Muchos emprendedores, cuando deciden poner en marcha una startup, sueñan con ese momento en el que consigan que otra empresa les compre por varios millones de euros. O con construir un negocio de tanto valor que pueda plantearse su salida a bolsa. En definitiva, el objetivo último de una startup que ha dedicado muchos esfuerzos a crecer y consolidarse en el mercado, a internacionalizarse tal vez, y que ha contado con el apoyo de inversores para hacerlo posible, muchas veces arriesgando también el patrimonio de los propios fundadores, es alcanzar una salida exitosa que genere liquidez y buenos retornos tanto para el equipo directivo como para los inversores.
Encontrar fórmulas de venta de acciones y generación de retornos financieros requiere una comprensión profunda de las tendencias del mercado, los patrones de adquisición y los factores que impulsan salidas significativas. Para un inversor interesado en startups, es interesante analizar cómo se producen estos exits y extraer conclusiones a tener en cuenta a la hora de definir las estrategias para construir su cartera.
Por eso, nos propusimos analizar las 405 operaciones de adquisición de startups y scaleups que se han producido en España en el presente siglo, es decir, desde el año 2000 hasta la actualidad, partiendo de los datos recabados por Fundación Bankinter y por El Referente (dos fuentes autorizadas sobre el ecosistema de emprendimiento de nuestro país), y profundizando en las 100 operaciones más relevantes.
La clave era examinar estos exits desde la perspectiva de la entidad adquiriente, observando si se trata de empresas españolas o extranjeras, qué papel juegan las grandes compañías del IBEX 35 en estas operaciones, en qué posición se sitúan los fondos de private equity y qué protagonismo adquieren las scaleups como compradoras de startups en fases iniciales de desarrollo.
La primera conclusión extraída es que las startups en España parten de una posición de desventaja respecto a las de otros países a la hora de alcanzar un exit relevante, ya que en el mercado local no se generan importantes operaciones de compra por parte de las grandes corporaciones, lo que les obliga a buscar compradores en el mercado internacional.
De hecho, de las 100 operaciones principales, solo 22 tienen como comprador a una empresa española. Entre los 50 mayores exits, solo 7 han estado protagonizados por una empresa del IBEX 35, siendo Amadeus, Indra y Telefónica las más activas. Y ninguna empresa española forma parte del Top 10 de operaciones, que concentran un volumen de inversión de unos 9.000 millones de dólares (en torno al 7% del valor total del ecosistema español de startups).
Por tanto, el capital extranjero se está beneficiando de la capacidad innovadora, del valor estratégico y del talento de los emprendedores españoles, y este flujo de capital hacia el exterior impide que se reinvierta en innovación local y en impulsar otros proyectos con tecnologías emergentes. Incluso los emprendedores más talentosos pueden preferir trabajar en compañías extranjeras que han comprado startups españolas de éxito en lugar de quedarse en el ecosistema local, lo que podríamos calificar como una fuga de cerebros que tendría un efecto negativo en el crecimiento de nuevas startups.
Las scaleups dinamizan el mercado
La segunda conclusión es que las scaleups españolas, que comenzaron siendo startups y se han consolidado ya con un modelo de negocio rentable y escalable a otros mercados, están desarrollando un papel muy activo en la compra de empresas tecnológicas emergentes. De hecho, como tipología de comprador son la categoría con mayor número de operaciones: una de cada cinco compras realizadas entre 2000 y 2024 (el 22%) han tenido a una scaleup como protagonista.
Estas operaciones son, sin embargo, de menor envergadura que las lideradas por otro tipo de compañías. Tenemos que irnos hasta la posición 70 para encontrar el primer exit de una scaleup, y solo el 5% de las 100 mayores salidas en España fueron realizadas por empresas tecnológicas españolas.
El potencial del private equity
La tercera conclusión de este estudio muestra la influencia que tienen los fondos de capital privado nacionales e internacionales en el impulso de adquisiciones a gran escala. Si bien por número de operaciones su actividad es menor que la de las scaleups (solo un 10% del total de exits son de private equity), tienen un fuerte posicionamiento en aquellas de mayor valor.
Si tenemos en cuenta los 50 mayores exits, uno de cada cuatro (el 25%) han estado liderados por este tipo de fondos. Y si reducimos aún más el foco y miramos las seis operaciones de mayor envergadura, tres de ellas corresponden a esta categoría de compradores. Cabe destacar la reciente adquisición de Idealista por la firma global Cinven por 2.900 millones de dólares como la mayor operación de compra de una empresa española.
Por tanto, podríamos considerar que, tanto para los inversores como para los propios emprendedores, sería muy recomendable mantener buenas relaciones con este tipo de fondos de private equity, que cuentan con capital y con conocimiento y, sin duda, se están fijando en el potencial del ecosistema español de startups, atendiendo especialmente a aquellas que cumplen tres criterios: tener una infraestructura sólida, ingresos recurrentes y potencial de escalabilidad.
Sin duda, es necesario que a nivel estatal se adopten políticas que mejoren el acceso al capital, impulsen la escalabilidad de estas empresas y contribuyan a retener el talento. De este modo se reforzarían las conexiones entre las grandes compañías y las startups, y se generaría un clima de inversión más propicio para las adquisiciones locales.