"Cuando tienes un hijo con autismo, lo único que sabes es eso, que es autista. No hay dos casos iguales y, por lo tanto, no hay dos terapias iguales"
Más de la mitad de los usuarios actuales del proyecto se encuentran en Latinoamérica o Estados Unidos
Míranos se lanzará a principios de 2016
Juan Carlos González es el director de Maizapps, un proyecto que pretende crear una familia de aplicaciones para facilitar la labor de los educadores en su trabajo con personas autistas. Desde finales de 2010 han recibido premios nacionales e internacionales y el reconocimiento de unos 15.000 usuarios, todo un éxito debido al público tan específico al que se dirigen.
Juan cuenta con el apoyo de Manuel Linares, de Kibo Studios, que ha estado a su lado desde el principio. “Sin su colaboración y consejo habría sido imposible llegar hasta donde estamos”, confiesa.
El primer proyecto de Maizapps, Ablah, salió en diciembre de 2010. Se trataba de un comunicador personal para IOS que fue totalmente pionero e innovador. En aquel momento solo había otro comunicador personal en el Apple store y, tanto su precio como el hecho de que solo funcionaba en inglés, eran barreras para los usuarios de habla hispana o de otros idiomas. Actualmente el proyecto cuenta con tres aplicaciones importantes para personas con autismo y su apuesta más importante es Miranos. En ella lleva trabajando casi dos años y medio y esperan lanzarla a principios de 2016.
Miranos es un portal que funciona en combinación con una app. Desde su plataforma, los usuarios tendrán tres funciones principales: una red social donde conocer a padres o profesionales y tomar contacto, una base de datos para acceder a material específico o guardar el propio, y un sistema de diseño de actividades, terapias y control y seguimiento de las mismas.
Esta startup forma parte del Programa Minerva, un programa de aceleración promovido por la Junta de Andalucía y Vodafone que busca el desarrollo de proyectos tenológicos en la región andaluza. Así, ayudan a los participantes en la elaboración del modelo y plan de negocio, en la constitución como empresa, en la búsqueda de financiación y socios, en el desarrollo de prototipos y, finalmente, en la la primera fase de comercialización.
¿Cómo surge la idea?
La problemática es evidente si vives en este entorno. Ves a los profesionales dedicar muchas horas de trabajo a tratar los datos que se generan en las sesiones, transcribir notas, redactar informes y todo a destiempo. Los padres no tienen acceso a la información si no es concertando una reunión con los profesores o terapeutas de sus hijos, y muchas veces, casi todo queda en un “¿qué tal ha ido hoy?” al final de una sesión. Hay muchos colectivos que tienen desde hace tiempo software personalizado y eso agiliza mucho las gestiones. También es necesario un lugar al que “mirar” cuando los padres tienen dudas y es imposible imaginar lo importante que es para los padres sentirse parte del proceso de educación de sus hijos autistas. Estamos muy perdidos y queremos hacer cosas, pero no siempre estamos supervisados por profesionales que nos digan si vamos en la dirección correcta.
¿Por qué os centrasteis en el autismo?
Bueno, en mi caso es fácil. Tengo un hijo con autismo que ya tiene ocho años y su madre y yo siempre hemos buscado lo mejor para él, como todos los demás padres. La diferencia puede ser que, al dedicarme al mundillo de la informática, y al ser un poco inquieto, se me ocurrió que podría dar soluciones donde todavía no las había, y no nos ha ido mal.
¿A quién dirigís vuestro proyecto?
Está enfocado a cualquier persona que tenga alguna relación de cualquier tipo con niños con autismo: padres, psicólogos, logopedas, asociaciones, centros de atención temprana, colegios, profesores de educación especial, familiares…
¿Con cuántos usuarios contáis?
Bueno, aún no hemos salido al mercado. Hay dos equipos de trabajo usando el programa en real y estamos terminando de pulir la aplicación con sus impresiones.
Ofrecéis una red social, una base de datos y un seguimiento y control de terapias, ¿qué características tiene cada uno de ellos y qué valor aporta a los usuarios?
Con la base de datos, los usuarios podrán colgar su material y compartirlo con el resto de la comunidad para facilitar el acceso de recursos para las terapias. Todo ello con opciones de privacidad para proteger derechos de autor y con un sistema de evaluación que dirá a los usuarios qué material se usa más o da mejores resultados.
