"En el sector agroalimentario, y en cualquier otro sector, ser más eficiente y sostenible ya no es una opción, sino un must"
Ebro Talent es un programa de innovación abierta promovido por Ebro Foods en colaboración con la Universidad Loyola que busca soluciones que permitan mejorarla eficiencia y la sostenibilidad del sector alimentario.
La iniciativa busca emprendedores y startups, spin-offs, empresas y entidades innovadoras, investigadores y grupos integrados en centros de investigación, institutos de formación y laboratorios. Todos ellos pueden presentarse hasta el domingo a través de la web.
Ebro Talent pretende dar respuesta a las siguientes preguntas y retos planteados por Ebro Foods:
- RETO 1. ¿Cómo mejorar y alargar la vida útil de arroces, pastas y salsas frescas manteniendo sus características organolépticas tras su procesado industrial?
- RETO 2. ¿Cómo optimizar el uso del agua en el cultivo del arroz o en su procesado industrial?
- RETO 3. ¿Cómo hacer viable la comercialización y distribución de nuestras marcas a través de un modelo de negocio de comercio electrónico?
- RETO 4. ¿Qué solución o innovación tecnológica nos puedes proponer que sume a los objetivos del programa?
El Referente habla con Mercedes Pérez (MP), Responsable de Loyola Initiatives y Project Manager de Ebro Talent y Blanca Hernández (BH), presidenta de la Fundación Ebro.
¿Qué ventajas tienen este tipo de sinergias? ¿Por qué apostáis por ellas?
MP: Todo lo que sea acercar la realidad empresarial, a la investigación, al talento y a la actividad académica, redunda en beneficios y ventajas no sólo para las partes sino para toda la sociedad en su conjunto. Además, en el caso concreto de Ebro Talent, vimos clara la alineación de objetivos y las sinergias que podían surgir del programa.
BH: Por un lado, ambas instituciones tienen muy clara su decidida apuesta por la innovación y por crear un impacto positivo en la sociedad. Además, la Universidad Loyola, a través de sus servicios de innovación y emprendimiento, aportaba un ingrediente extra en un programa como el que tenemos entre manos, ya que dotaban al proyecto de un profundo conocimiento del ecosistema de innovación, del “mundo startup” y de los procesos necesarios para llevar a buen puerto un proyecto de innovación abierta.
¿De qué forma habéis establecido los retos que plantéais?
MP: El objetivo principal del programa es detectar proyectos innovadores en el sector alimentario, identificar talento innovador y fomentar el desarrollo de soluciones sostenibles que sean de aplicación a la cadena de valor alimentaria, aunque, subyacente a ese objetivo y como verdadero ADN de Ebro Talent, está la sostenibilidad.
MP: Por lo tanto, la definición de los retos debía cumplir objetivos en varios planos o capas. Por un lado, debían ser retos que a la postre puedan ser de aplicación y redunden en innovaciones de la cadena alimentaria. Y, por otro, todos los retos descansan sobre diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ligados al sector alimentario para que, de algún modo, contribuyan a la consecución de la Agenda 2030.
¿Por qué es necesario mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del sector alimentario? ¿En qué punto nos encontramos?
MP: En el sector agroalimentario y en cualquier otro sector, el hecho de ser más eficiente y sostenible ya no es una opción sino un “must” que debe ponerse sobre la mesa como una cuestión estratégica y prioritaria. Y esa mejora en eficiencia y sostenibilidad sólo pueden venir necesariamente de la mano de la innovación que debe servir a las organizaciones como herramienta de diferenciación, de desarrollo de tecnología y de productos únicos.
BH: En el caso de Ebro, la investigación, el desarrollo y la innovación es una herramienta esencial para el desarrollo de nuestra estrategia de calidad y diferenciación, así como el motor de crecimiento de la compañía. El objetivo es anticipar y satisfacer las necesidades de nuestros clientes y consumidores, poniendo a su disposición una amplia y diferenciada gama de productos de alto valor añadido. De hecho, siempre hemos sido precursores de nuevas tendencias de consumo y un referente internacional en la investigación y el desarrollo de productos aplicados al sector de la alimentación. De esta forma, en el grupo contamos con números centros de I+D+i en España, Europa y Estados Unidos, gracias a los cuales, desde el 2020, hemos lanzado un total de 99 nuevos productos.
