacto colaborando en proyectos puntuales en las que Carlos gestionaba la parte tecnológica con la consultora Block Impulse y Rafael validaba las cuestiones jurídicas de los proyectos desarrollados", cuentan los propios emprendedores. A partir de ahí descubrieron que la gran mayoría de proyectos que acudían a su consultoría tecnológica y jurídica para desarrollo de nuevos modelos de negocio usando blockchain ese podían reconducir hacia un proyecto de tokenización. De ahí surgió la idea de desarrollar una solución genérica que pudiera adaptarse a distintas verticales según la industria: venture capital, inmobiliario, etc.
¿Por qué os especializasteis en pequeñas empresas?
La mayor parte del tejido empresarial español son PYMEs y startups. Unas como representantes del presente y otras del futuro, y son precisamente estas las que más sufren las consecuencias de los problemas que venimos a resolver desde Stocken Capital: la profesionalización del gobierno corporativo de estas entidades y las dificultades que presentan los mecanismos tradicionales para facilitar la liquidez a los posibles inversores en esta clase de empresas.
¿Por qué hay que facilitar el gobierno corporativo de las pymes? ¿Cuáles son sus problemas más habituales?
Hay numerosos estudios que concluyen que el incorporar prácticas de buen gobierno corporativo incrementa el valor de la empresa que las implementa. Estas reducen los efectos del conflicto de intereses entre el principal y el agente, esto es, entre propiedad de la empresa y gestor. La mayoría de estudios se han realizado en sede de sociedades cotizadas y casi todas las reformas en materia de derecho de sociedades relacionadas con la implementación de estándares de buen gobierno han ido destinadas a las grandes sociedades.
Creemos firmemente que las PYMEs pueden beneficiarse mucho de la profesionalización de su gobierno corporativo reduciendo riesgos operativos, evitando la litigiosidad judicial derivada de la impugnación de acuerdos sociales y acciones de responsabilidad contra los administradores. Una gran parte de las PYMEs no ha prestado suficiente atención a los aspectos más formales de la gestión de su empresa. Y, cuando dicha empresa crece, esos aspectos pueden derivar en complicados conflictos con los socios que terminen por perjudicar o incluso destruir la empresa.
Un problema habitual es la falta de conocimientos jurídicos básicos para dar cumplimiento a los requisitos formales de la llevanza corporativa del día a día de la sociedad mercantil. Otro, la ilusión del inicio de la actividad en el caso de la startup, donde no se presta tanta atención a estos aspectos. Stocken Capital facilita muchísimo esta tarea permitiendo que cualquier administrador pueda cumplir con sus obligaciones con arreglo a la legislación vigente: convocatoria de juntas; documentación de la adopción de acuerdos sociales; comunicaciones con los socios; suministro de documentación; etc.
Habéis incorporado la tecnología blockchain a vuestra solución como respuesta a la transmisión de participaciones. ¿Cómo ha sido precisamente el desarrollo tecnológico?
Hemos trabajado con esta tecnología en numerosos proyectos y es importante esta experiencia para conseguir aprovecharse de las bondades que ofrece en oportunidades reales. En el caso de Stocken Capital, se apuesta por el uso de una red blockchain pública donde inscribiremos todo lo que ocurra en la plataforma a modo de prueba inalterable y ofreciendo transparencia para todos los participantes.
Acerca de las participaciones sociales, crearemos un sistema de tokens único por empresa y las representaremos de forma digital para poder crear un sistema mucho más eficiente. Además, una vez tengamos estos tokens podemos pensar en muchas aplicaciones en las que ya estamos trabajando como son las oportunidades en finanzas descentralizadas.
Stocken capital es una solución integral tanto técnica como jurídica, ¿cómo habéis integrado esta última parte? ¿Qué aspectos han de tenerse en cuenta?
