"Formar parte del conjunto de empresas financiadas por ENISA nos facilita la búsqueda de partners"

Qvadis es resultado de un confinamiento. Y es que la crisis del coronavirus sorprendió a Arsenio Vilallonga, ingeniero de telecomunicaciones, enfrascado en el proyecto por el cual dejó atrás una exitosa carrera, desarrollando y poniendo en marcha sistemas de vigilancia y seguridad por todo el mundo: montar su propia empresa centrada en crear tecnología para la casa.

El confinamiento decretado para frenar los contagios puso en evidencia la utilidad de la invención en desarrollo. Esto es, un sencillo dispositivo que conecta nuestro móvil al telefonillo de casa.

¿Cómo os conocisteis y pusisteis en marcha el proyecto?

Qvadis Innova, S.L. comenzó en un rincón de mi casa. Acababa de cerrar mi etapa multinacional en una empresa americana de tecnología de vigilancia y seguridad y lo que más me apetecía era volver al cacharreo. Llevaba tiempo dándole vueltas al concepto de telefonillo en el móvil, y preguntándome por qué no aplicar la tecnología y conocimientos que había estado utilizando todos estos años para integrar sistemas al entorno doméstico. Poco a poco fue cogiendo forma mi idea, conseguí la Patente que la protege, y se unieron al proyecto emprendedores de muy diferentes áreas profesionales. Todos nos unimos por la pasión por innovar y las ganas de disfrutar con lo que hacemos. Queremos reinventar la manera de estar conectados con casa y con los nuestros.

¿Cuándo lo lanzasteis?

Qvadis nació en el 2018 como startup tecnológica. El lanzamiento en mayo de 2020 de Qvadis^® One, nuestro primer producto, ha sido posible gracias al apoyo de familiares y amigos que creyeron en una idea.

¿Cómo estáis viviendo la situación actual en relación a la compañía?

La actual situación del COVID-19 no deja indiferente a nadie, y menos a una startup en su fase crítica de desarrollo. Pero también aporta nuevas oportunidades con las que no contábamos en nuestro plan, y retos claro.

¿Os ha afectado? ¿En qué medida?

Abril/mayo era el momento en el que lanzábamos el producto al mercado, y así fue, pero obviamente el estado de alarma ha afectado a la estrategia y la forma de acercarnos a nuestros clientes.El confinamiento y nuestra estrategia inicial de marketing directo, con acciones a pie de calle y en colegios, clubes, etc., que contaba con el boca a boca, no se llevan precisamente bien…

¿Cómo ha ayudado vuestra tecnología en confinamiento?

Trabajamos en aplicaciones que facilitarán el día a día en muchos hogares. El confinamiento, y en especial el aislamiento de personas mayores, puso de manifiesto las ventajas que nuestra tecnología podría aportar en una situación tan complicada como la que vivimos. Muchas personas mayores o con movilidad reducida no llegan a tiempo o no oyen bien el telefonillo; sin embargo, todas ellas llevan su móvil con ellos.

Para las PYMES Qvadis^® One incorpora funciones adicionales como el Registro Horario de trabajadores - biométrico o por reconocimiento facial, pero sin contacto (COVID-19). Es compatible con teletrabajo y se integra con cualquier software de gestión de recursos humanos. Sustituye así a los clásicos terminales con lector de huella en el propio dispositivo (actualmente en desuso por riesgo de contagio).

¿Por qué es tan importante para personas mayores o con movilidad reducida?

Para este colectivo puede suponer una tremenda ayuda, ya que no llegan a tiempo de atender las llamadas del telefonillo. Qvadis^® les permite atender la llamada y abrir desde donde estén sentados, y luego ya dirigirse con calma a la puerta de casa para abrir.

¿Cómo han acogido ellas vuestra idea?

Se han publicado varios artículos sobre Qvadis^® en medios especializados, tanto en España como a nivel Europeo, y han generado mucho interés. Lógicamente, es muy difícil que las personas mayores se interesen por tecnología, que suponen compleja y por tanto les genera desconfianza. El interés se ha despertado tanto en los descendientes a cargo de estas personas, como en el personal sanitario que les atiende a domicilio.