¿Cómo está planteado el bootcamp de co-creación? ¿En qué consistirá?
MP: En esta edición hemos apostado por un formato diferente de programa, mucho más práctico y orientado a la co-creación y al diseño/desarrollo conjunto de soluciones entre los participantes y personal propio de Ebro especialista en cada una de las áreas involucradas en los diferentes retos.
MP: Así pues, el bootcamp tendrá una duración de un fin de semana (24, 25 y 26 de junio) y se realizará en un lugar agradable y aislado de distracciones para maximizar los resultados del mismo.
También ofrecéis mentorización a las participantes. ¿Quiénes serán esos mentores? ¿Qué supone para ellos y para vosotros que se involucren en esta iniciativa?
MP: Los participantes contarán con un doble seguimiento: por un lado, durante el desarrollo del Bootcamp los mentores acompañarán a los proyectos en su desarrollo y encaje con los retos y, tras éste, cada proyecto contará con un mentor que supervisará el encaje de las soluciones con los retos, definiendo y creando sus modelos de negocio y dando soporte a cada proyecto de cara a su implementación y preparación para el Ebro Day. Para ello, contamos con un equipo especialista en innovación abierta en grandes corporaciones y un claustro de mentores con una larga trayectoria en innovación en el sector agroalimentario.
¿Qué ventajas tiene este formato intensivo? ¿Por qué apostáis por el mismo?
MP: La idea detrás del Bootcamp es que, a través de actividades grupales y dinámicas de co-creación, así como de sesiones de mentorización, surjan soluciones que encajen con los retos propuestos y que estas soluciones puedan desarrollarse de cara al Ebro Day, el día final del programa en el que se presentarán las diferentes soluciones y su encaje con los retos.
MP: Además, con este formato, la idea es que los emprendedores desconecten de su día a día, no les suponga una gran inversión de tiempo (como puede suceder en otros programas) y que, en este ambiente distendido y orientado, se fomente el trabajo colaborativo.
Si alguien duda si presentarse a Ebro Talent, ¿qué le diríais? ¿Por qué es una oportunidad para su proyecto?
BH: El programa quiere dar un espaldarazo a aquellos innovadores que ya estén poniendo en marcha sus proyectos dentro del sector agro/alimentario a través de los premios del programa, el Bootcamp, así como a través del apoyo y mentorización tras el mismo.
MP: En definitiva, supone una experiencia, sin mucha inversión en tiempo ni recursos ya que no es un programa muy intensivo y sin embargo puede suponer una oportunidad para los participantes si las soluciones presentadas y desarrolladas a lo largo del programa llegan a tener un encaje y un interés para Ebro.
¿En qué os diferenciáis de otros programas? ¿Qué os hace especiales?
MP: Precisamente lo que comentábamos en la pregunta anterior. Es un programa corto e intensivo, experiencial que no implica una gran dedicación de tiempo ni largos plazos en su desarrollo. Nos centramos en la puesta en común de retos y soluciones para buscar y desarrollar los encajes.
¿Por qué es importante para vosotros mantener relación con las startups y los emprendedores? ¿Qué os aportan?
MP: Los emprendedores y las startups son los agentes clave de la innovación y es fundamental habitar cerca de ellas para trabajar conjuntamente, conocer el estado del arte, qué están haciendo y en qué puntos de contacto pueden establecerse relaciones win-win.
MP: Y estas relaciones no deben estar limitadas únicamente a innovaciones en proceso, sino que pueden ser grandes aliados de las empresas en sus mercados, para el desarrollo de nuevos productos y negocios y para ello existen programas como Ebro Talent.
¿Un deseo o anhelo para esta edición?
BH y MP: Es ambicioso pero sería ideal que fruto del desarrollo del programa, pudieran surgir innovaciones disruptivas que contribuyan a transformar el sector y cadena agroalimentaria, haciéndolo más eficiente y sostenible.