“Con HelpUP el apoyo a los proyectos no depende de tu capacidad económica, sino de las ganas de ayudar”
HelpUP es un movimiento de vanguardia liderado por profesionales que conocen bien el mundo de las startups
HelpUP es un movimiento de vanguardia liderado por profesionales que conocen bien el mundo de las startups, el sector de las ONGs y sus consiguientes desafíos. ¿Pero dónde reside su innovación? La compañía se define como una red de CrowdHelping que cambia la forma de financiar los proyectos sociales. Así, HelpUP nació con la misión de ser la primera aceleradora de proyectos sociales en España para lo que propone un nuevo sistema de donación sin gastarte un euro: el CrowdHelping.
La novedad del modelo nació tras detectar que un gran sector de la población apenas podía contribuir económicamente en proyectos sociales. Con HelpUP, los usuarios pueden colaborar sin coste alguno en cualquiera de los proyectos de la plataforma, a través de su moneda solidaria gratuita, las UPsHelpUP plantea una alternativa al sistema tradicional de donativos económicos a ONGs. Mediante las donaciones a través de UPs, los usuarios contribuyen en aquellos proyectos que necesiten financiación y con los que se sientan más identificados. Conseguir y ahorrar UP's forma parte del proceso de gamificación de la plataforma.
La idea inicial del proyecto surgió de los fundadores al ver que era difícil conseguir un proyecto en el que colaborar. Por eso HelpUP V1.0 era una red social del voluntariado en la que se podían encontrar proyectos de todo el mundo. "Dimos una vuelta al producto después de hablar con muchas empresas y ver que querían ser un agente del cambio. Nos dijimos: las ONGs quieren hacer, las empresas poner sus recursos y las personas ayudar, ¿por qué no unir a los tres?", cuentan desde la startup.
Sus fundadores son precisamente Pablo González y Jaime Millán, quienes, desde agosto de 2017 cuentan con Álvaro Hita como CEO de la startup.
¿Qué exactamente el CrowdHelping? ¿En qué consiste?
El Crowdhelping es similar a un crowdfunding, la gran diferencia es que los usuarios no aportan dinero sino UPs, la primera moneda solidaria totalmente gratuita. Una vez se completa el proyecto, una empresa es la encargada de hacer realidad el sueño de esos usuarios y la ONG recibe el dinero necesario para ejecutar el proyecto. Todos salen ganando, y, por supuesto la persona, comunidad o ecosistema al que va dirigido.
El modelo surgió tras entender que gran parte de la población no puede hacer donaciones económicas, ¿pero están dispuestos a colaborar como proponéis vosotros? ¿Por qué?
Porque les damos una alternativa tecnológica al sistema tradicional en el que solo puedes colaborar si eres socio o aportar puntualmente. De esta manera, puedes apoyar de forma gratuita tantos proyectos como quieras y no depende de tu capacidad económica, sino de las ganas de ayudar. Queremos acabar con el "ya colaboro con tal ONG y no puedo hacerlo con más".
¿Quiénes son precisamente las personas que colaboran en Helpup? ¿Cuál es su perfil?
El perfil es claramente joven, de entre 18 y 34 años, esa gente que quiere cambiar el mundo y que cada vez está más concienciada. En España el 91% de la gente que dona tiene más de 35 años, parece que todo tiene sentido.
También hay winner en cuanto a género, las mujeres de momento son claramente más socialmente responsables, son el 70% del total de usuarios de HelpUP.
¿Qué proyectos incluís en la plataforma? ¿Cómo los seleccionáis?
Para empezar, validamos a las ONGs que se dan de alta, viendo qué acciones han hecho en el pasado, leyendo su dossier, viendo críticas en internet… Si no pasa unos requisitos mínimos de buen hacer y transparencia, no tiene cabida en HelpUP. Hacemos ese filtro tedioso que mucha gente demanda para ver dónde destinar su ayuda. Una vez dentro, pueden subir tantos proyectos como quieran.
¿Qué relación tenéis con las organizaciones y demás agentes del sector?
Queremos crear una relación lo más cercana posible, que vean que somos un compañero que les impulsa para que puedan llevar a cabo sus proyectos. Aportamos a las ONGs principalmente tres cosas: visibilidad (hay más de 40.000 registradas en España y solo conocemos las grandes), voluntarios (no solo en épocas puntuales sino durante todo el año) y financiación (la principal para poder llevar acabo su gran labor).
Creo que hay muy buena, pero si te refieres a cómo interactuamos con ellas, tenemos una persona encargada de que esta colaboración sea lo más estrecha posible. Que nos cuenten sus necesidades, sus fortalezas y aportarles lo que mejor les venga en cada caso y cada momento. Esta parte del equipo es muy importante y seguirá creciendo.
