"Debemos asumir que la movilidad está cambiando hacia una vertiente más personal y sostenible"
Solum es una startup creada por Carlos Rodríguez (CEO), Luis Muñoz (VP of Product & Marketing) y Antonio Cabrera (VP of Technology & R&D), tres amigos ingenieros que obtuvieron la idea para esta compañía tras un estudio acerca de los espacios disponibles en las ciudades para disfrute del ciudadano. ¿Cómo se materializó? A través de una baldosa solar, desarrollada a partir de paneles fotovoltaicos convencionales, a los que se aplican una serie de procesos patentados que los convierten en pavimento. La solución permite obtener energía limpia sin afectar estéticamente al entorno urbano, contribuyendo, además, a lograr ciudades más sostenibles y promoviendo una micromovilidad ordenada y capaz de recargarse con energía 100% limpia.
Los tres fundadores fueron testigos de cómo se vive en otras ciudades europeas y americanas. Siendo usuarios de vehículos de movilidad personal como los patinetes eléctricos, se dieron cuenta de cómo en las ciudades existe mucho espacio destinado a los coches pero poco para uso y disfrute del ciudadano. "Hicimos un estudio acerca de los espacios que quedaban disponibles y cómo se podrían aprovechar mejor. Ahí vimos claramente dónde enfocar nuestra idea de negocio", cuentan a El Referente.
Solum se creó oficialmente en 2019, de la mano de Andalucía Open Future, con su pavimento solar como producto estrella. Su propuesta también le ha llevado ser una de las participadas de Wayra, la iniciativa de apoyo al emprendimiento que lanzó Telefónica en 2011, y que recientemente ha cumplido diez años de actividad. Durante este periodo ha ayudado a crear y transformar ecosistemas de emprendimiento locales en Europa y América Latina. Diez años de inversión ininterrumpida en 800 startups que ha contribuido a impulsar la creación de más de 10.000 empleos de alta cualificación.
¿Cómo habéis evolucionado desde vuestra creación en 2019?
Gracias al respaldo inicial de Andalucía Open Future pudimos crear la empresa y empezar a asentarnos con mucho esfuerzo por parte del equipo. Una vez despegamos, hemos tenido también el apoyo, a través de varios concursos, de grandes empresas como Capital Energy y Naturgy o, más recientemente, Iberdrola. Poco a poco vamos contactando tanto con empresas del ámbito privado como con administraciones públicas para dar a conocer nuestros proyectos y buscar la mejor oportunidad para encajar nuestra solución.
¿Y cómo lo ha hecho el ecosistema emprendedor en España? ¿Qué notáis?
Quizá derivado de la pandemia, y del papel tan destacado que ha cobrado el entorno digital, puede que, a día de hoy, la tarea de emprender sea algo más llevadera. Pero sigue habiendo muchas trabas financieras y administrativas para aquellas personas que quieren poner en marcha una idea. En contraste, es cierto que proliferan ahora los encuentros con startups, que organizan grandes compañías que apuestan por este tipo de empresas para aportar a sus compañías la innovación que necesitan para afrontar los retos de la sociedad actual. En este sentido, se valoran muy positivamente todas las competiciones y premios que se organizan. De esta manera, los emprendedores podamos mostrar al mundo cuáles son nuestros proyectos e incluso algunos podamos hacer piña y colaborar juntos en ciertos aspectos.
¿Qué hay del sector de la movilidad? ¿Por qué existe más conciencia sobre la necesidad de transformación?
Parece efectivamente que todo el mundo es más consciente de las consecuencias que está teniendo la masificación de las grandes ciudades. También de las decisiones y los cambios que hay que adoptar si queremos caminar hacia unas ciudades inteligentes y sostenibles. El sector de la movilidad es uno de las claves para dirigir este cambio, que actualmente afronta retos importantes derivados de los grandes atascos y los desplazamientos que se generan en horas punta. Estos hacen que los ciudadanos tengan que copar con un elevado nivel de estrés desde primera hora de la mañana. Nuevas formas de movilidad, y en concreto, de micromovilidad, están surgiendo para dar respuesta a estos problemas; cada vez son más las personas usuarias de vehículos compartidos, bicicletas y patinetes, tanto de alquiler como privados. Nuevos medios de transporte más rápidos y más sostenibles.
¿Cómo transformáis los paneles fotovoltaicos convencionales en pavimento?
Utilizamos un módulo convencional, un panel fotovoltaico al que añadimos una serie de materiales que son capaces de transformar el módulo en pavimento. Estos materiales ya se usan en la industria fotovoltaica, pero los procesos que se aplican para obtener el pavimento los hemos patentado en Solum. El resultado es un pavimento solar que tiene la misma eficiencia que un módulo monocristalino, con tedlar oscuro, más resistente que el hormigón y sin necesidad de más mantenimiento que el de un suelo común.
