"Más del 80% de los pacientes experimenta miedo o ansiedad durante su visita al dentista"
Actualmente, no existe ninguna otra solución que sirva exclusivamente para mejorar la comunicación durante el tratamiento odontológico
Kit Calm Innovation Company nació el 30 de enero de 2017. Durante ese primer año, la startup fabricó los primeros prototipos, que fueron probados en la clínica de la doctora Maroto. Después se instalaron versiones definitivas de Kit Calm en clínicas de profesionales con una dilatada experiencia, que lo probaron durante meses con todo tipo de pacientes y en todo tipo de intervenciones. ¿Y para qué sirve exactamente? Se trata de una solución que mejora el tratamiento odontológico, y en especial, la experiencia de los clientes de las clínicas.
Luis González-Simarro Rodríguez, CEO y cofundador de Kit Calm, y Roberto Barrios Corpa, Director de Desarrollo de producto y cofundador, son amigos desde pequeños, mientras que Laura Maroto, también miembro del equipo, es la odontóloga asesora del proyecto.
"La experiencia propia ha sido clave a la hora de que surgiera la idea", comenta Luis. Durante una intervención dental, que hicieron precisamente a Luis, y que se complicó un poco, el doctor, preocupado por si se cansaba de tener la boca abierta o quería descansar, no paraba de preguntarle si me encontraba bien. La respuesta de Luis eran diferente tipo de sonidos, más o menos glamurosos y, en cualquier caso, difíciles de interpretar. En ocasiones quería decir que pararan y seguían, o lo contrario. Luis no podía levantar la mano ni hacer excesivos gestos, en parte porque estaba parcialmente tapado y en parte porque estaban trabajando muy cerca de su boca y no veían sus manos. También tenía miedo de que al hacer gestos moviera la mano del doctor y le hicieran daño. En ese momento pensó: "En este gabinete dental del siglo XXI, que parece una nave espacial, ¿de verdad la única manera de comunicarse es poniendo caras o haciendo gestos?".
Así nació un proyecto como Kit Calm, que ahora fomra parte del Programa Minerva.
¿Cómo han reaccionado los dentistas y el sector a vuestra solución?
Está claro que los dentistas llevan toda la vida trabajando sin Kit Calm, nosotros hemos creado algo que es 100% nuevo en odontología. Por eso nuestra principal labor, una vez desarrollado el producto, ha sido darlo a conocer a los profesionales.
Ya son mas de 300 clínicas las que usan Kit Calm y la acogida ha sido inmejorable. Muchos doctores publicitan Kit Calm en su Instagram o redes sociales y comentan lo bien que les va.
A nosotros nos gusta hablar con datos objetivos y, tras una encuesta a nuestros clientes, sabemos que el 84% de las clínicas usan Kit Calm con todos sus pacientes y el 14% lo usa para determinadas situaciones, como cirugías, niños o pacientes con miedo. Eso suma un 98% de clínicas que lo usa.
¿Y los pacientes?
Los pacientes lo tienen claro, les encanta. El Master de Cirugía Oral y Maxilofacial de la Universidad de Sevilla conjuntamente con el Dental Group for Innovation and Technology.
(DeGIT), y con el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada, están realizando un estudio clínico de Kit Calm en cirugías, los resultados de dicho estudio son muy completos y se publicaran próximamente, pero podemos anticipar que al 98’09% de los pacientes les gusta Kit Calm. Una vez más, los datos objetivos hablan por sí solos.
Además, una cadena de clínicas odontológicas, de la que preferimos no revelar el nombre aún, ha testado nuestro sistema con más de 300 pacientes y Kit Calm ha obtenido un NPS de +63.
¿Qué implica mejorar la comunicación entre ambos?
En primer lugar, obviamente, una mejor experiencia para el paciente durante la intervención. Pero, en segundo lugar y no menos importante, implica una mejora del tratamiento en sí, ya que, con un paciente relajado, se optimizan los tiempos y los resultados del mismo.
Y una vez más y con los datos del estudio universitario interterritorial que comentábamos, podemos decir que el 92'38% de los pacientes indicó que estaba más relajado durante la intervención gracias a Kit Calm.
¿Qué resultados habéis conseguido hasta el momento?
Durante 2018 acudimos a la feria Expodental, la mayor del sector en nuestro país y Kit Calm fue presentado en el Speaker's Corner, donde se dan cita las propuestas de vanguardia de la industria dental.
Ahora mismo Kit Calm se comercializa, además de en nuestra página web, en algunos de los mayores distribuidores de equipamiento odontológico de nuestro país, como son Proclinic o Casa Schmidt.
Además, en septiembre de 2018 entramos en el Programa Minerva, sin duda un hito importante para una empresa que en esos momentos tenía apenas un año de vida y que conseguía ser seleccionado en uno de los mejores programas de aceleración de España.
Pese a no publicitarnos ya tenemos ya dispositivos en países como Singapur, Santo Domingo o Brasil, por lo que afrontamos 2019 con mucha ilusión.
¿Qué es lo que destacaríais de dicha colaboración con Minerva?
Sin duda valoramos especialmente el mentoring y el asesoramiento que nos presta el equipo humano que forma el Programa Minerva, profesionales con dilatada experiencia que aportan todo su conocimiento y que se toman los proyectos como propios. Además, valoramos mucho el excelente networking que se crea con el resto de los proyectos pertenecientes al programa.
¿Por qué consideráis importante que existan este tipo de iniciativas?
