"Las aceleradoras de empresas jugarán un papel fundamental en la orientación del emprendedor en los próximos años"
El Programa Minerva, iniciativa de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidad y Vodafone, abrió el pasado 15 de septiembre la recepción de candidaturas para su octava edición.Las startups interesadas en participar en este programa de impulso al emprendimiento tecnológico pueden presentar su candidatura hasta el 30 de octubre a través de a web.
Para el desarrollo de esta octava edición se seleccionarán a un máximo de 30 proyectos empresariales de base tecnológica.
Minerva tiene como objetivo acelerar la llegada al mercado de los productos o servicios de las startups seleccionadas. Lo hará a través de la consolidación de su modelo de negocio, con formación y mentorización personalizada. En las siete ediciones anteriores la iniciativa recibió más de 1.200 solicitudes. Estas era procedentes de todas las provincias andaluzas y de otras zonas de España como Madrid y Valencia.
El Programa Minerva ha adaptado su modelo de aceleración a la situación sociosanitaria actual. La octava edición dará comienzo en enero de 2021 con 30 proyectos participantes para la fase de preaceleración. Esta durará dos meses y se realizará de manera 100% virtual. A partir de marzo, en función de las restricciones y medidas de seguridad sanitarias, se mantendrá el formato virtual o se complementará con acciones presenciales de formación y asesoramiento.
El Referente habla con Gracia Catalina Piñero, directora del programa, sobre esta nueva convocatoria.
¿Cómo habéis trabajado en el programa Minerva durante los meses de confinamiento?
Gracias a las nuevas tecnologías, hemos podido trabajar cómodamente con proyectos de todas las provincias andaluzas sin necesidad de desplazamiento. Siempre hemos sido partidarios de promover ciertas sesiones de trabajo y formaciones para crear comunidad, no nos ha supuesto ningún problema adaptar 100% el modelo de aceleración al mundo online.Hemos trabajado con la mayor normalidad posible dentro de las circunstancias personales. Especialmente por la conciliación con la vida personal y el cuidado de personas dependientes a los que todos nos hemos tenido que enfrentar, y considero que lo hemos hecho muy bien.
Además, en esta edición vigente se ha tomado una decisión excepcional en el paso a la fase final de la aceleración. Estaba previsto selección un máximo de 10 proyectos para trabajar con ellos en este último trimestre del año, pero propusimos a nuestros promotores, Vodafone y la Consejería de Transformación Económica, que siguieran adelante los 12 proyectos que finalizaban la fase para que todos pudieran aprovechar los recursos de la última fase de trabajo y así lo hemos hecho. Consideramos que el esfuerzo realizado en los últimos meses, la capacidad de reinventarse y asimilar las nuevas circunstancias de estas doce startups, merecían este reconocimiento.
¿Qué supuso para ti estar al frente del programa en momentos tan difíciles?
Pues lo que entiendo ha supuesto para todos, un reto y una adaptación necesaria y acelerada. Creo que en Minerva, en general, sabemos adaptarnos muy bien a las circunstancias y las situaciones particulares, y hacer las cosas ‘acelerados’ es nuestro pan de cada día.Al fin y al cabo es también parte de nuestro trabajo, adaptar nuestro programa constantemente a las necesidades de los emprendedores, a la situación del ecosistema, a las nuevas metodologías de trabajo, etc.
Creo también que en momentos más complicados es donde se aprecia la excelencia de las personas con las que trabajas. Mis compañeros en Minerva (Carla García, Salvador Romero y David Facenda) no han hecho más que volver a poner de manifiesto que son excelentes profesionales, con una gran capacidad de adaptación y que, ante cualquier dificultad, saben perfectamente ajustarse y sacar lo mejor de cada situación.
¿Cobran más importancia las aceleradoras de empresas en tiempos como los que estamos viviendo actualmente? ¿Por qué?
En mi opinión, sí. Una aceleradora de empresas es, al final y al cabo, un aliado que puede ayudar al emprendedor en el complicado camino de emprender. Si el camino se hace aún más dificultoso, contar con un aliado que sume recursos, contactos, conocimientos, capacidades, … al proyecto emprendedor, cobra aún más relevancia.