El estado del desarrollo tecnológico permite hacer prácticamente cualquier cosa. Ahora bien, el reto reside en hacer que aquello que se desarrolle técnicamente tenga viabilidad jurídica. La integración técnica y jurídica en Stocken Capital se produce de la simbiosis de los conocimientos y experiencia profesional tanto de Carlos como de Rafael en sus respectivos campos. Stocken Capital facilita la digitalización del capital de las sociedades de responsabilidad limitada mediante la representación de las participaciones a través de activos digitales (tokens). Esto permite que la tokenización del capital social suponga que los titulares de dichos tokens gocen de plenos derechos políticos y económicos que les otorga el estatuto jurídico del socio recogido en la legislación de sociedades de capital.
La tecnología ayuda a crear esa copia en una red pública donde ni siquiera Stocken Capital podría manipular la información. Esta información estará disponible en la plataforma y en la red pública en tiempo real y podrá ser probada ante cualquier tercero.
¿Qué tipo de clientes tenéis hasta ahora? ¿Cómo reaccionan a vuestra propuesta?
Desde el inicio, teníamos claros varios sectores muy evidentes para Stocken Capital. Para darnos a conocer y validar el proyecto de una forma más objetiva, el pasado verano lanzamos un concurso para elegir tres pymes/startups para digitalizarlas gratuitamente en Stocken Capital.
Nos sorprendieron los números con más de 500 inscritos a la presentación del concurso y más de 100 empresas y proyectos se registraron en dos semanas al mismo. Fue un acierto, ya que muchos de estos registros no tenían un modelo tan evidente como el tecnológico o de nuevos negocios como preveíamos en principio. De hecho, tras deliberación de un jurado que reunimos de altísimo nivel, además de una startup de energía renovable, los otros dos ganadores eran modelos más tradicionales. Fueron una empresa de redistribución de material sanitario y una cadena de gimnasios con una visión realmente interesante de crecimiento.
Aparte de este evento, tenemos clientes fuera del concurso también de sectores muy diferentes. Por ejemplo de nuevas tecnologías o negocios muy tradicionales, y con los que estamos trabajando ya en su proceso de digitalización. Ellos ven en Stocken Capital una herramienta ideal de gestión y crecimiento de sus propios negocios. Estamos muy orgullosos de la aceptación que está teniendo.
¿Cómo mejoran gracias a ella?
Sin duda, muchísimo. Poder tener delante emprendedores de otros sectores con sus propias ideas, experiencias y necesidades es muy enriquecedor para ambas partes. En este sentido estamos muy orgullosos del compromiso y atención de nuestros clientes. Al fin y al cabo, Stocken Capital facilita y agiliza los procesos comunes de una Pyme o startup, y todas estas experiencias nos ayudan a pulir cada punto dentro de la plataforma en beneficio de todos los integrantes. Nuestra idea no es una herramienta estática sino en continua evolución y por ello, el contacto con nuestros clientes es básico para nosotros.
¿Cuál es su nivel de digitalización? ¿En qué debería mejorar le empresa española en este sentido?
Obviamente las ideas nacen también de las necesidades personales y en este caso, desde una empresa tecnológica como la nuestra, nos dimos cuenta de las carencias en muchos aspectos que tenía el sistema tradicional para poder evolucionar y crecer en nuestro negocio.
No creo que la empresa española deba mejorar en sentido estricto. Prefiero utilizar la palabra “evolucionar” o “adaptarse” a las nuevas realidades. Sin duda la situación de pandemia que estamos viviendo ha puesto en evidencia muchas carencias tanto dentro de las empresas como en el propio sistema y es donde debemos enfocarnos.
De la misma forma, debemos reseñar la capacidad y fortaleza del emprendedor español en este sentido. Su poder de adaptación y búsqueda de nuevas soluciones ante situaciones tan adversas que es elogiable y no siempre reconocido.
¿Cómo ha cambiado este aspecto con la pandemia?
Es triste tener que decir que la pandemia ha hecho más por acelerar la transformación digital de la empresa que todas las iniciativas anteriores. Creemos firmemente en la empresa digital y entendemos que dicha digitalización ha de producirse a todos los niveles, no sólo en las operaciones de la entidad sino también en su gestión. Es incongruente que tengamos empresas que tengan un coworking como oficina y a los empleados teletrabajando pero que tengan que reunirse físicamente para tomar decisiones a nivel corporativo o abusen equivocadamente del instrumento de la junta universal para prescindir de las formalidades relacionadas con la convocatoria.