Siempre digo que las ideas son como los incendios, en un primer momento cualquiera, con solo soplar puede apagarlos, pero si echamos combustible y el fuego crece, será imposible. En este sentido iniciativas como el Programa Minerva son el "combustible" para las ideas.
¿Qué tipo de clientes tenéis?
Nuestros clientes son todo tipo de odontólogos y clínicas dentales: desde Odontopediatras, hasta cirujanos maxilofaciales, clínicas de grandes ciudades, pero también clínicas de pequeñas localidades. Kit Calm supone una inversión muy ajustada económicamente y ofrece unos resultados espectaculares.
¿Por qué os eligen?
Actualmente, no existe ninguna solución que sirva exclusivamente para mejorar la comunicación durante el tratamiento odontológico.
Hay algunas soluciones para mejorar la experiencia del paciente, como gafas de realidad virtual, que no valen para todas las intervenciones por su complejidad. El tipo de paciente también es importante, pues hay que adaptarse a niños, ancianos o pacientes especiales. La sencillez de Kit Calm es uno de sus puntos fuertes: vale para todo tipo de pacientes, incluso para niños, pues cuenta con un mando especial para ellos. Siempre repetimos que 'no nacemos con miedo al dentista' y los niños deben ser tomados con especial consideración.
¿Por qué era necesario que naciera una empresa como vosotros?
Más del 80% de los pacientes experimenta miedo o ansiedad durante su visita al dentista. Y este "miedo" es un problema grave, puesto que hace que la gente retrase su visita al dentista y luego tenga problemas más graves. Además ralentiza los tiempos del tratamiento, ya que el dentista tiene que tranquilizar al paciente. Trabajar con un paciente estresado es siempre más complicado y dificulta la labor del profesional.
¿A qué se debe ese miedo al que hacéis referencia de manera habitual?
Los estudios demuestran que este miedo o estrés no viene tanto del dolor experimentado, como de la sensación de pérdida de control que el paciente experimenta cuando está en la silla del dentista con la boca abierta y sin posibilidad de comunicarse.
¿Cómo funciona exactamente vuestro dispositivo?
El sistema consiste en un receptor inalámbrico portátil, instalado en la unidad dental, que emite una señal luminosa y acústica cuando el paciente pulsa un control remoto. Cuando el paciente quiera comunicarse solo tendrá que pulsar el botón y el aparato emitirá una señal sonora acompañada de otra luminosa.
La clave de Kit Calm es la sensación de control de la situación que otorga al paciente. Solo el 5% de los pacientes pulsa el mando durante el tratamiento, y es que el simple hecho de tenerlo entre las manos ya disminuye su ansiedad, el éxito del dispositivo va más allá de que el paciente lo pulse o no.
No somos el botón del pánico o del dolor, el dentista puede marcar la pauta: "Si te molesta, pulsa", "si algún diente te cala más, pulsa", "si todo va bien, pulsa", y el sanitario actúa en consecuencia.
Siempre tuvimos en mente la máxima de que "simple es mejor" y, además sabemos que la gente cuando esta estresada no está para que le expliquen complicados mecanismos, por eso tratamos de hacer un dispositivo lo más efectivo y lo más simple posible, que valiera para todo tipo de pacientes, desde niños, hasta ancianos o incluso pacientes con determinadas minusvalías o necesidades especiales.
¿Qué obstáculos habéis encontrado en el desarrollo tecnológico?
Para el desarrollo de nuestra tecnología inalámbrica y el desarrollo de las características especiales de nuestro dispositivo, como que los mandos sean lavables y resistentes al agua, que el receptor se acople a la práctica totalidad de sillones dentales y lámparas quirúrgicas, etc., hemos contado con la ayuda de nuestros socios tecnológicos, punteros a nivel mundial en este tipo de tecnología, y que nos han ayudado a salvar cada obstáculo, convirtiéndolo en un reto a superar en este sentido.
¿Qué mejoras o nuevas funcionalidades queréis llevar a cabo?
El dispositivo actual ya tiene implementada una importante mejora y es que, si bien Kit Calm estaba ideado para comunicarse estando en la misma sala, aumentamos su alcance a una distancia de 300 metros. Así cuenta con una función extra, muy útil para los blanqueamientos dentales, ya que permite dejar al paciente solo y relajado en el sillón mientras el blanqueamiento hace efecto (que suele ser cuestión de varios minutos) sin que se sienta desatendido ya que el profesional puede llevarse el receptor consigo fuera del gabinete, y el paciente sabrá que puede comunicarse inequívocamente con solo pulsar su botón.
¿Cuáles son vuestros planes de expansión?
De momento queremos seguir expandiéndonos por España y en breve comenzar la internacionalización.
¿Cuál es el modelo de negocio de Kit Calm?
Diseñamos y fabricamos dispositivos que mejoran la comunicación en el ámbito de las intervenciones medicas y los comercializamos directamente o mediante distribuidores.
¿Cómo ha sido vuestro proceso con respecto a la inversión?
No hemos buscado financiación externa, de momento todo el desembolso económico lo hemos afrontado los propios socios, ya que confiamos 100% en el proyecto. No obstante, somos conscientes de que en el futuro necesitaremos inversión para crecer más rápido. En esta fase consideramos el asesoramiento de los mentores de Minerva como algo fundamental.
¿Cuáles son vuestros objetivos a partir de ahora?
Nuestra visión es convertirnos en la empresa líder a nivel mundial en sistemas de comunicación durante intervenciones médicas en las que, por cualquier circunstancia, el paciente tenga disminuida su capacidad de comunicación, y para ello a corto plazo queremos seguir creciendo a nivel nacional y empezar con la internacionalización a gran escala.
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