"El mix de lugar y momento ideal diseñado por Órbita resume la clave de nuestro éxito"
El Programa Órbita es un programa de aceleración de empresas centrado en identificar proyectos de alto potencial y en apoyarlos en consolidar su crecimiento, facilitándoles posteriormente el acceso a la financiación. La iniciativa ha sido creada por Diputación de Castellón y el Centro Europeo de Empresas Innovadoras de Castellón.
Órbita es una aceleradora para startups que reparte cada año 100.000 euros en premios 100% en efectivo y equity free, que cuenta con CEOs de primer nivel, inversores profesionales y fundadores de empresas que hablan de experiencias reales, con claves, con números y herramientas para ayudar a escalar los proyectos.
La aceleradora se fundó en 2018 y por ella han pasado 30 empresas, con un notable índice de éxitos y un porcentaje de supervivencia del 90%. El programa pretende diversificar el tejido económico de Castellón, impulsando proyectos empresariales que generen beneficios económicos y empleo en la provincia. Se trata de apoyar aquellos proyectos más destacados y poder dotarlos de los cimientos necesarios para acometer un proceso de crecimiento escalable y sostenible.
Los interesados en participar en el programa tienen hasta el 14 de mayo para inscribirse a través de la web.
Sobre este programa, sus beneficios y objetivos, habla El Referente con Alfredo Cebrián, CEO de 480 (compañía cotiza en BME Growth desde octubre de 2020) y Presidente de CEEI Castellón.
¿Cómo fue la creación del Programa Órbita entre la Diputación y el CEEI?
El programa nació de la alineación de intereses. La actividad del CEEI está totalmente orientada a desarrollar la innovación y el emprendimiento. Y la Diputación es consciente de la importancia de esta labor para el futuro de la provincia. Por lo que la unión en un programa como fue algo natural y un ejemplo de colaboración y eficiencia en el uso de los recursos.
La Diputación, además del apoyo económico, aporta su visión integradora del territorio. En este sentido, vela para que el impacto del programa alcance a todos los rincones de la provincia. Su apoyo también aporta estabilidad, y fue clave para impulsarlo especialmente en sus inicios, cuando aún estaba todo por demostrar.
El equipo del CEEI encabezado por su director, Justo Vellón, siempre han sabido sumar y estructurar planes que sumen y se sumen al resto de agentes que trabajan en los mismos objetivos. Yo personalmente me he encontrado el trabajo hecho y un programa ya consolidado. El mérito de traerlo hasta aquí es del equipo del CEEI, que ha sabido diseñar y consolidar este programa.
¿Por qué es importante que las instituciones públicas apoyen el emprendimiento?
El emprendimiento es la semilla del tejido empresarial del futuro. Las instituciones deben facilitar la actividad emprendedora desde todos los frentes. Hay algunos más directos, como programa Órbita, y otros aspectos indirectos pero clave como la modernización y simplificación de los trámites administrativos; la infraestructura y conectividad; o incluso hacer de nuestras ciudades entornos amigables y facilitadores del emprendimiento. En este último punto entraría hacerlas atractivas para atraer talento, abiertas para impulsar las infraestructuras necesarias, etc.
Facilitar el desarrollo de las empresas del futuro en sectores emergentes es construir los puestos de trabajo de los próximos años. Las empresas son uno de los vectores principales de cambio y evolución social y las administraciones deben velar porque esta rueda no pare.
¿Por qué considerasteis que un programa de aceleración era la mejor fórmula?
Dentro del ámbito de emprendimiento se abordan diferentes fases de apoyo a las empresas. La fase de aceleración representa el punto de inflexión entre una idea que arranca y un proyecto empresarial viable que tiene los mimbres para crecer. Por eso un buen programa de aceleración debe tener una incidencia positiva sobre el grado de supervivencia de los proyectos. Estos programas ayudan a las compañías a desarrollar planes, ajustar decisiones con el feedback de mercado de las fases iniciales y a estructurar los recursos necesarios para abordar una etapa de crecimiento del proyecto.
Observando el ecosistema emprendedor y todas las actividades desarrolladas en la provincia, desde el CEEI se entendió que existía esta necesidad desde una visión holística del ecosistema.
¿Cómo habéis avanzado, mejorado, desde vuestro nacimiento?
El éxito de este tipo de programas depende de forma clave de las personas que lo pilotan. En este sentido, el equipo técnico que lo trabaja ha desarrollado un trabajo excelente. Cabe destacar a Orfeo Balboa, Director del Programa, que desde el principio se volcó en sacarlo adelante con una alta implicación personal, siguiendo una estrategia de cercanía y empatía absoluta con las empresas. Justamente este es el segundo factor clave: la retroalimentación a partir de la experiencia de las compañías que pasan por Órbita. Esta permite mejorar el programa, sus contenidos, su organización, e ir mejorando iterativamente.
