¿Todavía le queda futuro a 'Aída'?
La mayoría de personas que sintonizan la televisión en algún momento del día conocen la serie más longeva de nuestra pequeña pantalla. Y es que 'Aída' consiguió la semana pasada este reconocimiento con su episodio número 205. Pero, como es lógico, todo debe tener su final digno. Aunque esta ficción puede no verlo jamás.
El desgaste de su audiencia no se debe a los bailes de programación de Telecinco. Tampoco se debe a la interrupción durante meses de temporadas sin acabar, al maltrato por parte de la cadena o a la repetición incesante en FDF. Su declive recae en guiones ajustados, personajes desfasados, tramas sin sentido, chistes sin gracia, tópicos continuados… Justamente igual que ocurrió con '7 Vidas', la cual fue cancelada en el capítulo 204.
PERSONAJES INSUSTITUIBLES Y PERSONAJES SUPERFLUOS
Desde el principio 'Aída' ha brillado por unas excelentes interpretaciones. Pero ninguna caracterización puede salvar al protagonista si la trama de éste roza la idiotez. Algunos están sobreviviendo como pueden. Otros se defienden. Pero cuatro de ellos son los líderes de Esperanza Sur, los que mejor porvenir tienen. ¿Quién es quién?
Chema. Probablemente sea uno de los pilares más importantes de la serie. Sus relaciones con el resto del barrio, sus intentos por cambiar el mundo, su inocencia o su pasado están consiguiendo que poco a poco vaya ganando puntos para convertirse en el personaje con más futuro del plató.
Mauricio. Una de las bazas más sobresalientes desde el principio para los guionistas ha derivado en la saturación y el cansancio por sus ideas racistas, homófobas o fascistas. En los inicios era su ventaja, los espectadores se acordaban de él por ellas y reían sus gracias. Es una ficción, por lo que sus comentarios nunca pretenden ofender, señalar o provocar. Pero tras ocho años de emisión los creadores no han sabido calmar las ansias del dueño del Bar Reynolds y la serie ha recibido quejas por sus creencias. Totalmente desfasado.
El Luisma. Uno de los personajes más queridos por todo el mundo. Casi una década conociéndolo pero aún consigue sorprender por sus ideas, sus conclusiones o sus medios para lograr algo. Aunque a veces, su trama con Ainhoa resulta bastante pesada. Puede que esto esté acortando su futuro.
La Macu. Demasiado barriobajera y excesivamente malhablada. Pero con el transcurso de las temporadas se ha transformado en uno de los personajes por excelencia de 'Aída'. Cuando falta en algún episodio se nota. Cuando aparece, se agradece. Y es que su acento y sus expresiones aún no han conseguido cansar a los espectadores.
Paz. Desde que finalizó su relación con el Luisma, la interpretación de Melani Olivares sobra por completo. No porque actúe mal (todo lo contrario) si no porque las tramas creadas por los guionistas para Paz no tienen ningún sentido. Si no apareciera en algún capítulo la audiencia no lo notaría. Y sus insistencias por volver con su ex no pueden estirarse más. Todo tiene su límite, por lo que o cesan en su idea de juntarlos o provocan que la pareja vuelva a unirse de nuevo.
Soraya. No hay duda de que es el personaje de 'Aída' en mayúsculas. Si no fuera por ella la serie estaría más hundida aún. Su relación con Chema, a pesar de no ser muy creíble, siempre juega a favor de ambos. Consigue sacar una buena carcajada al espectador. Además, su inocencia y, sobre todo, sus expresiones al hablar están marcando un antes y un después en la carrera de Miren Ibarguren.
Eugenia. La máquina de comer nunca falla. Y es que cuando se le llene el estómago, Esperanza Sur decaerá todavía más. De momento, el personaje tiene futuro pero los guionistas no pueden caer en un círculo vicioso y deben darle más protagonismo.
Fidel. Desde el principio es un personaje que, a mi parecer, es superfluo, sobra. En una serie cómica todos sus integrantes deben hacer gracia. Este no es el caso, así que no estaría mal que su madre se lo volviera a llevar.
Tony. Al final de la temporada pasada se marchó. Jamás debería haber abandonado. Era uno de los que más vida daba a 'Aída' y a todos sus personajes.
Machu Pichu. ¿Qué sería de Mauricio sin él? Le salva en todos sus disparatados planes, se deja insultar por él para disminuir sus enfados, nunca se queja, trabaja sin papeles, cobra una miseria… Sin Machu Pichu el barman no sería nada. Forman un gran complemento aunque su relación con la Macu sea una de las menos creíbles de la historia de la televisión.
El Jonathan. Han pasado los años y, lógicamente, el niño malo del barrio ha crecido. Y ese es su único problema. Antes podías reírte viéndolo en pantalla, ahora resulta aburrido y excesivo. No hay trama que lo salve.
El Barajas. Demasiado estúpido y cansino. Al principio podía hacer algo de gracia, pero con tantos años transcurridos no se le echaría de menos. El complemento con el Luisma tampoco consigue ayudarle.
Ainhoa. Tan sobreactuada que es imposible fijarse en el personaje. Los espectadores no son capaces de ver a ella, si no a Manuela Velasco. Aburre.
Sin duda, las marchas de Carmen Machi (Aída) y de Ana Polvorosa (la Lore) han resultado un gran varapalo para la serie. Y la incoporación de Dani Martínez en las próximas semanas puede ser desastrosa. Sí es verdad que, a pesar de todo esto, hay personajes que tienen mucho recorrido aún. Chema, Soraya, Eugenia o Macu son los que más futuro poseen gracias a los guionistas, pero también gracias a sus actuaciones. Sin embargo, los creadores deberían empezar a pensar en cerrar la ficción en esta temporada. Aunque , ¿qué os parecería un spin-of de los cuatro? Eso sí, con la Lore…
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