“Desde nuestros inicios buscamos ser un apoyo integral para el emprendedor y su equipo”
Samaipata ha invertido en cinco startups en el año y espera llegar a unas 20 en cuatro años
Samaipata Ventures es un fondo de venture capital, liderado por José del Barrio, cofundador y ex CEO de La Nevera Roja, en el que también están Eduardo Diez-Hochleitner, Ignacio Tovar, Álvaro González San Pedro y Sebastián Fernández-Medrano. En el ADN del fondo está la alta especialización, tanto en modelos de negocio, foco geográfico como en fase de crecimiento. Por ello, Samaipata solo invierte en dos tipos de modelos online: market-places y e-commerce disruptivos. Su actividad abarca a toda Europa, pero con un foco especial en el sur de Europa y Londres, capital europea en innovación tecnológica. El fondo dispone de un total de 35M€, para invertir en fase semilla y serie A, con tickets medios de 300.000- 400.000 € para fase semilla y 600.000-700.000 € iniciales para serie A, reservando 2-3 millones de € para fases posteriores de acompañamiento.
Tras el primer año, Samaipata ya está presente en cinco startups, todas ellas potenciales líderes de su sector: Deporvillage, Cornerjob, Jinn FoodChéri y OnTruck.
¿Por qué debería un emprendedor acercarse a un Samaipata a pedir inversión? ¿Qué aporta de diferente?
Afortunadamente los emprendedores cada vez tienen más opciones a la hora de buscar financiación. Concretamente el venture capital no hace más que crecer en todo el mundo y en España; y Madrid o Barcelona ya están en el top 6 de ciudades europeas por VC. Lo bueno es que ahora los emprendedores pueden buscar a los fondos de VC con los que mejor encaje tengan; es decir, buscar algo más que mera financiación.
En Samaipata somos muy conscientes de esta evolución y por eso desde nuestros inicios buscamos ser un apoyo integral para el emprendedor y su equipo en todo lo que esté en nuestras manos. En efecto, uno de nuestros rasgos principales es que somos un fondo “hands-on”, es decir, que nos volcamos con las startups en las que participamos, para aportar todos nuestro know-how y el de nuestra red. Todo esto es posible, claro, gracias a una fuerte especialización del fondo tanto en modelo de negocio (market place e e-commerce), fase de crecimiento (semilla y serie A) y foco geográfico (Europa, con un énfasis en el sur y, por supuesto, en Londres, capital de la innovación tecnológica europea).
¿Por qué decidieron crear un fondo de inversión en vez de realizar las inversiones a nivel personal? ¿Qué ventajas tiene?
Tras la venta de La Nevera Roja (LNR) a Rocket Internet en 2015, tuvimos la suerte de seguir contando con el apoyo de varios de los principales inversores, que quisieron seguir con nosotros en Samaipata. Esto nos permitió sobrepasar lo que suele ser justamente la mayor dificultad de levantar un fondo de VC: el encontrar los socios adecuados. Por supuesto, hubo más inversores iniciales, pero contar con los de LNR fue un primer buen empujón.
Además el venture capital era un mundo que nos interesaba personalmente a todos; lo seguíamos desde hace tiempo (incluso desde antes de montar LNR) y leíamos mucho sobre los fondos, las tendencias del mercado, casos de éxito, etc. Sobre todo nos interesaba la perspectiva de los llamados “founder’s funds”, es decir, los fondos creados por fundadores, como, por ejemplo, Andreessen Horowitz o First Round Capital. Veíamos una propuesta de valor muy atractiva para los emprendedores, a la que hemos querido unirnos con Samaipata.
Precisamente en España es habitual que los creadores de fondos de inversión sean antiguos emprendedores, ¿qué ventajas o desventajas tiene esto para el ecosistema?
Efectivamente, aunque todavía no es la norma, estamos siendo testigos de un auge de founder’s funds, entre el que nos encontramos nosotros. Vemos muchísimas ventajas en este proceso, dado que da pie a una mayor variedad de inversores, con perfiles ya no solo financieros, y a fondos más hands-on, más volcados en aportar valor. Quizás la desventaja esté justamente ahí también: al tratarse de gente acostumbrada a gestionar su propia empresa y equipo, a veces nos es más difícil diferenciar entre lo que es responsabilidad de la empresa y lo que es responsabilidad nuestra.
¿Cuántas inversiones realizan al año y en qué tipo de startups? ¿Cuáles son sus criterios? ¿En qué se fijan antes de realizar la inversión?
En este primer año de vida hemos realizado cinco inversiones: en Deporvillage, CornerJob, Jinn, Foodchéri y OnTruck. Todas estas inversiones responden a nuestra especialización, tanto en cuanto a modelos de negocio –market-places (Cornerjob, Jinn, OnTruck) y e-commerce disruptivos (Deporvillage y Foodchéri)–, fase (semilla o serie A) y, alcance geográfico europeo. Con estas cinco primeras inversiones hemos cubierto cuatro geografías europeas clave en un año: España, Italia, Francia y Reino Unido. El objetivo es realizar unas cinco inversiones anuales hasta alcanzar las 20 en los próximos cuatro años.