Otro aspecto fundamental, y que mejora con cada edición, es la colaboración externa. Tanto con diputación como con otras entidades, empresas y/o profesionales que participan en diferentes procesos de mentorización, jurado, etc. Desde el inicio se apostó por un modelo de programa abierto. Así lo demuestra la participación como co-director del programa de Roberto Touza, un agente muy activo, especialista en creación de empresas e inversión siempre desde una óptica de lean-startup. Él, junto con Orfeo, compone una dupla perfecta para el desarrollo de Órbita.
Cada convocatoria ha supuesto un salto en el nivel de los proyectos gracias al efecto llamada que genera la calidad y visibilidad de las empresas de años anteriores y su testimonio. Esto genera una concurrencia mayor cada año y esta inercia genera una evolución constante del programa.
¿Y cómo lo ha hecho el ecosistema?
Si analizamos desde una óptica de cinco años, todo el ecosistema ha evolucionado mucho. Esto se nota en la mejora media de la calidad de los nuevos proyectos entendida como la madurez de los conceptos, la calidad de los planes de negocio inicial, el conocimiento, visión e implicación de los emprendedores, etc.
El inversor también está aprendiendo. Se está mejorando el ratio de éxito de las participaciones en startups de forma progresiva lo que genera un aumento de la confianza a la hora de aumentar la inversión. Aunque es cierto que seguimos lejos de contar con la capacidad inversora necesaria o deseable, estamos seguros de que esta llegará conforme los resultados positivos se vayan visualizando.
El boom que vivimos de promoción del emprendimiento masivo hace unos años está dando paso a un modelo más inteligente y realista. La sociedad y el tejido económico se sustenta sobre una variedad de roles y no todos son ni deben ser emprendedores empresariales. Si bien todos debemos de fomentar el espíritu emprendedor aplicado a todas las facetas. Emprender un proyecto empresarial es una actividad muy exigente para quien elige este camino, y requiere de un compromiso que afecta a todos los planos vitales de estas personas durante un periodo muy importante de sus vidas.
Creo que ahora todos, emprendedores, inversores y entidades han aprendido sobre estas implicaciones y hay más foco en las cosas que se hacen.
Este año sin duda está marcado por la covid19, ¿cómo ha afectado al Programa Órbita? ¿Cómo os habéis adaptado?
El programa cuenta con un componente de interacción muy importante. Se le da mucha relevancia a las relaciones entre el equipo, los mentores e incluso entre los diferentes miembros de los proyectos acelerados. Por lo que principalmente afectó a las dinámicas y las actividades programadas.
No obstante la adaptación, como no podía ser de otra forma, fue muy ágil y natural. Dado el carácter innovador y tecnológico de todos los componentes, no fue difícil continuar mediante canales online atendiendo a todas las restricciones.
No obstante, el efecto más importante no ha sido tanto en la operativa del programa, sino en aspectos que el covid nos ha enseñado sobre la sociedad, las necesidades que tenemos. Incluso, en cierta medida, las posibilidades que ofrece cambiar las cosas. En muchos sentidos los emprendedores se van a encontrar después de la pandemia un mercado infinitamente más receptivo a la innovación y al cambio.
Si algo positivo ha supuesto esta crisis es que ha dado un empujón a muchas empresas y sectores a acometer acciones de digitalización. Hace solo hace un año, estas les parecían imposibles de acometer o muy lejanas.
Otro factor que tendrá consecuencias directas en los emprendedores es que se ha ampliado todavía más la visión global gracias a la apertura total en la formación de equipos dispersos geográficamente. Es decir, la limitación o restricción del talento en un territorio ya no va a ser un papel clave. Ahora el territorio para captar es global, para lo bueno y para lo malo, por lo que hay que saber jugar con este escenario y aprovechar las oportunidades que suponen. Cada vez va a ser más difícil discernir de dónde es geográficamente una empresa, más allá de su domicilio fiscal.
Para nosotros lo importante es que la provincia sea un territorio de innovación y talento integrada en esta visión global, para que la sociedad que lo compone tenga las mejores oportunidades.
Contáis con el apoyo de CEOs, inversores, fundadores… ¿Quiénes son y qué aportan a las startups? ¿Cómo repercute en ellas?
Sí, su apoyo y participación es clave. En mi caso precisamente mi primera participación en el programa fue como mentor y jurado por mi rol de CEO de Cuatroochenta, lo que me permite tener una visión desde ese lado. Desde el principio observé la búsqueda constante de interacción y participación del apoyo externo y el carácter abierto del programa.
En la actualidad contamos con más de 50 mentores de diferente índole: empresarios, directivos de grandes compañías, técnicos y académicos... Ellos aportan la visión y el conocimiento desde la óptica más ligada a la realidad y la experiencia. Se trata de mantener un equilibrio entre compañías tecnológicas más innovadoras y sectores de carácter más tradicional, pero con escalas importantes. Un aspecto muy significativo es que algunos de estos mentores hoy son personas que pasaron por el programa de aceleración en años anteriores.