¿Cuál es vuestra evolución con respecto a los usuarios? ¿Cómo llegáis hasta ellos?

Inicialmente hemos dirigido nuestras campañas a un rango medio de edades, a personas de la generación X y la generación Baby Boom. Son personas que se han independizado, muchas han creado una familia, y son responsables del bienestar de sus descendientes, y/o de sus padres mayores.

Para dar a conocer el producto intentamos llegar por dos caminos diferentes: uno es obviamente la publicidad en medios y redes, directamente al consumidor; el otro es a través de colectivos como las empresas de mantenimiento de porteros automáticos, los administradores de fincas, o las asociaciones.

¿Cómo fue el desarrollo, precisamente, de vuestra tecnología?

Partimos de mi primer prototipo funcional, que utilizaba una Raspberry Pi con todo tipo de componentes electrónicos interconectados alrededor, y una plataforma software mínima formada por una suma de productos existentes. A partir de ahí nos encargamos de componer, diseñar y desarrollar un dispositivo industrializable, robusto y que soportase la operación 7x24 durante años. Utilizamos contactos en el extranjero para seleccionar fuentes fiables de componentes críticos del sistema, desarrollamos la placa electrónica y encargamos el diseño industrial a un especialista, para luego encargar los moldes para las carcasas de plástico. En paralelo fuimos diseñando y desarrollando las Apps para iOS y para Android, el software embebido que corre en los dispositivos, y la plataforma segura de comunicaciones en la nube que lo une todo. Realmente esto es lo que mejor sabemos hacer, ¡y lo más divertido! aunque por supuesto, con sus retos y sobresaltos...

¿Qué otros usos queréis darle? ¿Cómo queréis seguir expandiendo vuestras funcionalidades?

Se trata de una plataforma absolutamente flexible, diseñada para integrarse tanto a nivel domótica, en la casa, como a nivel B2B, con servicios y aplicaciones de terceros. E de hecho un producto en continua evolución, al que iremos incorporando nuevas funciones, como notas tipo “post-it” o la lista de la compra compartida. También incorporaremos accesorios, como sensores de presencia, cámaras de portería y de vigilancia y diferentes servicios de terceros.

Habéis contado con el apoyo de Enisa, ¿qué es lo que más valoráis de su método? 

Para nosotros es fundamental el aval que supone para nuestros inversores actuales y futuros, bancos, clientes y otros interlocutores el hecho de que ENISA haya querido formar parte de nuestro proyecto. Además, formar parte del conjunto de empresas financiadas por ENISA nos facilita la búsqueda de partners en las diversas necesidades de Qvadis.

En los inicios, ¿cómo financiasteis la empresa? 

Las primeras rondas de financiación se hicieron via Friends & Family.

¿Qué errores creéis que son los más habituales en las etapas iniciales? ¿Cuál sería vuestro consejo en este sentido? 

Pensamos que lo más complicado es elegir el equipo y los partners con los que vas a llevar a cabo el proyecto. En ese sentido creo que es vital definir correctamente el talento que necesitas en cada momento y posteriormente firmar acuerdos que permitan trabajar con la suficiente seguridad y flexibilidad para adaptar la compañía a medida que vaya evolucionando.

Y con respecto al futuro, ¿cuáles son vuestras previsiones de crecimiento y expansión? 

Nuestras previsiones de crecimiento suponen conseguir superar los 150 mil Qvadis^® One instalados en 2024, lo que supondría un numero de usuarios en torno a 425 mil. Con una expansión inicial a nivel europeo a partir de 2022.

¿Cómo os gustaría ser de aquí a 5 años?

Nos gustaría ser el telefonillo inteligente de referencia, que Qvadis^® One ocupe un lugar importante en el día a día de hogares y PYMES, facilitando tareas cotidianas de forma sencilla, segura y respetando la privacidad de sus usuarios. Domótica y conectividad al alcance de todos, que ayude sin complicar.

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