¿Otra red social? Ya sé que hay redes para todos gustos y colores pero, ¿y si no?. Un blog o un foro son buenos canales para comunidades de todo tamaño, pero, por qué no tener todas las ventajas de estos canales tanto desde el pc como desde el smartphone o la tablet. ¿Cuántos sistemas incluyen automáticamente a un usuario, por ejemplo, el psicólogo de un niño autista, dentro de un grupo de conversaciones con solo agregarlo a su círculo? ¿Y cuántos te dan acceso a todo el historial de conversaciones independientemente de cuál sea el momento en el que te agregaron? Nuestro sistema cuenta con varios canales distintos de comunicación por cada alumno dado de alta, de manera que se puede filtrar toda la información generada por su círculo de trabajo para tener un acceso rápido a su información de forma segura.
Por último, y para mí lo más innovador e importante, es un sistema de diseño de actividades, diseño de terapias, consulta y control de progresos. Actualmente, la mayoría de los profesionales que trabajan con estos niños, no disponen de ningún software personalizado para ellos tan potente como el que estamos a punto de lanzar, de hecho creo que ni parecido. Podrán diseñar actividades y compartirlas con otros profesionales y padres, crecer en la comunidad demostrando que su sistema es eficaz, diseñar terapias de trabajo con los alumnos en su ordenador y tomar los registros de las clases desde su teléfono móvil. Ni qué decir tiene lo beneficioso que puede ser esto para supervisar alumnos a distancia. No más carpetas sobre la mesa ni anotaciones en papel. Todo directo a nuestra nube para que luego puedan generar gráficas de progreso por áreas de desarrollo y rediseñar sus terapias de manera que sean más eficientes. Y lo más importante, pueden asignar actividades para que los padres, desde su samrtphone o tablet, las puedan realizar con sus hijos fuera de las horas de terapia llevando un control total y exhaustivo de todos los avances del alumno, al tiempo que, si quieren, pueden compartir esta información con el resto de profesionales que también trabajan con este alumno.
¿De qué manera pueden coordinarse los diferentes usuarios?
Si no se conocen ya, pueden hacerlo desde el propio portal de miranos. Habrá un lugar donde padres y profesionales podrán colgar sus perfiles a modo de tarjetas de presentación y se podrá pedir invitaciones para ver si se quieren comenzar relaciones. Si no se quiere, uno puede elegir no aparecer en esa lista.
Una vez creadas las relaciones, los usuarios tienen acceso a un sistema de conversaciones que se puede seguir tanto desde la app como desde el portal web. Cuando perteneces a un equipo de trabajo de un alumno, accedes a otro nivel de conversación. Algo parecido a los grupos de whatsapp, pero más complejo porque incluso ahí tienes diferentes niveles de conversación. Desde el portal o desde la app también se pueden dejar notas a todos los miembros del equipo, o solo a algunos dependiendo de donde tomes esas notas. Si haces una nota sobre la terapia que estás trabajando con un alumno, solo las personas que agregaste a ese equipo las pueden ver. Esto significa que, por ejemplo, si el profesor del colegio no pertenece a tu grupo de terapia, pero sí al equipo del alumno, no vería estas notas aunque sí vería el resto. Esto no es para ocultarle información a nadie, sino para filtrarla. Puedes dejar notas en el libro de comunicación que es como un diario del alumno, puedes dejar notas en el cuaderno de problemas de conducta para saber por qué tiene una rabieta y cómo solucionarla. Y lo mejor, el profesor del colegio puede ver las actividades del terapeuta de la asociación del alumno y viceversa, de manera que pueden coordinar sus esfuerzos para reforzar las áreas de desarrollo que más necesite el alumno.
¿Para qué dispositivos estáis disponibles?
El portal es accesible desde cualquier ordenador con acceso a Internet. La app, está disponible tanto para IOS como para Android. Windows Phone de momento no tiene ap, pero tampoco lo descartamos para un futuro.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de trabajar con personas autistas?
