El año 2023 ha sido testigo de una serie de eventos tumultuosos que han marcado la escena global. Y hoy, ya en 2024, la economía mundial se encuentra en un proceso de recuperación tras enfrentar desafíos como la pandemia, la invasión rusa de Ucrania y la crisis del costo de vida. A pesar de estas adversidades, ha demostrado una notable resiliencia. Aunque la actividad económica ha experimentado una desaceleración debido a la guerra en los mercados de energía y alimentos, así como a políticas monetarias sin precedentes para combatir la inflación, no ha llegado a estancarse. Sin embargo, el crecimiento es lento y desigual, con disparidades que se incrementan.
Según las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que el crecimiento económico mundial disminuya del 3,5% en 2022 al 3% en 2023 y al 2,9% en el recién estrenado 2024. Esta revisión a la baja representa una disminución de 0,1 puntos porcentuales para 2024, cifras considerablemente por debajo del promedio histórico.
La inflación general está experimentando una desaceleración, pasando del 9,2% en 2022 al 5,9% este año y un pronóstico del 4,8% en 2024 en términos interanuales. Se espera que la inflación subyacente, excluyendo alimentos y energía, disminuya gradualmente, alcanzando el 4,5% este año. E incluso en la mayoría de los países, se prevé que la inflación no regrese a los niveles objetivo hasta 2025.
En consecuencia, las proyecciones convergen hacia un escenario de desaceleración gradual, caracterizado por una disminución de la inflación sin un impacto significativo en la actividad económica. Así, el año 2024 se presenta como una ventana de oportunidad para los inversores, con mercados financieros que han experimentado notables variaciones. En este contexto, es fundamental considerar sectores más prometedores para la inversión, basándose en datos y tendencias actuales.
El sector tecnológico continúa siendo un motor de crecimiento. Según el informe "Oportunidades del Ecosistema de Partners" elaborado por IDC para Microsoft en 15 países europeos, se proyecta que el mercado tecnológico en España crecerá a un ritmo medio del 5% entre 2021 y 2026. La categoría de software crecerá el doble de rápido, con un crecimiento anual compuesto del gasto total que superará el 10%. Las soluciones SaaS se destacan como las más demandadas, representando el 55% de la inversión total en cuatro años, con una tasa de crecimiento anual del 18%. Invertir en el sector tecnológico en 2024 ofrece una perspectiva atractiva debido a la evolución continua y el crecimiento sostenido de la industria. La rápida adopción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la computación en la nube y la conectividad 5G presenta oportunidades significativas para las empresas del sector, transformando no solo la forma en que operan, sino generando eficiencias y mejorando la productividad global.
Además, el sector tecnológico destaca por su resiliencia ante fluctuaciones económicas y su capacidad para adaptarse rápidamente a cambios en el mercado, factores que lo vuelven atractivo para la inversión. Las empresas tecnológicas mantienen su dinamismo e innovación incluso en periodos de incertidumbre económica, brindando a los inversores seguridad y potencial de rendimiento a largo plazo. Con un enfoque constante en investigación, desarrollo y mejora continua de productos y servicios, el sector tecnológico ofrece un terreno fértil para aquellos que buscan oportunidades de inversión con sólidas perspectivas y proyecciones de crecimiento en 2024.
Junto a él, aunque en menor medida, otros sectores captarán la atención de los inversores en 2024. Entre ellos, el sector de bienes de lujo proyecta un crecimiento destacado en los próximos años, ofreciendo productos exclusivos que atraen a una audiencia global cada vez más amplia. Y a pesar de sus diferencias, los sectores alimentarios, de salud y telecomunicaciones disfrutan de una demanda sólida.
La comprensión de las tendencias de inversión y la diversificación de la cartera son esenciales para una estrategia efectiva. En un mundo en constante cambio, la elección adecuada de productos y la gestión del riesgo son clave para el éxito financiero. La estrategia de diversificación busca reducir el riesgo distribuyendo el capital en diversos activos financieros, incluyendo diferentes sectores económicos y utilizando instrumentos financieros variados como acciones, bonos y productos cotizados. Además, los productos cotizados, como ETFs, opciones, futuros y warrants, ofrecen una forma sofisticada de inversión y trading, permitiendo a los inversores apostar por el rendimiento de índices, materias primas y otros activos sin necesidad de poseerlos físicamente.
Dada la complejidad del mundo de las inversiones, contar con asesoramiento profesional es crucial. Con todo el año por delante, es un imperativo conocer bien los sectores en los que vale la pena invertir. Esto es especialmente valioso para aquellos inversores que buscan aprovechar las oportunidades en el ecosistema español de start-ups, en un contexto donde las fases más tempranas, desde Pre Seed hasta Serie A, muestran un crecimiento prometedor. Esto sugiere que España está experimentando una mayor actividad en la etapa inicial de desarrollo de las empresas emergentes.
Con un enfoque estratégico y una comprensión profunda de los sectores en ascenso, el año 2024 se vislumbra como un período prometedor para aquellos que buscan oportunidades de inversión con sólidas perspectivas de crecimiento. La clave radica en estar informados y preparados para abrazar las oportunidades que el cambiante escenario económico presenta. Con el año completo por delante, el momento es propicio para tomar decisiones informadas y orientadas hacia el éxito financiero en este emocionante, pero también complejo panorama de inversiones.