¿Por qué decidisteis emprender en este ámbito?
Hemos emprendido en otros campos como el diseño, el mundo del dating, la hostelería… pero, sin duda, este sector es el más enriquecedor. Levantarte por las mañanas y saber que estás trabajando para hacer un mundo mejor y que servimos de altavoz para difundirlo no tiene precio. Por eso hemos sacrificado otras cosas.
¿Creéis que habéis tenido unas dificultades diferentes a otro tipo de proyectos? ¿Cuáles?
Como todo proyecto se te plantean nuevos retos. En este caso tener tres players en la ecuación (ONG's, empresas y usuarios) hace que tengas que diversificar esfuerzos para aportar lo máximo a cada uno. Tenemos prácticamente un producto para cada uno.
A parte del tercer sector le falta ver las posibilidades que la tecnología le puede aportar fuera de buscar nuevos socios en la calle con una carpetita o gente llamando por teléfono; debe estar más abierto a nuevas herramientas y formas alternativas de ayuda.
La RSC, responsabilidad social corporativa, de las empresas empieza a coger mucha fuerza, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. Hace unos años era un departamento casi inexistente y reservado para las grandes empresas. Ahora nos encontramos muchas PYMES que están potenciándolo mucho y quieren que su empresa sea Social Friendly.
¿Os habéis encontrado con reticencias por parte de los usuarios para ser socialmente responsables?
Para las personas donar gratuitamente es algo nuevo, y como todo lo nuevo, les cuesta entenderlo. Hay ese escepticismo de que les vas a pedir algo a cambio o que hay gato encerrado, pero no lo hay, son las marcas que con su apoyo ponen el dinero. Una vez comprendido el sistema la aceptación está siendo increíble, la gente lo comparte y nos demandan más proyectos en los que poder implicarse.
Habéis cerrado una ronda de financiación, ¿qué ha supuesto para vosotros? ¿Cómo esperáis continuar este camino?
Ha supuesto un gran empujón, no solo económicamente sino también moral. Ver que tus amigos y familiares, gente que te conoce y sabe de lo que eres capaz, confía en ti y en el proyecto es una de las razones por las que luchar.
Nuestra intención es ser lo más sostenibles que podamos, entendemos que hay que buscar financiación fuera para dar el siguiente salto, pero no queremos ser dependientes ni vivir constantemente pensando de ello.
En un futuro próximo, abriremos ronda y llamaremos a todos los inversores sociales, aquellos que no solo buscan un retorno económico, sino que también quieren generar un impacto positivo en la sociedad.
¿Cuál es vuestro modelo de negocio actual?
Tenemos un área privada para empresas, una herramienta muy útil y flexible para poder gestionar todo el proceso de asesoramiento, selección y voluntariado corporativo. El fin es involucrar los empleados y que se sientan orgullosos de ahí donde trabajan. Esto tiene un precio muy ajustado para todo lo que aporta, por eso empresa con la que hablamos, empresa que le cuadra. No hay herramientas similares.
Una vez se sube al área pública, donde todos podemos apoyar los proyectos, es muy importante darle la mayor difusión posible y cobramos por ello como un servicio de comunicación. La media es que 1.000 personas se impliquen dando UPs y el lazo emocional que se crea con las marcas es muy potente, no es publicidad al uso.
¿Cómo esperáis continuar evolucionando a medio/largo plazo? ¿Qué objetivos tenéis?
Pretendemos seguir creciendo en todas las parcelas: ampliar el equipo, seguir puliendo el producto y tener una gran variedad de proyectos para poder ofrecer a las empresas los que más se ajusten a su estrategia de responsabilidad social corporativa.
El fin de todo es financiar y apoyar el máximo número de proyectos que impacten. Que lleguemos a 2030 con los 17 objetivos de desarrollo sostenible cumplidos, a este ritmo parece casi imposible, por lo que debemos ponernos todos las pilas.
¿Cómo es vuestra estrategia de expansión?
Primero queremos ser potentes en España y concretamente en Madrid. Las empresas quieren impactar de manera local y las personas ver que pasan cosas en nuestro entorno. Como el modelo es muy replicable, lo llevaremos a otros países. Ya se han interesado mucho en Portugal e Italia, pero queremos afianzarnos bien antes de internacionalizarnos. Como todos sabemos, el que mucho abarca poco aprieta.
¿Queréis ampliar la responsabilidad social a otras áreas? ¿Cuáles y cómo?
De momento, queremos centrarnos en el voluntariado y la financiación de proyectos. Más adelante ya veremos.
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