¿Recordáis la película “Forrest Gump”? Hay una escena en la que Tom Hanks está sentado en un banco esperando el autobús. Junto a él hay un hombre con el que comienza una conversación que da pie a la película y en un determinado momento le dice: “Mi madre dice que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”. Esta frase cuenta más de lo que dice. Cuando tienes un hijo con autismo, lo único que sabes es eso, que es autista. No hay dos casos iguales y por lo tanto no hay dos terapias iguales. Aunque se apliquen las mismas actividades, la forma de hacerlo y el orden no tiene porqué producir los mismos resultados en diferentes niños. A través de la observación y el análisis es como los profesionales pueden diseñar terapias personalizadas para cada uno y obtener los mejores resultados.
¿Cuál es vuestro objetivo final?
Nuestro objetivo es dar respuestas. Si conseguimos una comunidad lo suficientemente grande y larga en el tiempo, cruzando los datos de las terapias de grupos de alumnos, se podrían detectar pautas de aprendizaje que ahora no se pueden ver de ningún modo. Buscamos el bienestar de los alumnos y de sus familias, y mejorar la calidad del trabajo de sus terapeutas.
¿Cómo os financiasteis en los inicios? ¿Habéis conseguido financiación pública y privada?
El primer proyecto, Ablah, se financió con los ahorros de los papás de Darío. Tan bien nos salió que, gracias a las descargas, los premios y el aporte de alguna fundación, tenemos el fondo actual para seguir desarrollando. Pero esto se acaba y tenemos que encontrar un modelo de negocio sostenible que nos permita ganar dinero al tiempo que ofrecemos un servicio de calidad.
¿Cuáles son vuestros objetivos a medio plazo?
Acceder al sistema de educación. La única traba que nos podemos encontrar durante el crecimiento de Miranos es que los profesores de educación especial de los colegios públicos no accedan a nuestro programa. Sería una merma muy importante en el proceso de intercambio de información que dificultaría lo que estamos buscando que es, precisamente, comunicación entre padres y profesionales y unificarlos en nuestro canal. No es decisivo, pero sería una pena no poder contar con ellos.
¿Tenéis previsto lanzar alguna nueva versión o producto añadido?
Por el momento, todos nuestros esfuerzos están centrados en Miranos. Una vez que lo lancemos, el siguiente paso será atender a las demandas de los usuarios y a integrar Ablah en el sistema para compartir sus galerías con los usuarios de Miranos.
¿Cómo habéis cambiado desde vuestro nacimiento hasta la actualidad?
Bueno, la experiencia es un grado. Hemos aprendido mucho en estos cinco años y los procesos de diseño de apps los hemos mejorado mucho. Sabemos mejor como hacer que nuestras apps sean más accesibles para nuestros usuarios.
¿Cuál ha sido el momento más difícil desde que decidisteis emprender?
El momento más difícil dura 5 años. Los que llevamos trabajando. A pesar del éxito indiscutible que hemos cosechado con nuestras anteriores apps, para mí será un verdadero éxito cuando todo el mundo entienda que, también en este sector, el servicio es bueno o excelente, cuando se paga por él. Hay una cultura demasiado extendida de que todo lo relacionado con discapacidad debe ser gratis. Yo no discutiré quién debe pagarlo, pero desde luego, con un fondo, una subvención o una ayuda, un desarrollador puede hacer un buen trabajo, pero no puede mantenerlo ni mejorarlo con el tiempo.
¿Queréis expandiros fuera de España?
Sin duda. Más de la mitad de nuestros actuales usuarios son de Latinoamérica o de Estados Unidos. Ni que decir tiene que, en un mundo global, no podemos hacerlo de otra manera.
¿Qué es lo que más valor os ha aportado el Programa Minerva?
Sobre todo, formación. Yo puedo hablar mucho de diseñar una app, pero en cuanto a la cuestión de cómo se puede garantizar el éxito de un proyecto… El Programa Minerva me está enseñando canales que yo desconocía por completo y me está aportando una experiencia impagable para dirigir mi proyecto en el buen rumbo.
¿Qué beneficios habéis obtenido del Programa Minerva durante vuestra estancia?
La difusión en medios, por ejemplo, la experiencia de profesionales y emprendedores de éxito, y acceso a material o instituciones. Todo ello creo que es clave para darte seguridad y unas garantías de éxito.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.