La startup de tecnología Assembler Institute capta 1M€ en una ronda de financiación

Assembler Institute of Technology, la primera escuela de tecnología en España en implantar la metodología Work Integrated Learning y programas sin coste por adelantado, ha conseguido captar un millón de euros para potenciar su crecimiento en número de alumnos y programas durante los próximos años. El objetivo de la compañía es crear una generación de profesionales tecnológicos altamente cualificados.

La intención de la firma es multiplicar por cinco el número actual de alumnos en 2024, hasta superar los 1.000, y alcanzar los 10 millones de euros de ventas, con el fin de convertirse en el líder en formación tecnológica en Europa. 

Esta es la tercera vez que la compañía capta capital. En 2019, la startup obtuvo 270.000 euros gracias a la aportación de business angels de referencia del sector TIC en España. Algunos de sus inversores fueron Cabiedes & Partners, Lanai Partners o Elimu Ventures, y otros del entorno de SeedRocket.

En 2020, Assembler consiguió otros 800.000 euros en plena crisis provocada por el Covid 19, donde parte de los inversores reforzaron su posición, y dieron entrada a nuevos como Tackle Capital. La última ronda fue el pasado mes de enero, donde consiguieron un millón de euros para impulsar sus programas. En esta ronda han acudido socios anteriores como Cabiedes & Partners y se han unido nuevos como Scale Lab, la hiperaceleradora de StartsUps de Crèdit Andorrà, y The Valley Venture Capital.

APRENDIZAJE PROPIO

Actualmente, el centro cuenta con más de 200 alumnos formados o cursando algún programa de los que ofrecen (‘Executive Devops Program’, ‘Master en Software Development Remoto’ y ‘Máster en Software Development’ en Barcelona). Todos basados en Work Integrated Learning, una metodología que consiste en un aprendizaje propio, sin clases ni profesores. Dicho método se basa en el desarrollo de proyectos reales, y sin coste anticipado para el alumno.      

La empresa tiene el apoyo, como advisors e inversores, de destacados CEOs y CTOs de empresas tech como Enrique Domínguez CEO de elParking; Sergi de Pablos, Cofundador y CTO de Yaba; Juanjo Mostazo Co-fundador y CTO de Homa Games, y Bernat Ripoll, co-CEO de Holded.

Assembler Institute of Technology está liderado por Kasia Adamowicz, que acumula más de 10 años de experiencia en el sector de startups en Internet; y Cristian Fondevila, emprendedor en una serie de empresas del sector retail y logística.

LOS ALUMNOS PAGAN CUANDO ENCUENTRAN TRABAJO

Assembler Institute of Technology es la primera escuela que sigue el modelo ‘Income Share Agreement’, que consiste en financiar los estudios de sus alumnos hasta que encuentran trabajo. Así, la entidad es la primera en España en aplicar este modelo que ya utilizan en Estados Unidos escuelas de referencia como Lambda School o Holberton School.

Así, la clave está en el proceso de selección. Buscan a personas con el compromiso suficiente para asumir la experiencia que suponen sus programas. Por ello, una vez los candidatos solicitan su admisión, el equipo, hace un perfil de cada estudiante valorando sus conocimientos y experiencias previas, y mantiene con él una entrevista personalizada que les ayuda, a valorar si es apto o no. Solo uno de cada diez solicitantes es admitido. 

Con esta forma de financiación, los fundadores de la compañía quieren favorecer la igualdad de oportunidades entre sus alumnos, y sacar de cada uno de ellos lo mejor, sin importar de dónde vengan. Según los datos de la compañía, el 100% de su alumnado encuentra trabajo una vez se gradúan. Por ende, sus sueldos medios rondan los 27.000 euros anuales, lo que supone un 30% más de la media del mercado en junior developers. 

Para ello, cada uno de los alumnos cuenta con un career hub durante y después del programa. Su función es acompañarlos mientras están cursando y una vez acaben cualquiera de los programas, ayudarles en la búsqueda de empleo. En la actualidad la industria de software development es uno de los sectores más demandados a nivel internacional, donde el paro es prácticamente nulo.