"Estamos convencidos que The Green Monkey es la semilla de una multinacional"

Después de varios años dedicados al mundo del emprendimiento, Eoin Baxter y Belén Delgado de Robles Cavestany, decidieron fundar The Green Monkey, un modo de entender la formación de idiomas y el negocio que generan desde un punto de vista 360º: Por el método de aprendizaje, por la comercialización de productos y por el rango de clientes.

Los fundadores se conocieron en París después de haber vivido en Dublín y Madrid y haber viajado por el mundo durante años. Fue entonces cuando se dieron cuenta de la importancia que tiene el aprendizaje de idiomas. Así que después de varios años probando métodos de enseñanza, lanzaron The Green Monkey en el año 2012. A día de hoy, 15.380 alumnos se han formado con su método.

¿Cómo definirías The Green Monkey?

The Green Monkey es un modo de entender la formación de idiomas y el negocio que generan desde un punto de vista 360º:

Por el método de aprendizaje

Por la comercialización de productos

Por el rango de clientes

Nuestro mono verde simboliza la inteligencia, la rapidez, el movimiento y la agilidad y la diversión aprendiendo.

¿Cómo surge la idea de poner ese nombre a la empresa?

Eoin y yo tenemos 3 hijos, además de las empresas. Una mañana, yendo al colegio, hicimos “brain storming” para buscar un nombre para una nueva compañía para un nuevo concepto de enseñanza en escuelas a pie de calle. Nuestros hijos decidieron que tenía que tener el nombre de un animal y, después de varias ideas decidimos que Monkey sonaba muy bien. Por supuesto, el verde, el color oficial de Irlanda fue una buena elección siendo una familia hispano/irlandesa. Así nació The Green Monkey.

¿Por qué decidís apostar por un mercado tan competitivo como el de los idiomas?

Porque aunque hay muchísima competencia casi nadie lo hace con toda la delicadeza que se necesita: para la mejor enseñanza necesitas un método innovador que incluya mucho juego y “role play” pero sin olvidarse de la estructura, que es la que fija el idioma en la cabeza y que solo puede enseñarnos un pedagogo nativo. Y, por supuesto, fomentar la comunicación a través de grupos muy reducidos de no más de 7 participantes que siempre tendrán el mismo nivel y edad parecida. Con un modelo de negocio que haga esta delicada combinación tenemos un éxito seguro: una idea genial para el mercado que se puede repetir en cada barrio de cada ciudad.

“La falta de información del consumidor sobre cuál es la  enseñanza de calidad en un idioma es lo peor en nuestro país”

¿Dónde reside vuestro valor diferencial dentro de la compañía? ¿Es el método 360 grados lo que os diferencia? ¿En qué consiste?

Lo más importante es el método de enseñar, la combinación de la enseñanza de la estructura pero sobre todo la aplicación del juego para verbalizar estas estructuras en todas las edades con nuestro método The Green Monkey. Nuestro departamento de I+D implementa cada año mejoras y las aplica en nuestras escuelas. Nuestro equipo de pedagogos “customiza” las necesidades de cada estudiante en cada barrio. Y, por supuesto, nuestro método 360º:

Enseñanza de los 5 habilidades del idioma (hablar, hablar con estructura, escuchar, escribir y estructura gramatical)

Todos los idiomas

Nuestros “gold products” para dar doble rentabilidad a las franquicias

Todos los rangos de edad: de los niños 3 años hasta adultos y profesionales

¿Sigue faltando cultura a la hora de aprender idiomas en nuestro país? ¿Dónde está el error, qué estamos haciendo mal?

La falta de información del consumidor sobre cuál es la  enseñanza de calidad en un idioma es lo peor en nuestro país: para aprender cada nivel de un idioma hacen falta 120 horas de formación calidad: es decir, 4 horas a la semana de aprendizaje durante un año por cada nivel. Los niveles de principiante a proficiency son 6 por lo que necesitaremos de 8 a 10 años para llegar hasta el nivel más alto, así que no podemos perder tiempo por el camino:

Solo un pedagogo podrá explicar y enseñar en cada nivel el lenguaje, solo un nativo no comete errores y pronuncia correctamente, solo en grupos reducidos se puede practicar en todo momento lo aprendido y solo con un método correcto se puede dar una clase inteligente de una forma muy entretenida para todas las edades.

