"El mejor talento acude a los lugares donde puede seguir creciendo sin exigencias de capital"
La aceleradora cree en la innovación en abierto y la colaboración entre las partes, por lo que no se exige equity a las startup seleccionadas y el objetivo final es alcanzar algún acuerdo comercial
Bankia Fintech by Innsomnia, la primera aceleradora e incubadora fintech de España, cierra este miércoles su tercera convocatoria con la que pretenden captar hasta 20 startups fintech que ayuden a encontrar soluciones y mejorar el servicio ofrecido por Bankia a sus clientes. Las candidaturas pueden presentarse hasta el 20 de septiembre y a través de la web de Innsomnia o de Bankia Fintech.
La convocatoria busca una veintena de ideas, startups o spin-offs de empresas consolidadas que desarrollen su actividad en una amplia variedad de verticales, priorizando áreas como las soluciones para pymes, la relación con el cliente, reg tech, legal tech, blockchain, insurtech, trading basado en algoritmos, modelos predictivos, ciberseguridad o credit scoring alternativo, entre otras áreas tecnológicas que complementen las que cubren los proyectos con los que ya está trabajando la aceleradora e incubadora.
Con motivo de esta tercera edición el diario El Referente entrevista a Francisco Estevan, CEO de Innsomnia y emprendedor y empresario con experiencia en consulting sobre fondos y políticas europeas y fundraising. Su interés por el mundo de las nuevas tecnologías le ha llevado a fundar dos startups fintechs.
Sois la primera aceleradora fintech de España, ¿por qué decidisteis centraros en este sector?
Nosotros ya veníamos del sector, hacíamos algo en tradings y mecanismos predictivos para PYMES, y veníamos observando que había muchas iniciativas, mucho talento, que no estaba convenientemente conectado. Además del sector, para nosotros era muy importante el modelo, y por eso desde el principio diseñamos un programa que permitiese a fintechs y entidades financieras colaborar. Por otro lado, el sector no para de crecer y al interés de los fondos se ha unido el de los emprendedores que ven en el sector financiero un gran campo en el que desarrollar tecnologías clave como el blockchain o la inteligencia artificial.
¿Qué destacaríais del mismo a nivel nacional? ¿Qué le diferencia del de otros países y qué hay que hacer para seguir avanzando?
Es dinámico y está en constante crecimiento. Las cifras nos sitúan entre los países de cabeza a nivel de la UE en el último año. Ahora bien, sigue siendo un sector de startups pequeñas, con algunas grandes excepciones, por lo que es necesario reforzar su crecimiento y canalizar la llegada de inversores.
Desde el punto de vista de las verticales yo soy bastante crítico, pienso que nos hemos centrando en algunas que están ya muy maduras: lending, pagos móviles… En Innsomnia apostamos por un sector que se organice alrededor de grandes tecnologías desde donde se pueden desarrollar distintas funcionalidades o servicios fintech.
El 20 de septiembre cierra el plazo para presentarse a vuestra tercera convocatoria, ¿cómo valoráis las dos ediciones anteriores?
Muy positivamente, hemos monitorizado catorce pryectos nacionales y hemos conseguido que nuevo proyectos contraten con Bankia. Esto quiere decir que el trabajo ha sido bueno en el sentido de trabajar con esos proyectos para que terminen adaptando sus productos y servicios a las necesidades de un gran banco. A nivel internacional trabajamos con seis proyectos actualmente y esperamos que el ratio de éxito sea parecido. Ahí lo que influye mucho es la selección; nosotros pasamos de pitchs y de eso de jugárselo todo en un rato, hacemos selección sobre la base de un seguimiento minucioso de lo que pasa en el mercado.
Una vez termina el programa, ¿qué relación mantienen las startups con Bankia?
El modelo de Innsomnia es muy abierto. Al no exigir equity podemos mantener una relación abierta con nuestras fintechs. Nueve de los proyectos de la primera edición que empezaron con nosotros trabajan para Bankia a través de contratos comerciales, de licencias e incluso de joint ventures. Se da la circunstancia de que, en muchas ocasiones, las empresas presentan un proyecto pero acaban desarrollando dos o tres ideas para Bankia al mismo tiempo. Sabemos dónde empieza el camino y cómo queremos que sea la convivencia, pero no sabemos nunca dónde termina.
El auge de las aceleradoras corporativas demuestra el interés de las corporaciones por establecer acuerdos con las startups, ¿qué valor os aportan estas nuevas iniciativas a vosotros?
Nosotros somos una aceleradora un poco sui generis. Más que hacer marca y establecer una relación con las startups buscamos talento y lo metemos a trabajar directamente no solo con el departamento de innovación de Bankia, sino también con los distintos departamentos del banco que tienen algo que decir en relación con los proyectos seleccionados: riesgos, minorista, seguridad, datos… Al final lo que surge es una relación especial, de medio plazo, que identifica a los actores clave que pueden resolver los problemas de la entidad y que les da un marco de trabajo privilegiado para desarrollar soluciones.
