Hace un tiempo me topé con un artículo en la revista Forbes Argentina sobre el chef Gastón Riveira. Un cocinero y dueño de múltiples franquicias repartidas por Latinoamérica, y también en Madrid, que decidió abrir su primer restaurante en Buenos Aires en un año tan complicado como fue el de 2001.
Adentrándome en la entrevista, me topé con una frase con la que me siento completamente identificada: “Ser argentino te entrena en muchas cosas, como a estar siempre alerta. Puede ser una gran ventaja para emprender”.
Pero para entender el significado de esta frase, creo que es oportuno preguntarse, ¿qué se entiende por ‘estar siempre alerta’? No es necesariamente algo que tenga que ver con lo negativo, si no con estar pendiente de todas esas oportunidades presentes en el mercado y a las que nadie ha dado una respuesta aún.
En ese momento en el que encuentras la oportunidad, es decir, el hueco en el que desarrollarte y, tras mucho esfuerzo y dedicación, conseguir éxito, llegas a percibir que no solo has conseguido un negocio rentable, sino que has abierto una ventana de posibilidades con las que cambiar la mentalidad del mundo entero, porque ahora el emprendimiento tiene que ver con una visión global, aunque trabajemos en cada uno de los mercados de forma concreta.
Aunque para conseguir ese cambio de mentalidad, es necesario contar con una herramienta clave, un equipo que no tenga techo. En mi caso, tuve la suerte de encontrarme con personas con un track record deslumbrante. Juntos entendimos que, en el sector del real estate, se podía ir más allá, lo que nos ayudó a establecer una base de trabajo con la que hemos sido capaces de fundar una startup que emplea a casi 40 personas, que busca continuar creando empleos y democratizar el acceso al real estate.
Siguiendo con las referencias culinarias, Ferrá Adriá, uno de los chefs más prestigiosos en España, mencionó una vez que “la creatividad es fácil, lo difícil es tener la idea”. Cuando tienes una buena materia prima, todo comienza mejor. Volviendo al real estate, que es a lo que me dedico, el hecho de ofrecer la posibilidad de maximizar la renta abre una nueva oportunidad en la que los usuarios dejan de estar expuestos a los contextos económicos o políticos en los que se encuentren.
De esta forma se rompe con lo preestablecido en el sector inmobiliario. Queda ya muy desfasado que un propietario se resigne a cobrar una transferencia al mes. Ahora es posible abrir el mercado a más usuarios, conseguir que, por ejemplo, el propietario cobre su renta cuándo y cómo quiera sin que ninguno de los integrantes de la ecuación (inversor, propietario e inquilino) vea peligrar sus derechos.
La clave del tesoro reside en la tecnología blockchain y su abanico de posibilidades. A través de ella, se tokenizan los activos que pasan a ser líquidos y transaccionables con el objetivo de maximizar el rendimiento para los propietarios de viviendas en alquiler.
Hablando con palabras algo más llanas, tokenizar consiste en convertir un activo real en uno digital. De esta manera, cada contrato de alquiler se transforma en un token (NFT) que representa los derechos de renta futura de un contrato de alquiler. Al digitalizarse, es más fácil transferirse o fraccionarse, de manera que se hacen más eficientes los procesos y se reducen los posibles costes.
¿Recuerdan aquella frase de que ‘quién tiene un amigo, tiene un tesoro? Pues con los NFT pasa exactamente lo mismo. Suponen un activo digital único e irrepetible además de constatar un smart contract que se firma de manera instantánea y cuya seguridad está garantizada al cien por cien, ya que los derechos de propiedad van incluidos en él. Es decir, cualquier usuario que se decida a comprar un NFT tiene la garantía de que será suyo sin importar si el marketplace donde lo haya obtenido desaparece o cambian las reglas del juego. Una vez adquirido y obtenidos los derechos, el usuario dispondrá, como un buen amigo que permanece a nuestro lado sin importar lo que suceda.
Es hora de romper el mito, de quitarnos la venda de los ojos y comprobar que la tecnología blockchain nos ayuda a cuidar de nuestra inversión, a que no tengamos el dinero parado en una cuenta y a que nuestros derechos estén garantizados a la vez que obtenemos rendimientos de ellos. Así, se presenta ante inversores, propietarios e inquilinos unos servicios únicos e innovadores en el sector inmobiliario que permiten garantizar, gestionar y maximizar las rentas de alquiler.
Supone de vital importancia actualizar y traer el sector inmobiliario al siglo XXI y apostar por su digitalización. Su gran ventaja se halla en su aspecto democratizador. Gracias a ella, abrimos la puerta a que pequeños inversores que antes no podían acceder a comprar una vivienda, ahora puedan obtener la rentabilidad del alquiler de una propiedad. Además, la concepción de la tecnología blockchain otorga mayor transparencia y seguridad a todas las partes involucradas.
La gran mayoría de nosotros somos nómadas digitales y nos movemos a diario entre ordenadores, smartphones y aplicaciones que nos hacen cualquier trámite mucho más fácil y rápido con tan solo un click. ¿Por qué no hacer lo mismo con el real estate? El cambio de mentalidad ha llegado, sin duda, al sector por lo que es necesario adaptarse y actualizarlo cuanto antes.