Egipto se prepara para un nuevo ‘Viernes de la Ira’

Egipto se prepara para otra jornada de tensión y violencia tras la convocatoria de los Hermanos Musulmanes de una gran manifestación nacional para protestar por los desalojos de las acampadas islamistas que se saldaron con 538 detenidos, 638 muertos y 3.994 heridos, según fuentes oficiales. Los Hermanos Musulmanes hablan de 4.500 personas fallecidas.

A través de un comunicado, el partido islamista ha pedido una “marcha de la ira” nacional, que se espera que sea secundada por millones de fieles después de las oraciones del mediodía.” A pesar del dolor y la tristeza por la pérdida de nuestros mártires, la delincuencia de los últimos golpistas ha aumentado nuestra determinación de acabar con ellos”, reza el comunicado.

El portavoz de los Hermanos Musulmanes, Gedad El-Haddad, ha publicado en Twitter que “las marchas antigolpe partirán de todas las mezquitas de El Cairo en dirección a la plaza Ramisis, después de los rezos, en un nuevo viernes de la ira”.

Los enfrentamientos comenzaron el pasado miércoles en el momento en el que la policía dio paso al desalojo de las principales acampadas que reivindican la vuelta del presidente Morsi. Poco a poco los enfrentamientos se multiplicaron por las principales ciudades del país. Los choques entre militares y manifestantes han dejado 41 muertos en Menia, 35 en Fayum, 15 en Ismalia y 10 en Alejandría.

El Gobierno ha decretado el estado de emergencia en todo el territorio nacional durante los próximos 30 días, y ha ordenado un toque de queda nocturno, de siete de la tarde a seis de la mañana, en once provincias, incluyendo las principales ciudades.

ATAQUES A IGLESIAS CRISTIANAS

La Unión Juvenil de Maspero (MYU) es una organización egipcia que defiende a la comunidad copta (cristiana) en el país. Según datos de la institución, al menos 36 iglesias fueron atacadas y destruidas durante las protestas del miércoles, en lo que han calificado como ataques organizados de la organización islamista.

El portavoz de MYU, Antwan Adel, ha declarado que los ataques contra la comunidad copta se saldaron con dos muertos. Las autoridades no se han pronunciado acerca de ello. Lo único que ha reconocido el Ministerio de Interior son ataques contra siete iglesias, pero no ha afirmado que hayan sido destruidas. Informa el diario Al-Ahram.

En la localidad de Menia, al menos once iglesias fueron atacadas, algunas de ellas “incendiadas hasta los cimientos”. Gebrial Dafsahn, portavoz del Centro Juvenil Cristiano de Menia ha acusado al gobierno de “laxitud” ante los ataques. “No hubo presencia de las fuerzas de seguridad. Incluso cuando llamamos a los bomberos para pedir ayuda nos dijeron que también estaban siendo atacados”, ha sentenciado Dafsahn.

EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU LLAMA A LA “CONTENCIÓN”

Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha llamado a todas las partes en Egipto a “ejercer la máxima contención”. “La postura de los miembros del Consejo de Seguridad es que es importante acabar con la violencia en Egipto y que las partes ejerzan la máxima contención, ha declarado la embajadora argentina, María Cristina Perceval.

También ha adelantado que los 15 miembros del Consejo han coincidido “en la necesidad de acabar con la violencia para avanzar en la reconciliación nacional”. El órgano se ha reunido a puerta cerrada a petición de Reino Unido, Francia y Australia para abordar la crisis de Egipto.

“LA RABIA ESTÁ FUERA DE CONTROL”

El-Haddad ha avisado de que la violencia implica que la rabia, días después de la matanza en las acampadas, “está ahora fuera de control”. El portavoz, que no ha desvelado dónde se encuentra, tampoco sabe el paradero de los líderes de los Hermanos Musulmanes tras el ataque, tan solo confirmó que dos de ellos se encontraban heridos y seis perdieron “a sus hijos e hijas”.

"Después de los golpes, los arrestos y los asesinatos a los que estamos haciendo frente, las emociones están demasiado elevadas como para guiarnos", ha insistido. “Está fuera de control. Siempre ha existido ese miedo. Y con cada masacre se incrementa”, ha declarado El-Haddad. “El verdadero peligro surge cuando los grupos de personas, enfadados por la pérdida de sus seres queridos, comiencen a movilizarse”.

Las protestas se siguen extendiendo mes y medio después del golpe de Estado que depuso al presidente Morsi. Desde entonces, la sociedad egipcia se ha polarizado de tal forma que hay protestas casi a diario y la violencia se ha recrudecido tras el desalojo de las acampadas, que ha acabado con cientos de muertos y miles de heridos.