Con la experiencia y el rodaje de las ediciones anteriores, ¿qué novedades habéis decidido introducir en esta ocasión?
Hemos creado una modalidad nueva de acceso rápido al mercado porque nos hemos dado cuenta de que podemos trabajar con proyectos más maduros que no necesitan aceleración y sí una rodaje para comprender cómo funciona el banco y cuál es la mejor forma de ofrecerle soluciones en tiempo récord. Además, hemos creado una suerte de free space para no limitarnos al talento seleccionado en un tiempo determinado, esto nos tiene que permitir incorporar proyectos en cualquier momento y no ceñirnos a las reglas temporales de la convocatoria.
Estáis buscando soluciones de verticales como soluciones para pymes, customer relationship, insurtech, legaltech, blockchain... ¿En base a qué criterios os habéis decantado por estas verticales y cuál creés que adquirirá más importancia a corto plazo?
¡Me encantaría saberlo! Pero lo cierto es que no creo poder adivinar hacia dónde van las verticales. Lo que sí que sabemos es que hay algunas donde nuestro cliente (Bankia) tiene un interés específico por distintos motivos y es ahí donde nos hemos querido centrar. Todo lo que tiene que ver con el segmento pymes y autónomos nos interesa mucho, y todos los proyectos que están basados en blockchain o IA también. Pero como la vida es caprichosa estoy seguro de que surgirán proyectos en esta convocatoria de otras verticales y nos encantarán. Entonces tendremos que saber elegir bien.
El programa aporta mentoring, espacio de trabajo, red de contactos... ¿En qué os diferenciáis de otras aceleradoras?
Yo pienso que la clave de nuestro éxito está en no pedir equity, pero luego la propuesta es más profunda. Por ejemplo, no somos muy partidarios de las charlas, las conferencias y demás actividades que quitan y quitan tiempo en muchas ocasiones, nuestro mentoring es ad hoc, involucra a la gente de Bankia y el seguimiento tiene en cuenta no solo el proyecto y sus límites tecnológicos, también las fronteras de lo emocional o lo humano. Hemos salvado proyectos excelentes que se caían por una pelea de socios. Desde ahí hemos definido un arquetipo de cooperación que es abierto, libre, no predictivo y no sujeto a reglas. Eso los emprendedores lo entienden bien. Muchas startups nos dicen que en Innsomnia son felices y eso es nuestro mayor éxito, sin duda.
Vuestra filosofía incluye no pedir equity a los emprendedores, ¿por qué? ¿Qué pedís a los emprendedores a cambio de formar parte del programa?
No podríamos plantear un modelo abierto, libre e inspirado en la imprevisibilidad si exigimos condiciones de entrada. Las startups quieren ser dueñas de su propio destino y lo que necesitan es facturar, tener clientes, crecer. Nosotros nos dimos cuenta de eso al principio y así lo hemos planteado en todos nuestro programas: el equity puede venir después, y es ya un acuerdo solo si las dos partes quieren, pero, de arranque, el mejor talento solo acude a los lugares donde puede seguir creciendo sin exigencias de capital. A nivel internacional esta realidad se evidencia mucho más.
Les pedimos trabajo, dedicación y que hagan un MVP en tiempo récord. A cambio del apoyo prestado y de la inversión que realiza Bankia se les pide una exclusividad limitada temporalmente para acceder en condiciones de preferencia a su desarrollo.
Precisamente, ¿qué buscáis en los proyectos más allá de secotores concretos o aspectos formales? ¿En qué os fijáis?
Nos fijamos mucho en los equipos, en averiguar si serán capaces de llevarlos a cabo con los recursos con los que cuentan y en si las propuestas han hecho un buen análisis de su competencia y las necesidades tecnológicas.
Si bien es cierto que un 70% de los proyectos que seleccionamos suelen venir de startups más maduras, que ya facturan o que están en el mercado, nos gusta arriesgar y apoyamos algunas ideas que cuando se presentan son sólo eso, ideas, pero cuyos promotores tienen un potencial tremendo.
¿Qué expectativas tenéis con respecto a esta nueva convocatoria? ¿Cóm afrontáis este reto?
Sabemos que vamos a alcanzar un buen número de candidaturas en un sector en el que cada vez aparecen más actores, lo cual, como es lógico, aumenta la competencia. Pero quizás el foco en esta tercera convocatoria lo hemos puesto más en la calidad y en el match con el panel de verticales seleccionadas. Somos conscientes de que una gran parte de candidaturas vendrán de Madrid, Barcelona y Valencia, pero queremos llegar a toda España, y posteriormente, cuando reforcemos la dimensión internacional del programa, a todo el mundo. Allí dónde haya una idea o proyecto brillante hemos de ser capaces de llegar para lanzar un mensaje claro: en Bankia quieren conocerte y nosotros te podemos ayudar a preparar ese encuentro.
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