Si algún día has tenido una conversación con el gestor de tu oficina bancaria sobre cómo administrar tus ahorros, sabrás que existen todo tipo de fondos: los fondos de pensiones, de renta fija, de renta variable, los mixtos, los globales, los de materias primas, los monetarios, los de gestión pasiva, y unos cuantos más.
Sin embargo, salvo que seas un cliente de banca privada y tengas unos cuantos millones de liquidez, seguramente tu banca nunca te haya ofrecido los fondos de capital privados que comercializan entre sus clientes más pudientes.
La diferencia entre los fondos de capital privados y la variedad de fondos que la banca comercial ofrece a sus clientes, es que unos invierten en activos cotizados y muy líquidos, mientras los fondos de capital privados invierten en activos no cotizados y poco líquidos.
Si eres un inversor de un fondo de capital privado, típicamente un cliente de banca privada, un family office, una aseguradora, una gran empresa, una institución pública, o un fondo de fondos o de dotación, se te denominará un Limited Partner (LP) mientras si eres el gestor del fondo se te denominará un General Partner (GP).
Hay casi tanta variedad de fondos de capital privado como fondos que invierten en activos cotizados. Hay fondos que solo invierten en activos inmobiliarios, otros que solo hacen distress (compañías con problemas financieros), están los que invierten en compañias de alto riesgo y los que invierten en compañias más maduras y estables.
Hoy vamos a hablar únicamente de dos categorías de fondos de capital privado que, por sencillez, denominaremos como fondos de Private Equity (PE) y fondos de Venture Capital (VC).
Los PE suelen invertir en empresas establecidas y rentables con el objetivo de hacerlas todavía más rentables antes de venderlas o cotizarlas en bolsa. Los VC invierten en empresas emergentes con un alto potencial de crecimiento, que típicamente no han alcanzado la rentabilidad, y desarrollan su actividad en sectores de alto riesgo, pero de alto retorno, como el tecnológico.
Los fondos de PE suelen tener mayor tamaño que los de VC. Los PE pequeños, en Europa, suelen tener un tamaño mínimo de 150 millones de euros y los grandes suelen ser de varios miles de millones de euros. Los fondos de VC europeos tienen un tamaño que suele estar entre 15 millones de euros a 500 millones de euros.
Los fondos de VC, que invierten en compañias de más riesgo suelen distribuir sus fondos en un número relevante de empresas, típicamente entre 25 y 75 empresas. Los fondos de PE limitan sus inversiones entre 7 y 15 compañias base. Muchos de los fondos de Private Equity apuestan por estrategias de buy and build, donde en primera estancia compran una compañía con una buena dimensión (la plataforma) y luego realizan otras compras más pequeñas (los Add-Ons) para ganar rápidamente tamaño. Los gestores de los fondos de PE saben que, a mayor tamaño, mayor es el valor del múltiplo de EBITDA.
Los VC buscan altísimas rentabilidades en las pocas empresas invertidas que acaban siendo ganadoras. A veces con el retorno de una sola compañía invertida, de las más de cincuenta que pueden componer la cartera de un fondo, son capaces de multiplicar por varias veces el retorno del fondo. Invierten sabiendo que un alto porcentaje de las compañias de su portafolio acabará teniendo un valor cero o insignificante en unos años. Los PE invierten con la tesis que prácticamente todas las compañias del portafolio acabarán proporcionando algunos puntos de rentabilidad.
A los VC les gusta estar en compañía y suelen coinvertir en las startups con otros fondos, instituciones públicas, o con business angels. A los fondos de PE no suele gustarles la compañía de otros inversores y suelen invertir solos. En casos puntuales, como por ejemplo para ejecutar operaciones de miles de millones, pueden convertir con otros fondos.
Los VC acostumbran a tomar participaciones minoritarias no relevantes, del 1% al 15%, casi siempre mediante una ampliación de capital. Los fondos PE acostumbran adquirir participaciones mayoritarias, hasta el 100% de la compañía. Suelen adquirir el capital a los emprendedores e inversores de las compañias, aunque a veces pueden combinar cash in con cash out, si creen que la invertida necesita capital para crecer.
Los fondos de VC están obsesionados con el crecimiento de sus invertidas y no se preocupan particularmente por rentabilidad a corto plazo. Los PE priman la rentabilidad y generación de caja al crecimiento de las ventas. Los PE rara vez invierten en compañias que tengan menos de 3 millones de EBITDA, salvo que sean add-ons para sus plataformas.
Los fondos de VC, en fases tempranas, pueden invertir tickets tan bajos como €250.000, mientras los fondos de PE rara vez invierten menos de 15 millones de euros en una plataforma y pueden llegar a invertir centenares o miles de millones.
Los fondos de PE suelen ser agnósticos en cuando al sector donde invierten, su mayor preocupación es que la compañía genere un mínimo de flujo de caja y que no haya riesgo a corto plazo que este flujo se reduzca. Los fondos de VC suelen tener preferencias sectoriales e invierten mayoritariamente en sectores como tecnología, biotecnología, sostenibilidad, áreas de alto rentabilidad y alto riesgo.