En cuanto a en qué nos fijamos, sin duda, lo primero son las personas. Buscamos a emprendedores y equipos brillantes, con mucha ambición y ganas de realmente cambiar las cosas. Nos encantan las startups que se hayan preocupado por formar buenos equipos desde el principio. Y por supuesto que tengan una visión disruptora y ganas de comerse el mundo.
¿Por qué decidieron especializarse en marketplaces y e-commerce en fase semilla y serie A?
En primer lugar creemos que resulta fundamental especializarse, dado que te permite focalizar los esfuerzos y realmente ser el mejor en algo. El habernos especializado en dos modelos concretos, que además conocemos bien por nuestra experiencia previa y la de nuestra red, nos permite analizar 30 o incluso 40 startups a la semana. Si viésemos modelos diferentes cada día sería imposible.
En cuanto a los modelos en sí, aparte de conocerlos bien, creemos que el contexto en Europa es óptimo en este momento para que triunfen. Tenemos una altísima penetración de smartphones y de Internet (sobre todo en España), y cada vez se hacen más compras online, aunque todavía hay gran potencial para seguir creciendo en este ámbito.
¿Qué destacaría de las startups invertidas hasta ahora?
Lo principal a destacar es que todas ellas son potenciales líderes de su sector, con una clara visión disruptiva.
La primera, Deporvillage, es un e-commerce de material deportivo que se ha especializado en tres nichos concretos, ciclismo, running y actividades al aire libre, en los que se ha posicionado como líder de su categoría en el sur de Europa. Ya opera en toda esta región (España, Italia, Francia y Portugal) y recientemente ha levantado una nueva ronda de financiación de 3,5 millones de euros. CornerJob es un portal online para búsqueda de empleo, revolucionario por solucionar muchas de las ineficiencias tecnológicas que el mercado de trabajo presentaba hasta ahora. Además de España, ya funciona en Italia, Francia y México y, meses después de nuestra entrada, ha cerrado una nueva ronda de 22,5 millones de euros.
Jinn es un modelo de on-demand delivery, que va mucho más allá de la comida, pides lo que quieras y lo recibes donde quieras en cuestión de minutos. Un modelo muy innovador, en el que ya se han posicionado como uno de los líderes de la categoría en Europa. En cuanto a Foochéri, apuesta por un modelo de e-commerce de alimentación disruptivo, como una alternativa sana y de la calidad a la comida a domicilio, a través de un restaurante online, completamente integrado. Compran los mejores ingredientes, te cocinan lo que quieras y te lo llevan a tu casa.
Nuestra última inversión, FoodTruck optimiza el transporte de mercancía por carretera, a través de un market-place que une a transportistas y empresas que buscan transporte. Es un potencial Uber para camiones.
¿Cuál es el mejor momento para una ronda de inversión?
En primer lugar, creemos que es muy difícil definir el momento de cada startups de manera estricta. Va mucho más allá de las métricas más tradicionales, también tiene que ver la tracción, el equipo, la atracción de fondos, etc. Aun así, para nosotros, el mejor momento para invertir es con una valoración baja, o al menos no excesivamente alta, pero con métricas que respalden ya de alguna manera la solidez del negocio. Buscamos compañías con mucho potencial de crecimiento en un periodo corto, con un modelo validado, o en con métricas que apunten en esa dirección, pero sobre todo, con un gran equipo al frente.
¿Cómo puede entender un emprendedor la importancia de un inversor?
Todo emprendedor sabe que los inversores son fundamentales, ya no solo como fuente de financiación para seguir creciendo, sino cada vez más como apoyo integral en todo el proceso. Como decíamos antes, cada vez hay más fondos hands-ons, que aportan mucho más que financiación, a través de su know-how. Pero aparte de la importancia del inversor, también es fundamental entender desde el principio la importancia de cuidar la relación con estos. Al final es casi como un matrimonio a cinco años. Fue, sin duda, una de las mayores lecciones que nos llevamos de la experiencia de La Nevera Roja; cuidar mucho la relación de los que apostaron por nosotros y poder seguir trabajando juntos años más tarde, como ahora en Samaipata.
¿Qué consejos le darían a un emprendedor en su proceso de negociación con un fondo de capital riesgo?
Los fondos de venture capital buscamos tendencias, pero sobre todo grandes equipos. Lo más importante, por lo tanto, es convencer de la solidez y la ambición del equipo; mostrar muchas ganas de hacer cosas, y sobre todo, de cambiarlas. Pero además de ambición, también es importantísimo mostrar un control absoluto de las métricas del negocio, entender lo que está pasando y lo que quiere decir cada cosa, y una visión clara de la propuesta de valor a medio plazo. Y, por supuesto, durante todo este proceso ya cuidar muchísimo la relación con los inversores.
¿Apuestan por un perfil de fondo que aporta únicamente recursos económicos o por alguien que se implica en el proyecto? ¿Por qué?
