FlipSimply es una plataforma de crowdfunding centrada en proyectos de fintech. Fundada en 2017 por los emprendedores Ko Onozawa, Gregorio López-Triviño y Borja Blanco, la web ayuda específicamente a empresas con necesidades de financiación de inventario a conseguir inversores que pueden ayudar a comprar parte de ese material, desde participaciones de 50 euros. A cambio, los inversores reciben una rentabilidad tras la venta.
De momento FlipSimply ha centrado su actividad en todo lo que tiene que ver con artesanía y bebidas (cervezas, ginebras y whisky), aunque sus primeros proyectos se han relacionado con el sector textil (fabricantes para TOMS y Ralph Lauren). La compañía cuenta con dos advisors muy importantes del ecosistema: Larry Tsai, inversor IoT, fundadores de FitBit y creador de un smartwatch premiado en el CES de Las Vegas; y Joice Lu, ingeniera, accionista y responsable del primer MacBook Air de Apple y business angels especializada en hardware, además de consultora en el gobierno de Taiwan.
Actualmente, FlipSimply opera en España, aunque ya tiene varios proyectos preparados en Inglaterra. La plataforma permite ayudar a buscar financiación a muchísimos tipos de empresas, desde fábricas de productos, gatgets, o agricultura, así como invertir en jamones. Su modelo es muy utilizado por el sector ganadero español, a la hora de financiar los chotos que venderán al cabo de 18 meses.
FlipSimply ofrece una alternativa a la financiación tradicional de préstamos, tanto bancarios como alternativos (crowdlending). El modelo de financiación tradicional a corto plazo no da flexibilidad al emprendedor, quien, a pesar de tener un buen producto y servicio, puede verse ahogado en sus deudas en caso de fallar en sus previsiones de ventas. En el modelo de FlipSimply, la relación entre inversores y empresarios no es la típica relación de deudor – acreedor, sino que se trata de una relación de colaboración comercial.
Empresario e inversores compran el producto juntos, el empresario gestiona la logística y es el responsable de la venta. Después, a medida que el producto se vende, ambas partes se reparten los beneficios. Este tipo de contrato y de relación añade más valor al empresario, quién está dispuesto a ceder una mayor rentabilidad a cambio de ésta relación de colaboración.