La industria de seguros es y seguirá siendo relevante para la economía del planeta; seis mil billones (millones de millones de dólares) la conforman. Esta suma es tan astronómica que, para traerlo a un mundo más cercano a la realidad, podemos decir que corresponde a mil veces lo que costó hacer la ampliación del Canal de Panamá. Lamentablemente la industria sigue atrás en comparación a los avances de la digitalización y analítica de la última década, de hecho la consultora McKinsey por medio de un informe, nos habla de falta en mejora técnica y operacional en el área “seguros de flota”, en EE.UU. donde este segmento no ha podido ni siquiera ganar el costo del capital utilizado los últimos 10 años.
Teniendo todo esto en cuenta es difícil entender por qué hay tanto interés en el mundo del capital privado (Venture Capital y Private Equity) por invertir en nuevas compañías que sean capaces de transformar la industria de seguros y crear valor: en los últimos 4 años la inversión ha llegado a 28 mil millones de dólares en InsurTechs y el 2021 rompió todos los récords en valor y volumen de transacciones.
Ante este escenario, revisemos las tres fuentes esenciales de creación de valor en el mundo de los seguros:
- La digitalización de los procesos comerciales. Por ejemplo, la distribución a través del uso de ecosistemas puede reducir de 30 a 50% el costo, esto implicaría que la rentabilidad operacional podría pasar de 5% a 10% o más, eso es ¡multiplicar por 2 la rentabilidad de la industria! La distribución en el mundo de seguros es muy cara y relativamente arcaica (15 a 20% de las primas y en seguros de viaje este costo puede llegar a más del 50%).
- La selección y gestión del riesgo es otra fuente donde se puede crear muchísimo valor. Hoy podemos tener autos conectados que evalúan en tiempo real el riesgo de un siniestro; fábricas que usan IoT para prevenir de forma continua los riesgos; las personas usan una serie de dispositivos que permiten evaluar y corregir malos hábitos que perjudican la salud de una persona. Esto abre la puerta a la industria de la salud personal y financiera lo que tiene un valor social y económico gigantesco. Hoy el uso de la data telemática de vehículos ha probado que estos datos combinados con la analítica avanzada, hacen posible la selección y prevención de riesgos reduciendo la siniestralidad de 3 a 5 puntos porcentuales, nuevamente pudiendo aumentar la rentabilidad de este segmento de 60 a 100%.
- El uso de la robótica, automatización de flujos de trabajo combinados con la Inteligencia Artificial (reconocimiento de imágenes, videos y voz, etc) pueden reducir el costo operacional de procesos clave, como la gestión de siniestros, de 50 a 60%. Nuevamente, La digitalización de procesos operacionales puede mejorar la productividad y la calidad de servicio al mismo tiempo que la rentabilidad de una compañía de seguros a reaseguros.
Algunas de las InsurTechs más destacadas en EE.UU. como Lemonade, Hippo, Oscar y Root han trazado el camino a seguir y cotizan en bolsa valorizaciones del orden de 5 a 10 mil millones de dólares. Sin embargo, en los últimos meses, el sueño se ha transformado en pesadilla para los inversionistas. Lemonade ha perdido 80% de su valor máximo y Root hoy tiene una valorización 94% inferior. Hippo (80% menos que su IPO) y Oscar (-95%)siguen el mismo camino. Entonces; ¿era todo esto un sueño y la verdad es que la innovación en seguros no puede crear valor? ¿por qué algunas de las compañías InsurTech pioneras no han podido materializar todo este valor potencial de forma sostenible?
Quizás se deba a que varias de ellas no han podido demostrar que tienen un costo de adquisición más bajo que el mercado. Es más, ha quedado en evidencia que los modelos de distribución B2C (directo al consumidor) tienden a ser muy caros y no se mejoran con la escala.
Las nuevas InsurTechs (o las InsurTechs 2.0 como se les está llamando) han reconocido este error y han creando modelos de negocio basados sobre los ecosistemas donde el cliente (persona o compañía) recibe una serie de beneficios: seguros con precios y coberturas más adecuadas (usando data), acceso a la prevención de riesgos (usando analítica avanzada), precios de descuento en productos anexos (reduciendo el costo para el cliente final)- todo esto baja el costo de adquisición y aumenta la fidelidad. Es así como vemos la llegada al mercado de InsurTechs 2.0 y especialistas focalizados en la captura y análisis de grandes cantidades de datos generando resultados substancialmente mejores que el mercado, lo que se traduce en un valor substancial para la industria.
Lo que ha sido positivo para las InsurTechs latinas es que habiéndose desarrollado mas tarde que las del norte, han podido aprender de sus errores y han nacido con modelos innovadores de Seguros Embebidos y basados sobre ecosistemas.
Para concluir, es evidente que las InsurTechs pioneras han cometido errores, pero aprenden rápidamente y es muy probable que logren “pivotar” y ser nuevamente líderes de transformación. El influjo de capital para las InsurTechs 2.0 es enorme y nos parece evidente que la creación de valor a través de la innovación sólo está empezando. Sin embargo, como emprendedor o inversionista, hay que tener una visión muy precisa de dónde y cómo exactamente el nuevo modelo crea valor y cómo este valor le llega al cliente, a los empleados y a los accionistas. Podemos decir que al final del camino, Valor (como consecuencia de la creación de Valor) y Valorización deben converger para que el sueño no se convierta en pesadilla.