Claramente por un fondo que se implica en el proyecto. Está en nuestro ADN desde el principio y cada vez en el de más fondos, lo que nos alegra mucho. Creemos que los fondos, y sobre todo los founder’s funds como Samaipata podemos aportar mucho y realmente ser un apoyo importante para el equipo, además de financiadores. Somos muy defensores de lo que se ha acuñado en Silicon Valley como “círculo virtuoso del emprendimiento”; es decir, que los emprendedores revierten en el ecosistema, volviendo a emprender o a través de un fondo de venture capital, por ejemplo.
¿Cuál es el mayor error que puede cometer un emprendedor a la hora de iniciar un proyecto? ¿Y un inversor?
El principal, probablemente, minusvalorar la generación y retención de talento desde el principio, es decir, creer que la inversión en capital humano es algo para más adelante. Es verdad que muchas veces faltan los recursos, pero creemos que es una de las apuestas importantes que hay que hacer desde el principio.
Otro error común es o bien no tener un pacto de socios, o tener uno poco cuidado. Es importantísimo cumplir todos estos procedimientos legales con detalle para luego evitar malentendidos. Además, reiterando lo que decíamos anteriormente, otro posible error es no cuidar suficiente la relación con inversores.
En cuanto a los inversores, uno de los principales errores suele ser no ser data-driven, es decir, no analizar con suficiente cuidado las métricas del negocio, y por otro lado, no pasar suficiente tiempo con los equipos fundadores para realmente conocer su dinámica, su visión sobre el negocio, etc. El equipo siempre tiene que ser el KPI nº 1 para analizar.
¿Qué características tienen los emprendedores españoles que les hagan diferenciarse del resto?
El contexto de crisis que ha vivido España en los últimos años ha hecho que muchos jóvenes y no tan jóvenes se hayan decidido por el emprendimiento. Ahora con la salida de la crisis, las oportunidades serán incluso mayores. Además, aunque el ecosistema emprendedor en España esté en pleno boom, aun así hay menos competencia que en otros mercados más maduros, lo que por ahora es un gran ventaja para los emprendedores españoles.
¿Cuál es el futuro del ecosistema emprendedor español? ¿Qué hay que cambiar para que se parezca al de Estados Unidos?
El ecosistema emprendedor español tiene un futuro muy prometedor por delante. Cada vez hay más jóvenes que se lanzan al emprendimiento y más perfiles técnicos para suplir las necesidades de las startups. Además, algunas de las principales escuelas de negocio españolas como el IE o el IESE aparecen año tras año en el top 10 mundial de emprendimiento.
Pero, por supuesto, todavía hay un largo camino que recorrer y muchas cosas que hacer. Tenemos que conseguir que los emprendedores españoles no solo adapten buenas ideas de fuera, sino que además España se convierta en una cuna de la innovación en el sur de Europa, para que salgan también grandes ideas disruptivas desde aquí. También tenemos que apostar más por la atracción de fondos y talento internacionales. Y, por último, desde un punto de vista regulatorio y fiscal, también se puede hacer mucho para incentivar el emprendimiento, por ejemplo, aligerando temas burocráticos.
¿Cuál es el papel que pretende cumplir Samaipata dentro del sector a nivel internacional?
En Samaipata queremos convertirnos en un venture capital de referencia para market-places y e-commerce en España y en Europa. No queremos que haya ningún market-place o e-commerce en España que no nos conozca, o incluso que no nos contacte como posible fuente de interés. Dentro del ecosistema español queremos ser además un punto de referencia para todos los actores nacionales e internacionales; es decir, que cualquiera que esté interesado por el ecosistema de las start-ups españolas pueda llamarnos.
¿Cuáles son vuestros objetivos a medio largo-plazo?
Aparte de todo lo anterior de posicionarnos como fondo de referencia, nuestro objetivo es realizar 20 inversiones en los próximos cuatro o cinco años.
¿Qué opinión os merece la política de emprendedores del Gobierno? ¿Cómo es esta con respecto al VC? ¿De qué manera os afecta?
Vemos dos patas principales a la política de emprendedores del Gobierno, por un lado, la aportación a la financiación, y por otro, la regulación. Con la primera pata no podemos más que alegrarnos de que el gobierno se haya sumado al esfuerzo de aportar financiación a través de programas como AXIS o a través de Enisa. Esto ayuda no solo a suplir las limitaciones de crédito para emprendedores que ha habido en los últimos años, sino además a reducir la excesiva bancarización de la economía española.
Sin embargo, por el lado de la regulación creemos que todavía se podría hacer mucho para fomentar el emprendimiento. Por ejemplo, creemos en la tributación progresiva para autónomos; es decir, que los autónomos puedan pagar en función de sus ingresos, y no una tarifa plana, que desafortunadamente en muchos casos obliga a la rotación completa de la plantilla cada cierto tiempo. Otros países como Reino Unido tienen legislaciones mucho más avanzadas en este sentido, y no es de extrañar que Londres se haya constituido como cuna de la innovación tecnológica europea.
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