"Cualquier proyecto que desee mejorar el medio ambiente tiene que repercutir en el mercado"
Mónica Bernal es la fundadora de Inuit, un proyecto que nació en 2016 y que se ha materializado en 9 cubos de jabón y 7 de champú sólido, hechos a mano y con aceites 100 % ecológicos, de primera presión en frío. Se trata de productos:
- 100% biodegradables, ecológicos y aptos para veganos.
- En embalajes sin plásticos.
- Champús sin sulfatos, siliconas, agua, perfumes ni conservantes.
- Cada pastilla de 20 gr. de champú Inuit ahorra 1 bote de plástico de champú de 250 ml y 200 ml de agua.
Para Mónica, Inuit es la encarnación de su pasión por el emprendimiento. "Emprender es una forma de vida. Cuando te gustan los retos, cosas como el emprendimiento, la innovación y la creación es algo que acaba llegando de manera natural", asegura. Y es que este camino profesional le ha aportado "sobre todo, crecimiento personal, enfrentarte a situaciones complejas te hace evolucionar y crecer. Y también aporta la satisfacción de saber que algo que sólo estaba en mi cabeza, se ha convertido en algo real, que el consumidor quiere, que da empleo y genera riqueza y valor para la sociedad y mejora el medio ambiente".
Y es precisamente por todos estos valores por los que EIT Climate-KIC eligió a Inuit para su aceleradora, que apoya este tipo de proyectos a través de un programa espefíco que acutalmente está implantado en 24 países y 28 oficinas en toda Europa. En ellas se incluyen las principales capitales del continente, como Bruselas, Londres, París y Berlín. José Luis Muñoz lidera la sede española. Climate-KIC es una comunidad de conocimiento e innovación impulsada por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT)
¿Cómo era vuestro mercado en 2016? ¿Por qué decidiste apostar por este sector?
Inuit se fundó en 2016, pero no salió al mercado hasta 2017. En estos tres años el mercado de la cosmética ecológica y zero waste ha crecido mucho. En 2017 ya se veía claramente la tendencia, en ese sentido no ha cambiado, pero es una tendencia que se ha afianzado por completo. Ya no es una tendencia sino una realidad.
¿Qué implica que los aceites usados para elaborar los productos sean de primera presión en frío?
Significa que para obtenerlos no se ha usado ningún procedimiento químico o térmico, sino simplemente procedimientos mecánicos. Obviamente esta no es la opción más económica pero sí la única que garantiza que esos aceites están libres de químicos y que todas las propiedades de los aceites que se incorporan a los productos, permanecen intactas.
¿Cómo os adaptáis a las diferentes pieles y tipos de pelo?
Con diferentes tipos de ingredientes, indicados para las distintas necesidades. Todos los ingredientes que usamos están presentes en nuestros productos porque cumplen una función y tienen propiedades que cuidan de cada tipo de piel y de cabello.
Cada pastilla de champú Inuit ahorra dos botes de plástico de 250ml, ¿son los usuarios conscientes del impacto que tiene cambiar estos hábitos?
Absolutamente. Por suerte el concepto zero waste y/o cero plásticos no es una moda más, sino un cambio de hábitos que ha venido para quedarse. Es algo que va a ir a más y una de las razones que nuestros clientes tienen para elegir Inuit.
¿Cómo ha influido esta apuesta que hacéis para ser seleccionados por Climate-KIC?
Creo que hay dos aspectos que han podido influir. Por un lado el medio ambiental, como el ahorro de agua, un bien muy preciado y escaso en nuestro planeta. Los champús convencionales están compuestos, sobre todo, por agua, hasta en un 80%. En Inuit no usamos nada de agua para elaborar nuestros champús y cada pastilla dura como dos botes de champú líquido, lo que ahorra dos botes de plástico al planeta por pastilla. Además son 100% biodegradable.
Y, por otro lado el de la propia viabilidad del proyecto. Esto también es importante. Inuit está vendiendo y creciendo mucho en el mercado y generando beneficios. Cualquier proyecto que desee mejorar el medio ambiente, tiene que tener repercusión en el mercado para poder hacerlo. Y mientras más repercusión (ventas) tenga, más contribuye a esta mejora. Si Inuit vende 100 champús, ahorra 200 botes de plástico, y si vende 10.000 , ahorramos 20.000 botes de plástico al planeta.
Si no llega al mercado, sólo será un idea, que puede ser muy buena, pero que no va a cambiar nada si no se materializa y crece.
¿Qué os ha aportado la aceleradora a vuestro camino de crecimiento en todos los sentidos?