¿De qué manera llegasteis a esta solución? ¿Qué tecnología ha sido necesaria para crear Solum?
Estudiamos a fondo los procesos de fabricación de los paneles fotovoltaicos convencionales. Además, nosotros previamente habíamos trabajado en la industria, por lo que estábamos familiarizados con esta tecnología. Con este conocimiento, empezamos a estudiar cómo se podría conseguir lo que queríamos sin salirnos de los procesos habituales en el sector. Llegados a este punto, fue cuestión de ver las propiedades de diferentes materiales y hallar la mejor forma de combinarlos para obtener lo que buscábamos; no fue rápido ni fácil pero lo conseguimos.
Tenéis diversos productos ya patentados, ¿dónde están instalados? ¿Dónde se están utilizando?
Nuestro producto estrella es nuestro pavimento solar. Si bien hemos desarrollado estaciones de carga para vehículos de movilidad personal, como pueden ser los patinetes eléctricos y, próximamente, también bicicletas eléctricas. Estas estaciones se pueden alimentar también con energía solar a través de nuestra baldosa, o pueden estar conectadas a la red. Ya tenemos instalados diversos proyectos que se han puesto en marcha en 2021. Nuestro suelo solar está en el Puerto de Valencia; dos de nuestras estaciones están en Sevilla (una para patinetes de alquiler y otra para patinetes privados, la única que existe hasta la fecha); y una cuarta estación en Madrid, en la Universidad Francisco de Vitoria. También estamos ultimando otros proyectos en Madrid y Barcelona. Y ya tenemos uno instalado a nivel internacional, concretamente en Ámsterdam, en un edificio de oficinas de una de las compañías de CRH, grupo irlandés líder en materiales de construcción.
¿Cuál ha sido la acogida por parte del mercado y las administraciones?
Seguimos manteniendo reuniones tanto con empresas privadas como con distintas administraciones públicas, a las que presentamos nuestras soluciones. Por parte de todas ellas estamos recibiendo muy buena acogida. Y es que coinciden en que debemos asumir que la movilidad está cambiando hacia una vertiente más personal y sostenible, y las organizaciones deben girar también en esa dirección. Tanto nuestro suelo solar como nuestras estaciones de carga son una buena solución para empresas y entidades ya sean públicas o privadas que quieran apostar por la sostenibilidad en sus instalaciones y ofrecer este servicio a empleados y otros usuarios.
Uno de vuestros proyectos ha llegado a Ámsterdam, ¿en qué punto os encontráis de vuestro proceso de expansión?
Exacto, tenemos ya instalado un proyecto doble en las oficinas de Zoontjents, una de las empresas de CRH, proveedora de materiales de construcción. Han contado con nuestro punto de estacionamiento y carga de vehículos de micromovilidad para su entrada y para la azotea de sus oficinas en Ámsterdam. Éste es nuestro primer salto al mercado europeo y ya tenemos nuestras miras puestas en otras ciudades de Francia e Italia. Además, recientemente hemos sido elegidos para participar en un proyecto del EIT Urban Mobility, junto a otras empresas, por que nuestras estaciones de carga van a llegar a las ciudades de Barcelona, Estambul y Tesalónica.
¿Existen otras soluciones como la vuestra? Si las hay, ¿qué os diferencia?
Tenemos constancia de que hay otras dos empresas a nivel mundial, que también fabrican pavimento solar, pero no es exactamente la misma solución que aporta Solum. En nuestro caso, lo hacemos en base a un módulo convencional, un panel fotovoltaico al que añadimos una serie de materiales que son capaces de transformar el módulo en pavimento. Estos materiales ya se usan en la industria fotovoltaica, pero los procesos por los que se aplican para obtener el pavimento los hemos patentado ya en Solum.
¿Qué nos podéis contar de las inversiones que habéis recibido? ¿Qué ha supuesto para vosotros el apoyo de Wayra?
Durante estos dos primeros años de vida hemos contado con el respaldo de diversos premios y concursos, y con el apoyo del Instituto Tecnológico Europeo a través de diversas iniciativas como Climate-KIC, Cleantech Camp o EIT Urban Mobility.
