"Hay que democratizar los avances tecnológicos para que lleguen al mayor número de agricultores posible"

SensaCultivo es una empresa onubense que centra su actividad en el sector agrícola, y más concretamente en el sector AgroTech. La startup desarrolla actualmente un sistema de ayuda a la toma de decisiones para facilitar a los agricultores la gestión de sus cultivos. El sistema está formado por un dispositivo encargado de medir los parámetros agroclimáticos y de una aplicación donde el agricultor puede consultar el estado de sus cultivos desde su teléfono móvil. Este sistema permite a los agricultores, por ejemplo, regar solo cuando lo necesite la planta, mejorar el abonado del suelo, recibir alertas meteorológicas o por riesgo de heladas, averiguar cuándo ventilar los invernaderos o conocer el riesgo de infección de plagas y enfermedades de los cultivos. 

La empresa cuenta con un único fundador, Daniel Márquez Gómez, Ingeniero Industrial Especialidad en Electrónica con más de seis años de experiencia como Ingeniero de Instrumentación y Control para distintas empresas. "Aunque la idea de montar SensaCultivo me rondaba la cabeza algunos años antes, oficialmente el proyecto no se pone en marcha hasta septiembre del pasado año, cuando entramos en el Programa Minerva. En ese momento comenzamos a trabajar en el proyecto desde el punto de vista del negocio y no tanto del producto", señala Márquez. Precisamente el germen de la idea surgió cuando Daniel se dio cuenta del gran potencial de la aplicación del Internet de las Cosas a un sector a un sector tan tradicional y a la vez tan importante para Andalucía como es la agricultura. 

Para él emprender es un "reto que requiere mucha dedicación y esfuerzo, pero a cambio te permite conocer a mucha gente nueva del mundo de las startups y te obliga a enfrentarte a todo tipo de situaciones que a la larga te enriquecen como persona". A nivel profesional, "supone salir de la zona de confort que proporciona un trabajo estable y dar el salto a lo desconocido. Esto te obliga a adquirir todo tipo de competencias ya que normalmente las startups no contamos con muchos recursos y hay que asumir muchos tipos de roles distintos. En mi caso y debido a mi perfil técnico, me ha aportado una nueva forma de entender la empresa, más enfocada al negocio y menos al producto", concluye.

¿Cómo ha acogido un sector como el de la agricultura la aplicación de IoT a sus labores?

La agricultura es un sector muy tradicional, pero en los últimos años se ha tecnificado y automatizado, contando, por ejemplo, con maquinaria guiada por GPS o con modernos sistemas de riego. El IoT es una tecnología relativamente nueva, y, como todo lo nuevo, al principio asusta un poco, pero en cuanto ven el potencial que tiene, que por ejemplo les permite conocer el estado de sus cultivos desde el salón de su casa, entonces ese miedo inicial se transforma en interés y al final acaban utilizándolo.

¿Cuál es la reacción de los primeros clientes?

La reacción de los primeros clientes es muy positiva y están ansiosos por poder probar el sistema lo antes posible.

A día de hoy trabajáis en el modelo de negocio, ¿qué os resulta más difícil el desarrollo de la tecnología o conseguir clientes?

El desarrollo tecnológico por muy sencillo que sea siempre es difícil, pero, sin lugar a dudas, conseguir clientes es un reto mucho mayor. Puedes tener el mejor producto del mundo, pero si no soluciona el problema que el cliente tiene, difícilmente vas a ser capaz de venderlo. Si consigues solucionar un problema habrás dado un gran paso, pero todavía hay que ganarse la confianza del cliente y eso requiere tiempo.

¿Qué ventajas tiene la aplicación que estáis desarrollando?

Más que una aplicación, estamos desarrollado un sistema completo de ayuda a la toma de decisiones para facilitar a los agricultores la gestión de sus cultivos. El sistema está formado por un dispositivo encargado de medir los parámetros agroclimáticos y de una aplicación donde el agricultor puede consultar el estado de sus cultivos desde su teléfono móvil. Este sistema permite a los agricultores, por ejemplo, regar solo cuando lo necesite la planta, mejorar el abonado del suelo, recibir alertas meteorológicas o por riesgo de heladas, averiguar cuándo ventilar los invernaderos o conocer el riesgo de infección de plagas y enfermedades de los cultivos.