También contamos con 30 entidades colaboradoras a diferentes niveles. Entre ellas, entidades financieras, tecnológicas internacionales o Xarxatec, la asociación de empresas tecnológicas de Castellón, y la Asociación Valenciana de Startups. Todos suman para arropar a las empresas por su paso por Órbita.
Además tenemos un club de inversores propio, que invierte en al menos una compañía en cada edición.
El porcentaje de supervivencia del programa es de un 90%, ¿cuál es la clave? ¿Cómo lo habéis conseguido?
Los que consiguen esta supervivencia son los emprendedores con su esfuerzo y decisión. Nosotros solo aportamos nuestro granito de arena con contacto, conocimiento y algo de recursos económicos que nunca va mal. Pero creo que es importante no perder la perspectiva, los verdaderos artífices de todo esto son las personas que deciden apostar por emprender.
Que las empresas que pasan por el programa tengan una tasa de supervivencia muy superior a la media es el resultado de juntar emprendedores con muchas ganas y proyectos realmente interesantes con el conocimiento muy focalizado y contactos clave en un momento muy concreto para los proyectos. Es este mix de “lugar y momento ideal” diseñado por Órbita resumiría la clave del éxito.
¿Por qué optasteis por un modelo equity free?
Los propios objetivos fundacionales del CEEI marcan esta forma de actuar. No somos una empresa con ánimo de lucro y el retorno que esperamos es social; en forma de un tejido empresarial más innovador, tecnológico y preparado para su futuro que debe generar los puestos de trabajo del mañana. Nosotros como parte de la sociedad participaremos de los beneficios que conlleva tener un territorio fuerte, con emprendedores y proyectos de futuro. Lo que si hace Órbita es facilitar el contacto de inversores y proyectos para que sean ellos directamente los que finalmente tomen sus decisiones en el sentido de inversión en el capital del proyecto.
Además de esta inversión, ¿qué os hace especiales? ¿Por qué una startup debería presentarse a vuestra convocatoria?
Es un programa alejado de los estándares, donde se atiende la peculiaridad de cada proyecto. La mera participación además va a aportar visibilidad de los emprendedores especialmente en una red de contactos muy interesante que dará frutos no solo a lo largo del programa sino también en el futuro de las empresas que pasan por él. Si una startup está en ese punto en el que cree firmemente en su proyecto, pasar por el programa le aportará conocimientos, contactos y acceso potencial a recursos financieros, aspectos clave para dar el salto a una fase de crecimiento.
El plazo de dicha convocatoria cierra el 14 de mayo, ¿qué vendrá después? ¿Qué pueden esperar los emprendedores del programa?
Tras la convocatoria un comité evalúa los proyectos uno a uno y se somete a un proceso de selección del que saldrán los 10 proyectos que podrán acceder al programa. Es importante mantener un número de empresas limitado ya que como decía, se pone mucho cariño a cada uno de ellos y un modelo más masivo rompería con esta filosofía.
No ser seleccionado en una edición no significa en sí mismo nada y no tiene que desanimar a nadie, e incluso animamos a que las empresas sigan intentándolo en otras ediciones porque quizás sus condiciones hayan evolucionado y se ajusten mejor. No ser seleccionado solo significa que había otros proyectos que en este momento y en su situación el comité entiende que aprovechará mejor lo que el programa puede aportarles. Esta selección previa no busca los mejores proyectos en términos absolutos, puede haber proyectos que queden fuera pese a que en términos de indicadores clásicos presenten mejores datos que otros que accedan… la clave para el programa por su naturaleza es el potencial de crecimiento en este momento, escalabilidad del modelo y sostenibilidad.
Los proyectos seleccionados deben esperar un año que cambiará su proyecto y que puede suponer un verdadero punto de inflexión. Aunque el 90% del éxito va a depender de ellos mismos y el jugo que quieran extraer a todo el activo intangible que se va a poner a su disposición. Nosotros nos esforzamos por crear ese caldo de cultivo ideal y las condiciones más propicias.
¿Cuáles son los planes del Programa Órbita más a largo plazo? ¿Cómo queréis continuar vuestra actividad? ¿Qué esperáis del futuro?
Queremos reforzar los vínculos con diferentes entidades y buscar más conexión con otros programas propios del CEEI y otras entidades dedicados a fases previas o posteriores. Y, como siempre, adaptar el programa a los cambios de contexto que se vayan produciendo.
La visibilidad del programa a nivel nacional es muy importante para la provincia. Los polos de innovación en el mundo se distinguen por ser referentes abiertos al mundo, no solo capaces de generar oportunidades a través del talento interno, sino también de atraer talento y proyectos de fuera. Todos sabemos lo importante que es la imagen proyectada hoy en día; el programa debe profundizar en este aspecto y contribuir a una imagen de territorio innovador, emprendedor y abierto al mundo.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.