uFounders desaparece y su CEO explica el porqué

David Giner, CEO y promotor de uFounders, rememora los tiempos de la abundancia. El programa de formación y mentorización orientado a emprendedores con una idea (tecnológica) de negocio funcionaba tan bien que la plataforma facturó un millón de euros en 2021 y 2,4 millones en 2022. Esta no era la única propuesta de la incubadora y aceleradora con base en Madrid. A cambio de orientar a las startups en la búsqueda de inversores, obtenía por defecto un 10% del capital de cada compañía. Ahí acechaba la trampa que desembocó hace apenas unos días en un duro epílogo: uFounders desaparece. 

“Habíamos lanzado un modelo que realmente no existía. Por Lanzadera han pasado 300 proyectos; nosotros llegamos a incubar 3.000. El rechazo lo notamos al desembarcar en Latinoamérica y EEUU. Los fondos no comprendían que participásemos en el capital de las startups sin poner dinero”, relata Giner. (Lanzadera aclara en una conversación posterior con El referente que ha impulsado en realidad más de 1.300 startups). La consecuencia fue más o menos obvia: si uFounders era accionista sin aportar un solo euro, ningún VC quería rascarse el bolsillo. 

Este baño de realidad acontece en otoño de 2022. El programa formativo costaba unos 900 euros, una cifra asequible si las cosas van bien, pero a la vez una losa si las expectativas no se cumplen. “Los que llegaban a la ronda de inversión sabían que esa cifra es calderilla. El problema es que a la ronda llegan muy pocos. Emprender es el ejercicio profesional más duro al que se enfrenta un ser humano, tal y como dice Steve Blank”, reflexiona Giner. 

En el pico de su actividad, uFounders sumaba 60 trabajadores. “Sabíamos que con el área de fundraising todos nuestros usuarios estaban contentos y decidimos construir una especie de SaaS con tres planes (desde 99 hasta 299 euros) para ayudar a las compañías en el proceso de levantar capital. Sin embargo, a principios de 2023 renunciamos a la política del 10%. La única alternativa que nos quedaba era montar un fondo, pero no teníamos experiencia en ese terreno”. 

Por otra parte, admite Giner, “los programas se vendían porque se incluía la posibilidad del fundraising. Sin esa pata, la propuesta perdía valor”. En esencia, uFounders peinaba el mercado del venture capital, alineaba a las startups con los fondos en función de su vertical y dejaba entonces en manos de los fundadores la tarea de cerrar ronda. 

ENTONAR EL MEA CULPA

“Ni siquiera Apple se libra de los haters”, subraya el CEO de uFounders. “Hay quienes han agradecido nuestra labor y quienes nos han mostrado su decepción. Algunas cosas las hemos hecho muy bien y otras muy mal. Siempre he intentado ayudar a los emprendedores”. El error más grave, confiesa, fue “crecer demasiado rápido”. “Nos faltó soporte tecnológico para atender mejor a todo el mundo”. 

Sumando el de uFounders, Giner ha promovido ocho proyectos “desde fintech hasta mediatech”, pasando además por incubadoras como Demium. En breve anunciará su novena incursión tecnológica, una startup de edtech para mejorar la gestión de los colegios. “Tengo ocho hijos y mi mujer es profesora. Conozco a fondo el problema”. 

Su mensaje a los iracundos y desencantados es sencillo y directo: “Intento atender a los emprendedores que han estado con nosotros en la medida de mis posibilidades y con todos los que hablo me disculpo si su regusto es amargo. Les animo en cualquier caso a seguir emprendiendo. Son ellos los que hacen posible que exista el ecosistema”.