El factor más obvio es el de la ayuda económica, pero sin embargo no es el que más destacaría. Al final los recursos económicos se pueden obtener de otras fuentes.
La inestimable ayuda de Climate-KIC es la visibilidad que da a los proyectos, la propia comunidad, el networking, el ponernos en contacto con inversores, con otras organizaciones, y profesionales que pueden ayudarnos en nuestros proyectos, así como oportunidades tanto en nuestro país como en otros. Es un apoyo total, que en muchas ocasiones es lo que más necesita un emprendedor.
Uno de vuestros valores diferenciadores es la honestidad, ¿cómo repercute en el producto, en la empresa, en vuestra forma de comunicar…?
Absolutamente en todo. Desde la calidad de los ingredientes, a la calidad del empleo de las personas que contrato. En Inuit conciliamos, los trabajadores eligen su propio horario, por ejemplo.
Igual para los proveedores. Intento elegir proveedores locales, tanto de materias primas como del resto de elementos necesarios.
Y respecto a la comunicación, también lo tengo claro. Ahora mismo somos el referente en champú sólido bio en España y ahí hemos llegado sin hacer absolutamente ninguna campaña (ahora es cuando mis excompañeros de marketing y los medios me matan). La mejor campaña y eso lo saben todos los profesionales de comunicación, es la que hacen los propios clientes y usuarios, las recomendaciones, el boca a boca. Aunque también es la más difícil de conseguir. Y eso es lo que pasa con Inuit. Los clientes nos referencian y recomiendan (y también nos piden que sirvamos más rápido, para ser totalmente honesta ????).
A día de hoy contáis con 50 retailers en España, ¿cómo habéis llegado hasta ellos? ¿Qué proceso habéis seguido?
Al inicio contacté con algunas de las principales tiendas de cosmética ecológica especializada para presentar el proyecto y enviar muestras de producto. Enseguida empezamos a trabajar con ellos y a partir de ahí nuestra reputación fue creciendo en el mercado y son las tiendas y distribuidores los que nos contactan interesándose por las condiciones de venta y distribución. De hecho ahora mismo no somos capaces de abastecer toda la demanda que tenemos.
Además, exportáis vuestro producto a Grecia, Portugal e Italia, ¿en qué otros países os gustaría implantar Inuit?
Estamos en estos países porque nos contactaron de allí las propias tiendas, lo que es un aliciente para comenzar con la expansión internacional, puesto que hay interés real pero primero hay que planificar muy bien. El primer paso es como decía antes , es ser capaces de abastecer la demanda y luego expandirnos. Siempre además acompañados de organismos como IVACE.
A priori los mercados más lógicos serían países nórdicos por ser los que más concienciados están con este tipo de productos y Francia que también está muy avanzada en este sector, aunque es donde hay que entrar más preparado porque al ser un mercado más maduro, la competencia es mayor y el consumidor más exigente.
¿Qué diferencias encontráis entre todos esos mercados?
Lo cierto es que no hay grandes diferencias entre ellos. Son tres países de la UE y de la vertiente mediterránea, muy parecidos a nosotros y entre sí, tanto culturalmente como en hábitos de consumo.
¿Qué proyectos y deseos tienes para este 2020?
Este año es en el que Inuit se va a afianzar y expandir. Aunque Inuit genere beneficios, voy a cerrar inversión, para tener una inyección de capital necesaria para automatizar procesos, nuevas instalaciones, contratación de personal...con el fin de abastecer demanda.
Además voy a sacar nuevos productos para la línea de capilar, que el mercado demanda.
¿Cómo ha sido vuestra transición hasta llegar a donde estáis hoy?
Básicamente una locura. Hay que tener gran resistencia y mucha flexibilidad para lograr superar los retos de todo tipo que hay que afrontar en un proyecto, sobre todo en los inicios.
¿De dónde provinieron los recursos iniciales? ¿Te gustaría cerrar rondas de inversión?
Fondos propios y financiación bancaria. Las rondas de inversión son útiles si aportan valor al proyecto y lo hacen crecer. Este es el caso de Inuit este año por lo que sí cerraré una pequeña ronda. Tampoco tiene sentido diluirse más de lo necesario en una primera ronda. Además también hay otras opciones de financiación como por ejemplo los préstamos ENISA, que pueden ser muy buena opción para un proyecto nuevo.
¿Una aspiración en la lucha contra el cambio climático?
Cada año se vierten por el desagüe 3.000.000 de toneladas de residuos químicos biológicamente activos , que provienen de los productos de cuidado y aseo personal.
Mi mayor deseo en este sentido es dejar de presentar a Inuit como una marca de cosmética bio y 100% biodegradable, porque eso no sea la excepción sino la norma.
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