65.803 empresas han desaparecido en los dos últimos años de crisis

Según los datos de Afiliación a la Seguridad Social aportados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social el pasado 3 de septiembre, a finales de julio 2013 el número de empresas afiliadas al Régimen General de la Seguridad Social en España fue de 1.393.829 mientras dos años antes, julio 2011 era de 1.459.632, lo que supone que en los dos últimos años, coincidiendo con 8 trimestres continuados de caída del PIB, han desaparecido 65.803 empresas con trabajadores afiliadas a la Seguridad Social, un 4,51% de las que había.
Los autónomos con asalariados, las microempresas de entre 1 y 5 trabajadores, son las que menos se han reducido, fundamentalmente por la voluntad del trabajador por cuenta propia de aguantar su actividad hasta el último suspiro, comprometiendo en muchas ocasiones hasta su propio patrimonio. En este tramo a finales de julio 2013 existían en España un total de 1.088.829 empresas, el 78,1 % del total, mientras que dos años antes eran 1.121.563, lo que supone una reducción de 32.734, un 2,92%.
En el tramo de empresas de 6 a 100 trabajadores a finales de julio 2013 existían 290.884 mientras dos años antes eran 322.654; 31.770 empresas menos en este tramo, lo que implica una caída del 9,85%. Entre 101 y 500 trabajadores a finales de julio de este año existían 12.231 empresas y dos años antes había 13.347, desaparecieron por tanto 1.116, un 8,36%.
De grandes empresas, las que tienen más de 500 trabajadores, se han perdido en estos dos años de crisis un 8,85%; a finales de julio 2013 había en España 1.885 empresas de este tipo mientras en julio de 2011 eran 2.068, lo que supone la desaparición de 183 empresas del mayor tamaño.
SECRETARIO GENERAL DE UATAE
Para María José Landaburu, Secretaria General de UATAE, “de estos datos no se puede concluir que la crisis este afectando menos a los autónomos y pequeños empresarios, que son los que además tienen más dificultades para conseguir financiación, lo que sucede es que el autónomo y pequeño empresario aguanta en la actividad hasta que no puede más, poniendo muchas veces en riesgo su propio patrimonio personal”.
Para Landaburu, si es preocupante “que contrariamente a lo que sería conveniente para el tejido productivo de España y es que aumentara el tamaño de las empresas españolas, durante la crisis está sucediendo lo contrario, se han destruido con mayor intensidad las medianas y grandes empresas hasta el punto de que las empresas de 1 a 5 trabajadores representaban en julio 2011 el 76,8% del total y ahora, en julio 2013, ya representan el 78,1%, 1,3 puntos porcentuales más en sólo dos años”.
María José Landaburu estima “que no es casual que esta destrucción tan intensa del tejido productivo español coincida con ocho trimestres continuados de recesión y debe hacer reflexionar al Gobierno de España sobre la necesidad de un cambio de política económica que priorice el crecimiento económico y la generación de empleo, para lo que es necesario recuperar la demanda interna y que el crédito fluya de manera adecuada hacia los autónomos, empresas y familias”.