Se calcula que un proyecto emprendedor tarda entre dos y tres veces más en conseguir sus primeros objetivos si lo hace solo a si lo hace acompañado por una aceleradora. Es una estadística que ahora se tendrá que actualizar y que, probablemente, arroje unos índices mucho más complicados para la supervivencia de una empresa de reciente creación. Por ello, un programa como Minerva es una ayuda para asentar las bases de un modelo de empresa sostenible en el tiempo, que siga generando ingresos a través del crecimiento de clientes y de la exploración de nuevos mercados.
Estoy convencida de que las aceleradoras de empresas jugarán un papel fundamental en la orientación del emprendedor en los próximos años. Según el informe de situación del emprendimiento tras la crisis del COVID19 del Observatorio GEM, entre las medidas más solicitadas a la administración pública estará contar con más ayuda para crear nuevas empresas (40,4%). En este mismo informe, el equipo GEM indica como recomendación para reactivar el ecosistema emprendedor la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio y generar innovación colaborativa y abierta, entre otras, en las que las aceleradoras de empresas tienen mucho que aportar.
¿Cómo está afectando esta situación a vuestras startups?
Es evidente que es una situación que afecta gravemente a nuestro ecosistema empresarial, y las empresas de reciente creación también han sufrido estragos. Además, las startups en aceleración están particularmente orientadas a validar su mercado y su modelo de negocio, lo que les ha obligado a tomar decisiones mucho más rápido y en la mayoría de los casos, les ha obligado a darle una vuelta por completo a la solución que desarrollaban.
Las que han resultado más perjudicadas, en este sentido, han sido nuestras aceleradas del sector turismo y aquellas que promovían actividades de ocio, por causas evidentes: se ha paralizado la movilidad geográfica, se han cerrado locales de ocio y se han marcado medidas como el distanciamiento social. Con este panorama, se complicaba mucho realizar la validación de un modelo de negocio durante el confinamiento.
Desde Minerva hemos aconsejado que este tiempo de obligada parada en nuestros hogares sirviera también para trabajar en otros aspectos del negocio que muchas veces, se tiende a desatender o delegar en terceros por falta de tiempo o no se tratan hasta tener más madurez. Por ejemplo, revisión exhaustiva de aspectos legales, planificación de acciones de comunicación para el próximo año o exploración de nuevos mercados en el ámbito digital.
No obstante, la clara ventaja que tienen las startups es que son capaces de adaptarse muy rápidamente a los cambios. Al contrario que puede ocurrir en una gran empresa, con una estructura compleja, las startups se adaptan rápido, son capaces de pivotar sus modelos de negocios en pocas semanas y eso le da una ventaja competitiva importante en estas situaciones.
¿Cómo afrontáis esta nueva edición con la crisis de la COVID19 de por medio?
El modelo de aceleración Minerva siempre ha sido semi-presencial, pero esta edición se adapta a la situación sociosanitaria actual y será 100% virtual en las fases de selección y pre-aceleración, es decir, será todo virtual hasta marzo de 2021. A partir de entonces, se valorará la conveniencia de pasar a la modalidad semi-presencial.
Desde Minerva creemos que esta modalidad 100% virtual al inicio de la aceleración puede ser muy positiva, pues mantendremos la misma intensidad de trabajo a través de herramientas digitales. Nuestra metodología siempre ha promovido la flexibilidad entre emprendedores y aceleración, pues somos muy conscientes de que el emprendedor no únicamente atiende a la aceleración. El emprendedor trabaja, en su proyecto empresarial, y la aceleradora debe acompañarle en su crecimiento, pero nunca entorpecer o solicitar cosas para ‘cumplir’ con los hitos de la aceleración. Todo lo que hacemos desde Minerva tiene un sentido y está 100% orientado a resultados empresariales.
¿Qué novedades se incluyen en la nueva edición?
Respecto a la edición anterior, los recursos que ofrecemos se mantienen e intentamos seguir ofreciendo la mejor calidad del servicio de acompañamiento a los emprendedores. El feedback que recibimos tras concluir la aceleración nos indica que nuestro modelo de aceleración es óptimo y funciona. El 95% de las empresas Minerva recomendaría a todos los emprendedores este programa, independientemente de su grado de madurez o del tipo de sector. Es una aceleración 360, con la formación idónea para formar empresarios en todas las áreas del negocio y con los recursos necesarios para desarrollar y aprender a vender cualquier tipo de producto o servicio: desarrollo de negocio, comunicación y marketing, aspectos legales y jurídicos, y ventas.
