Shellock va a ahorrar millones a los buques mercantiles

SHELLOCK busca resolver la falta de transparencia de los envíos conectando a los participantes de la cadena logística de forma efectiva y ahorrando millones de euros. Facilita información en tiempo real para todo tipo de envíos, incluyendo el transporte marítimo. Proporcionan los datos necesarios a los integrantes de la cadena logística para anticiparse, coordinarse y tomar decisiones conscientes.

LOS INICIOS DE LA COMPAÑÍA

En el ritmo frenético del Weekend de Maritime and Blue Logistics de 2019, en Barcelona, un grupo de emprendedores armó una propuesta de valor para dar visibilidad a los envíos de logística marítima. Con ella, ganaron el segundo premio. Ese experimento de fin de semana ha evolucionado y ha sufrido múltiples cambios hasta convertirse en Shellock.

Durante el camino camino, el equipo inicial abandonó el proyecto, a excepción de Carlos Garcés. A finales de 2020, se unió, como CTO, Rafa Guerrero, que había sido jefe de Garcés y buscaba emprender. En ese momento, ya habían ganado varios concursos y habían captado la atención del sector. Estaban listos para completar su MVP.

Lo apostaron todo: dejaron su trabajo fijo para pasar noches en vela programando. Garcés dejó su piso para vivir con su tía y con su abuela, y vendió todas sus pertenencias para costear la startup. Estaban dispuestos a sacar Shellock adelante, costase lo que costase.

VALOR DIFERENCIAL Y MODELO DE NEGOCIO

A diferencia de otras propuestas, Shellock se basa en un dispositivo IoT que puede adjuntarse en cualquier tipo de envío, ya sea un contenedor marítimo, caja o pallet. Su dispositivo tiene conectividad global, sin acuerdos de roaming de por medio, garantizando la visibilidad end-to-end en este sector internacional, incluyendo el last mile. La información puede compartirse a las entidades participantes del transporte y al destinatario final.

Desde el primer día han apostado por el trabajo en remoto. Esto les ha permitido incorporar rasgos culturales de diferentes puntos del globo. Hoy, tienen equipo en Barcelona, Glasgow y Haugesund.

La compañía ha tenido que estudiar diferentes enfoques. El sector calificó de imposible la solución que Shellock soñaba con desarrollar. Se han reintentado en infinitas ocasiones hasta poder ofrecer su primera versión del producto. Cuando comenzaban sus tests en campo, llegó el confinamiento, por lo que no pudieron continuar, pero aprovecharon para sentar unas bases sólidas que hoy agradecen.

Su tecnología de última generación les ha permitido integrar varios servicios en uno solo que cubre las necesidades de perfiles muy diferentes dentro de la cadena logística. Esto abre una ventana a nuevas metodologías de trabajo y genera un impacto sistémico.

Hoy, los clientes de Shellock son importadores, exportadores y transitarios, que necesitan saber el estado de un envío por si se producen incidencias a lo largo de la cadena. Los eligen por la flexibilidad de su servicio; por ser un servicio muy fácil de usar; por cubrir la visibilidad marítima; proporcionar un alto ROI y conseguir un ahorro y nuevas vías de ingresos para sus clientes.

Con un modelo de negocio B2B, venden sus dispositivos de rastreo, los eShells. Tienen una vida útil de 5 años de uso moderado, y seis meses en caso de que sea intenso. Durante este periodo, proporcionan acceso a la plataforma, facilitando que los dispositivos puedan ser reutilizados.

Cuentan con el apoyo comunidad local de emprendedores de Barcelona, crucial en sus primeros pasos. Están asociados con la Universitat de Barcelona y su centro de emprendeduría StartUb!, con la organización de jóvenes en el sector marítimo YoungShip, y con la organización de innovación marítima StartupWharf, con sede en Londres.

Este verano han conseguido levantar su primera ronda de inversión. Con esta inyección de capital, están desplegando la primera versión de su producto. Esperan alcanzar breakeven. El próximo año, tienen previsto buscar una inversión de serie A, con la que llevar su producto al siguiente nivel y expandirse internacionalmente.