¿En qué se diferencia de otras similares que también trabajan con la agricultura?

La principal diferencia es que el sistema ha sido especialmente diseñado para el agricultor, lo que hace que sea intuitivo y muy fácil de utilizar, no requiriendo de instalación ni de conocimientos técnicos. Además, nuestro modelo de negocio consiste en ofrecer un servicio integral, lo que  permite al agricultor beneficiarse del sistema sin tener que hacer ningún tipo de inversión inicial.

¿A qué público concreto os dirigís dentro del sector?

En primer lugar, nos estamos centrando en jóvenes agricultores que posean cultivos de regadío y que estén familiarizados con el uso de las nuevas tecnologías. El sistema es polivalente y, por tanto, en un futuro nos gustaría trabajar con viveros de plantas y huertos ecológicos.

¿Por qué habéis empezado por Huelva? ¿Qué características tiene para que os decidierais por la región?

Hemos empezado por Huelva porque Daniel Márquez es onubense y, además, su familia cuenta con tradición agrícola en la provincia. La agricultura, y más concretamente el sector de los frutos rojos, son muy importantes para Huelva, siendo el principal productor de este tipo de cultivo en España. Además, el cultivo de los frutos rojos es muy exigente en cuanto al uso de los recursos hídricos y naturales, por lo que nuestro sistema es una herramienta ideal para ayudar a optimizar dichos recursos.

¿Qué otras iniciativas creéis que hacen falta para fomentar la tecnología en el campo?

Hoy en día existen muchas tecnologías emergentes que se pueden aplicar en el campo, pero hacen falta más recursos y apoyos. Si la tecnología existente solo la usan unos pocos no habremos conseguido nada, hay que democratizar los avances tecnológicos para que lleguen al mayor número de agricultores posible.

¿Cómo ayudan las instituciones públicas en esta labor? ¿Qué más le pediríais?

La verdad es que no contamos con mucha experiencia al respecto. La única ayuda que hemos recibido a día de hoy ha sido el hecho de entrar al Programa Minerva. Echo en falta ayudas concretas, por ejemplo, para la contratación de personas o servicios requeridos por las startups.

Actualmente formáis parte del Programa Minerva, ¿qué ha supuesto para vosotros como emprendedores y como empresa?

El Programa Minerva nos está ayudando con el desarrollo y la validación del modelo de negocio, la comunicación y la difusión de la empresa, además de ayudarnos a buscar financiación cuando llegue el momento. Al principio los recursos son muy limitados por lo que es crítico focalizar los esfuerzos en lo que es verdaderamente importante, y esto solo es posible si cuentas con una experiencia previa. En este sentido, el Programa Minerva nos aporta dicha experiencia para que así podamos optimizar el tiempo disponible que nos permita encajar todas las piezas del puzle.

¿Cómo fueron vuestros inicios con respecto a la financiación?

A día de hoy no hemos recibido ningún tipo de ayuda económica, por lo que todos los gastos derivados de la empresa los estamos asumiendo con fondos propios, aunque no descartamos buscar financiación cuando el proyecto lo requiera.

¿Qué planes tenéis a este respecto?

Queremos que la empresa sea sostenible lo antes posible pero también valoramos la búsqueda de financiación o incluso de algún socio si el desarrollo del proyecto lo requiere.

¿Qué otros retos os habéis planteando en 2019?

Actualmente ya contamos con clientes particulares, pero para 2019 nos gustaría que alguna cooperativa de la provincia confíe en nosotros y nos de la oportunidad de instalar nuestro sistema. Por otro lado, queremos mejorar el equipo de trabajo con la incorporación de nuevos miembros que nos permita avanzar más rápido.

MÁS INFORMACIÓN

Sígueles en Facebook

Sígueles en Twitter

Conecta con ellos a través de LinkedIn