Antoni Tàpies llega al Guggenheim
Antoni Tàpies llega al museo Guggenheim de Bilbao (4 octubre- 19 enero)en una exposición que abarca la totalidad de la obra de uno de los máximos referentes del mundo artístico contemporáneo. Se trata de '''la primera revisión completa y en profundidad de las esculturas y objetos del artista'' que abarca la totalidad de la producción de su obra, desde los sesenta hasta la actualidad (1964-2009).
La exposición parte de la noción de ''Assambleage'' desde la que Tàpies desarrolla un interés que mantendrá toda su vida sobre los aspectos formales y conceptuales en cuanto a la producción de objetos y esculturas. Podremos ver obras realizadas con gran variedad de materiales y técnicas que Tàpies mantiene a lo largo de su trayectoria y permite aportar nuevas lecturas y perspectivas sobre la influencia de este artista en el arte de su tiempo.
SU ESTILO
Se le denomina matérico por el uso que hace de elementos de enorme y a veces chocante y humilde fisicidad, hasta vulgaridad (elementos cotidianos: zapatos,un ano defecando...) que no se quedan ahí si no que tienen como telón de fondo toda una filosofía basada en la espiritualidad y el dualismo del hombre y la naturaleza, influído a la vez por el budismo zen y el arte oriental. Sus técnicas más utilizadas fueron el dibujo, la litografía y el 'collage' sobre nuevos soportes plásticos.
VIDA Y OBRA
Tàpies vivió pleno reconocimiento en vida y recibió los más importantes premios españoles e internacionales. Realizó exposiciones desde los años cuarenta y fue uno de los fundadores de Dau al Set, movimiento del que se desvinculó en 1951.
El barcelonés Tapiés nació en 1923 en una familia burguesa, culta y catalanista, involucrada desde mediados del siglo XIX en una tradición editorial y librera. Un poso que no cae en vano sino que cala hondo y pronto en el artista transmitiéndole un amor por los libros y la lectura.
Una larga enfermedad pulmonar que implica también una larga convalecencia le predispone aún más a este mundo y le lleva a iniciar sus primeros pinitos artísticos. Poco a poco el artista acaba dejando sus estudios de Derecho para dedicarse en cuerpo y alma a su pasión, el dibujo y la pintura. Ya en los cuarenta empieza a exponer sus obras que no pasan desapercibidas.
La II Guerra Mundial marcó un antes y un después provocando una movimiento de sensibilidad generalizada a ambos lados del Atlántico. Nuestro artista expresa muy pronto un interés por la materia, la tierra, el polvo, los átomos y las partículas, que se plasma formalmente en el uso de materiales ajenos a la expresión plástica academicista y en la experimentación de nuevas técnicas.
Se trata de las pinturas matéricas, parte significativa de la obra del barcelonés y que constituyen un proyecto que sigue desarrollándose en la actualidad. Tàpies cree que la noción de materia debe entenderse también desde la perspectiva del misticismo medieval como magia, mimesis y alquimia. En este sentido, hay que entender el deseo del artista de que sus obras adquieran el poder de transformar nuestro interior.
LOS AÑOS QUE ABORDA LA EXPOSICIÓN
En los cincuenta y sesenta el artista elaborará una serie de imágenes, generalmente extraídas de su entorno inmediato, que aparecerán en las distintas etapas de su evolución. Su mensaje se centra en la revaloración de lo que se considera bajo, repulsivo, material (no en vano Tàpies escoge a menudo temas tradicionalmente considerados desagradables y fetichistas, como un ano defecando, un zapato abandonado, una axila, un pie y otros similares). A veces una misma imagen, además de aparecer representada de diversas formas, tendrá múltiples significaciones diferenciadas que se irán superponiendo.
Tapiés no fue ajeno a los acontecimientos políticos y sociales de su época; a medida que avanzaban los sesenta y a principios de los setenta su actitud contraria a la dictadura aumenta y sus obras también llevan impregnado parte de este espíritu, de denuncia y protesta.Y llega el arte povera a Europa, el posminimalismo a EEUU y Tàpies trabaja aún más con objetos, si mostrarlos tal y como son sino a través de su propio lenguaje.
En los ochenta, con la transición, Tàpies adquiere un interés por la tela y realiza obra con materiales como la goma-espuma y utiliza la técnica del aerosol, barnices y crea objetos y esculturas de tierra chamoteada o de bronce, siendo muy activo además en el campo de la obra gráfica. La cultura oriental es otra de las facetas que marcarán sus ochenta, una idea que ya había gestado partir de la posguerra y se va reforzando y adquiriendo base como principio de influencia filosófica fundamental sobre todo por la relación que este arte implica con respecto a la naturaleza y el hombre y la negación que nuestra sociedad ofrece para con este concepto dual. También los científicos son objeto de su interés, más bien sus nuevas ideas sobre la concepción del universo que entiende la materia como un todo, sometido al cambio y la formación constantes.
En sus últimos años sus obras se centran en una reflexión del dolor físico y espiritual que entiende como algo inseparable de la vida misma, que recuerda mucho al pensamiento budista por el que se ve influido. Su lenguaje artístico a llegado a tomar la forma del artista y llevar su voz: no es ajeno a la brutalidad del presente pero tampoco a la universalidad de las cosas, una ciertamente extrapolada de la realidad. Son la máxima expresión del dualismo que caracteriza a Tàpies.
El artista falleció a la edad de los 88 años en Barcelona, su ciudad natal. La muerte se llevó en esta ocasión a uno de los máximos referentes del arte contemporáneo occidental.
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