Obviar cualquiera de estos puntos es retrasar o cancelar en algunos casos el avance.

¿Qué idiomas ofrecéis a través de vuestros centros Green Monkey?

Inglés es el idioma principal. Distinguimos en niños de 10 años, por ejemplo, hasta 5 niveles diferentes. Todos los niveles y todas las edades. Pero también tenemos otros idiomas como alemán, francés, chino, italiano, portugués, ruso, español para extranjeros y algún grupo de árabe clásico.

Habéis decidido franquiciar vuestra compañía para expandiros por España ¿Qué efecto ha tenido esta decisión? ¿Recomendarías a un emprendedor a franquiciar su compañía?

Ha sido una decisión corporativa para que la expansión fuera más rápida: creemos que tenemos la mejor forma de formar a la gente y la única manera de llegar a cada barrio del mundo con nuestros recursos limitados es encontrar personas que crean en nuestras ideas y que tengan energía e ilusión en hacer las cosas igual que nosotros. Es, además, un negocio seguro durante muchos años.

¿En qué ciudades estáis presentes y cuántos centros tenéis en España en la actualidad?

El lanzamiento de nuestro proyecto de franquicias empezó el año pasado. Hemos abierto 4 en Madrid (Chamartín, Barrio de Salamanca, Vallehermoso y las Tablas) además de nuestras 2 escuelas en el Parque del Conde Orgaz y Sanchinarro. A partir de este año lanzamos el proyecto a nivel nacional.

¿Cuántos alumnos utilizan a día de hoy The Green Monkey?

Hasta el día de hoy 15.380 alumnos se han formado con nuestro método.

“Tenemos la sensación de que en este país se gasta más en el marketing de las ayudas que en que esta llegue a los emprendedores”

¿Qué importancia tiene para vosotros la parte digital en vuestra compañía?

Hemos desarrollado varios programas online: una ezine digital, unos módulos de inglés financiero y una plataforma de gestión integral de cursos y de negocio para nuestras escuelas. Es parte de nuestra inversión en I+D.

¿Tenéis pensado lanzaros al mercado de la formación semi-presencial/digital a través de cursos específicos?

Ya hemos ensayado cursos blended antes pero mientras el software no esté suficientemente desarrollado no hay mejor manera de aprender un idioma que con un profesor excelente con un muy buen método.

¿Qué estrategias de captación de clientes son las que mejor os están funcionando?

El boca oído, las recomendaciones entre clientes, las estrategias de marketing local y las campañas de comunicación de la marca en medios.

¿Cuáles son vuestros objetivos para 2015?

Lanzar el proyecto de franquicias a nivel nacional y consolidar el negocio de todos nuestros centros existentes.

¿Habéis obtenido algún tipo de financiación pública? En caso afirmativo, ¿qué cantidades habéis levantado y a qué han ido destinadas?

No, no hemos tenido ninguna ayuda pública. Tenemos la sensación de que en este país se gasta más en el marketing de las ayudas que en que esta llegue a los emprendedores.

¿A dónde queréis llevar The Green Monkey y cuales son vuestros objetivos a medio plazo?

Estamos convencidos que The Green Monkey es la semilla de una multinacional. A medio plazo queremos llevar la marca a toda Europa y a América latina.

¿Consideráis que se deben hacer políticas que contribuyan más al emprendimiento en nuestro país?

Sí, hay que promover las ideas a través de bajadas de impuestos a pymes. Las pequeñas empresas soportan una carga tributaria que penaliza el crecimiento, la creación de empleo y el desarrollo de nuevas ideas. Son muy importantes las políticas que fomenten la ayuda al crecimiento y la expansión. Ayudar a start-ups (no sólo tecnológicos), generar y potenciar ideas, nos protegerá de futuras crisis porque cimentará un crecimiento económico real y productivo.

¿Os habéis beneficiado de alguna subvención o ayuda para emprendedores e alguna administración pública?

No. Hemos llegado hasta donde estamos solos, con mucho riesgo, trabajo e ilusión. Ser empresario es un acto de fe.

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