Yoseyomo

YOSEYOMO SL tiene tres lineas de negocio: Yoseyomo, Inheritans y BitcoinRace, tres pilares de una misma visión sobre el futuro del legado digital.

Yoseyomo es una marca que diseña y fabrica dispositivos físicos de alta gama para la autocustodia de frases semilla de criptomonedas. Sus modelos, elaborados en titanio, acero inoxidable o cobre, ofrecen resistencia frente al fuego, la corrosión y las manipulaciones, combinando precisión técnica con una estética sobria y minimalista inspirada en la filosofía samurái. Cada pieza incorpora un sistema de codificación binaria, punzones de marcado y sellos NFC de seguridad, garantizando una protección autosuficiente y completamente fuera de línea. Yoseyomo transforma la seguridad cripto en un objeto tangible y atemporal, dirigido a quienes valoran el control soberano sobre su patrimonio digital.

Inheritans es la evolución natural de esa misma filosofía: una plataforma que resuelve la gran pregunta de la era digital —¿qué ocurre con nuestros activos, digitales, patrimoniales y emocionales si fallecemos?—. Permite custodiar y transferir legados digitales de forma segura, legal y emocionalmente significativa, combinando tecnología criptográfica con procesos verificables. Inheritans conecta el mundo físico y el digital, ofreciendo una solución innovadora a la herencia del siglo XXI, que complementa de forma 100% segura y legal el testamento tradicional añadiendo una capa digital, donde la memoria y el patrimonio encuentran continuidad más allá de la vida.

BitcoinRace, por su parte, es la expresión lúdica y educativa del ecosistema Yoseyomo: una experiencia urbana gamificada en la que los participantes recorren una ciudad en busca de 24 palabras semilla ocultas, compitiendo por un premio en Bitcoin. Más que un juego, es una metáfora del conocimiento, la búsqueda y la descentralización: una forma de acercar los valores de soberanía, seguridad y cultura cripto a un público amplio, de manera experiencial y participativa.

En conjunto, Yoseyomo, Inheritans y BitcoinRace forman un triángulo conceptual que une seguridad, legado y comunidad, redefiniendo la forma en que nos relacionamos con nuestros activos digitales y con el tiempo mismo..