Además, nuestros emprendedores destacan un activo fundamental para ellos: el equipo humano que está detrás de la iniciativa. El grado de implicación del Equipo Minerva y la relación de estrecha confianza que se forma a lo largo de la aceleración es uno de los aspectos mejor valorados de Minerva.
¿En qué tipo de iniciativas pondréis el foco en esta ocasión?
El perfil del emprendedor sénior es uno de los que queremos potenciar en esta nueva edición porque consideramos que hay mucha ‘cantera’ y debemos darle mayor visibilidad a esta figura del emprendedor que tanto tiene que aportar. Por otro lado, ya que menos del 15% de los perfiles CEO en las empresas aceleradas Minerva han sido mujeres, también es una de las líneas que queremos reforzar. No dudamos de que existen mujeres con grandes ideas y capacidades y queremos ayudar a que pongan en marcha su proyecto tecnológico. Queremos romper la creencia de que la tecnología no es para ellas, y por ello en esta nueva edición vamos a poner especial interés en que los proyectos liderados por mujeres presenten su solicitud a Minerva.
Además, la tecnología protagonista del 2021 será el 5G. Alineados con la estrategia de impulso al 5G que lanzan la Junta de Andalucía y Vodafone, pondremos especial interés en analizar soluciones que usen esta tecnología como base fundamental en sus negocios.
Por otro lado, en Minerva hemos acelerado tanto productos físicos como servicios o soluciones digitales. De hecho, nuestras empresas han registrado a fecha de hoy 17 patentes o modelos de utilidad, quedando demostrado que el emprendedor también es un gran ‘inventor’. No obstante, en 2021 creemos que los negocios digitales cobrarán fuerza a causa del COVID19.
De cualquier forma, queremos dejar claro que estos focos son ‘llamadas’ especiales, pero Minerva selecciona proyectos de todo el ámbito TIC, desde una idea tecnológica para la innovación en agricultura o un dispositivo IoT, por ejemplo.
¿Qué implicaciones tiene que seáis un proyecto de colaboración público-privada y cómo repercute en las empresas aceleradas?
La colaboración público-privada nos da lo mejor de ambas partes. De lo público destacamos la facilidad de la gestión administrativa, la difusión a gran escala que ofrecen a través de su presencia en medios de comunicación y eventos, y que tienen una clara visión de impulso de emprendimiento del que programas como Minerva evidentemente se benefician. Lo privado, por la parte de Vodafone España, aporta muchas cosas. Destacaría el capital relacional que tanto interesa a las startups y la posibilidad de poner en marcha proyectos pilotos para aquellas soluciones que encajen tecnológicamente.
La unión de nuestros promotores y su constante apuesta por el programa, que desde 2012 han convertido al Programa Minerva en un espacio permanente de innovación que genera empleo cualificado, convierte proyectos TIC en nuevas empresas y fomenta la cultura de emprendimiento tecnológico.
Tener estos promotores respaldando la iniciativa convierten al Programa Minerva en un ‘sello de calidad’ a nivel andaluz de las empresas aceleradas, y por lo que nos comentan las propias empresas, formar parte de Minerva les abre muchas puertas.
¿Qué balance profesional y personal haces de los años que lleváis ejerciendo esta labor?
El balance profesional y personal en mi caso van alienados, es complicado separarlos si tu implicación es elevada. Desde ambos puntos de vista considero que el balance es muy positivo. Hemos avanzado mucho en el tipo de recursos y servicios que ofrecemos a los emprendedores, año tras año vamos mejorando el programa, optimizando los recursos y adaptándonos a lo que los emprendedores van demandando.
Esta labor es un reto y año tras año tratamos de elevar el ‘listón’, va en el ADN de Minerva, la mejora continua. Es una labor demandante desde el punto de vista profesional y también personal, pero muy, muy reconfortante. Cuando ves ‘en directo’ como los emprendedores hacen avanzar sus proyectos empresariales, empiezan a facturar, ganan tracción y siguen creciendo, es una increíble satisfacción saber que hemos podido apoyar y contribuir a dicho desarrollo, te alegras de todos los éxitos que consiguen y sientes de corazón cuando un proyecto no sigue adelante.
Esta es una labor que se debe prestar con pasión, y como a los emprendedores, creo que no nos falta pasión y nunca nos debería faltar.
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