La digitalización de la empresa ha de nacer del propio contrato de sociedad que regula la vida y relaciones internas de los socios desde los estatutos sociales que favorezcan la toma de decisiones de manera ágil y telemática incorporando los mecanismos que pone a nuestra disposición las normativa societaria y su interpretación tanto jurisprudencial como la de las resoluciones de la Dirección General de los Registros y del Notariado.
¿Cómo os ha favorecido a vosotros? ¿Cómo lo estáis viviendo?
Para nosotros la propia pandemia y el confinamiento supuso un parón que nos permitió conceptualizar la idea y ejecutar el desarrollo. Las tensiones de tesorería y de gestión a las que se enfrentas las empresas, la aceleración de la digitalización en todos los frentes hace que las mismas sean muy receptivas a esta clase de innovaciones para convertirlo en un instrumento más que mejore su competitividad en un entorno de incertidumbre. En épocas de crisis se tiende a la optimización de tiempo, de costes y buscar facilitar la operativa.
¿Cuál será vuestro papel en esta crisis?
Creemos que Stocken Capital ayuda a la empresas a hacer una profunda transformación digital de su funcionamiento corporativo. También abre la puerta a nuevos inversores por la facilidad de liquidar dicha inversión mediante el uso de la tecnología contribuyendo al crecimiento de la propia empresa.
¿Cómo fueron vuestros inicios respecto a la financiación?
Stocken Capital ha financiado su desarrollo con fondos propios de los socios fundadores del proyecto. Estos nos ha permitido arrancar el proyecto sin las presiones de necesitar fondos constantemente. Desde un primer momento la aceptación del proyecto ha sido tan entusiasta que los primeros clientes son los que nos han permitido completar los fondos necesarios para el desarrollo del producto, probar la idea y demostrar al mercado las virtudes de nuestra propuesta de valor.
¿Con qué apoyos habéis contado en este y todos los sentidos?
La verdad es que hemos tenido muchos apoyos a la idea y posteriormente en el desarrollo de la propia plataforma. Es un modelo novedoso pero también necesario, y esto ha propiciado una aceptación casi inmediata que nos ha ayudado mucho desde el inicio.
Actualmente contamos con acuerdos tanto en el ámbito privado como agrupaciones empresariales a nivel sectorial, provincial y nacional; así como organismos públicos desde varias Comunidades Autónomas que se han hecho eco de nuestra iniciativa y están muy interesados en difundirla en apoyo a las empresas de su región en forma de subvenciones en la entrada en la plataforma.
Estamos trabajando mucho este ámbito ya que las sinergias con otras empresas o instituciones son básicas en nuestro modelo de negocio para el propio crecimiento de la plataforma que ayudará y mejorará los servicios a nuestros clientes.
¿Cuáles son ahora vuestros objetivos a medio/largo plazo?
Nuestros objetivos son diversos, desde el punto de vista de la expansión comercial y funcional del proyecto. Por una parte queremos implementar en el producto todas aquellas funcionalidades que faciliten y mejoren la gestión corporativa: ampliación de la solución a otro tipo de entidades como pueden ser sociedades cooperativas y sociedades anónimas; traducción de la herramienta a otros idiomas para facilitar que socios extranjeros puedan gestionar su participación en las entidades desde sus lugares de residencia; incorporar mecanismos alternativos de resolución de controversias en materia de sociedades para acelerar y abaratar dichas cuestiones; etc.
Tenemos planificado también un proceso de internacionalización en fase temprana en el que queremos expandir la posibilidad de uso de nuestro producto a otras jurisdicciones. Entendemos que el uso de tecnología blockchain para la gestión corporativa es imparable y que las empresas de otros países también se pueden beneficiar con las debidas adaptaciones jurídicas a sus sistemas de derecho de sociedades.
Por la novedad y expectación del modelo, estamos saliendo de forma continua en medios y redes sociales. En breve se conocerán nuevos acuerdos comerciales que nos ayudarán a seguir creciendo y estableciéndonos en el mercado.
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