El pasado mes de julio cerramos una ronda de inversión de 750.000 gracias al apoyo de entidades como Wayra, Fondo Bolsa Social, Quantum (Capital Energy) e inversores privados. Esto nos ha dado un gran impulso para, en primer lugar, ampliar nuestro equipo. Recientemente hemos llevado a cabo nuevas incorporaciones en la plantilla, con los perfiles de Sales manager, Office Manager, Operation Manager, R&D Manager y Operation Technician, que nos van a ayudar, sin duda, a conseguir nuestros objetivos. En segundo lugar, gracias a esta inyección de capital, estamos inmersos en diversificar nuestros productos, con vistas al lanzamiento de una estación para bicicletas eléctricas, y enfocando también nuestro trabajo en asentarnos en el mercado español y comenzar a expandirnos por el europeo.
¿Por qué es importante esta iniciativa y que las corporaciones apuesten por las startups?
Los emprendedores tenemos buenas ideas pero, por lo general, pocos recursos. Iniciativas como Wayra, el hub de innovación abierta de Telefónica, son necesarias para poner en valor estas ideas y para darles el impulso que necesitan para que se puedan visibilizar y poner en marcha. Gracias a que contamos con el apoyo de Wayra, en Solum hemos podido estar presentes en ferias y congresos relacionados con la movilidad sostenible. En ellas hemos expuesto nuestras soluciones, hemos cerrado reuniones y hemos contactado con otras startups con las que poder establecer sinergias y colaboraciones en un futuro.
¿Cuándo abriréis otra ronda? ¿Qué consejos tenéis a las personas que la estén buscando?
Siempre estamos en búsqueda de nuevos inversores que apoyen nuestras ideas. Eso nos permite poder desarrollar nuestros proyectos en menos tiempo y ser así más competitivos. Sin embargo, actualmente, y tras la ronda de inversión cerrada en julio, estamos centrados en distribuir todo ese apoyo que hemos recibido y poder materializar las ideas que hasta ahora sólo estaban descritas en el papel.
A empresas que estén ya planteándose ir a por una ronda de financiación, les diríamos que en primer lugar deben preguntarse si su proyecto es atractivo para los inversores; estos suelen buscar ideas que tengan mucha capacidad de crecimiento y que, además, estén ya testadas en el mercado. Deben dejar claro en qué consiste, de dónde parte la idea y cuál va a ser su desarrollo, todo ello apoyado con números y evidencias de qué han logrado hasta el momento. Y, por último, que sean muy humanos; dejar ver el talento de quienes están detrás de esas ideas es un factor clave y diferenciador.
¿Qué balance hace Solum del 2020-2021?
Podemos calificar estos dos últimos años como aquellos que han supuesto el lanzamiento definitivo de Solum. Gracias al apoyo que hemos recibido de grandes entidades, entre las que se encuentra Wayra, hemos dado visibilidad a nuestra idea y hemos participado en numerosos eventos y ferias. En ellas hemos podido presentar nuestras soluciones de estacionamiento y recarga para vehículos de movilidad personal y, gracias a la materialización de algunos proyectos concretos, cada vez más empresas privadas y administraciones públicas están conociendo los productos de Solum y cómo estos pueden contribuir a una movilidad ordenada y sostenible. Estamos muy contentos con el desarrollo que estamos teniendo. También con las perspectivas que tenemos gracias a próximas oportunidades en otras ciudades españolas como Barcelona, Málaga o Bilbao y nuestra expansión por el mercado europeo.
¿Qué ventajas y desventajas tiene emprender?
Obviamente, para emprender se necesita, en primer lugar, una idea de negocio. Y, en segundo, una motivación que va a variar en función de cada persona. En nuestro caso, tras haber vivido y trabajado en el extranjero, teníamos un proyecto en mente y queríamos materializarlo en nuestra ciudad, en Sevilla. Queríamos volver y ese fue el detonante para lanzarnos a esta aventura de poner en marcha Solum. Tomar la decisión de emprender conlleva poder disponer de autonomía para llevar a cabo las tareas u otorga cierta flexibilidad a la hora de disponer de nuestro tiempo. Es una labor dura, pero que se sobrelleva gracias a la ilusión y las ganas que hay detrás, al tratarse de una idea propia y que sabes que puede contribuir, en nuestro caso, a unas ciudades más sostenibles.
En contrapartida, hay que mencionar que el esfuerzo, sobre todo al principio, es enorme. Se requiere de mucho trabajo para poder dar forma a la idea que tenemos en mente. Estamos rodeados en la mayoría de los casos de incertidumbre, sin saber si finalmente esa idea va a cuajar, si va a contar con el apoyo necesario para poder llevarla a cabo. Afortunadamente hay mentores que nos ayudan a analizar todos los aspectos que influyen a la hora de emprender. Algunos de ellos son el financiero, el legal, el relacionado con la estrategia del negocio u otros campos como la comunicación, el marketing o la ciberseguridad; un apoyo que ayuda a paliar las inseguridades.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.