"Siempre es un reto implantar una nueva tecnología, entenderla o entrar en un nuevo proyecto"
La compañía cuenta con una rama social KIBO Foundation que impulsa proyectos tecnológicos que ayuden a los más desfavorecidos
De cara al futuro, KIBO pretende atraer grandes clientes, crecer en el sector y ganar notoriedad internacional

En 2007, Manuel Linares, programador apasionado y autodidacta del campo de la tecnología, fundó KIBO, una pequeña consultora y desarrolladora tecnológica. Como es lógico, los inicios no fueron fáciles, pero su pasión por la tecnología le hizo luchar por construir una empresa que ayudase al progreso tecnológico. Tras unos años intensos, en el 2010 la empresa dio un salto cualitativo gracias al desarrollo de plataformas financieras para microcréditos. Un apoyo que ha permitido que hoy en día KIBO STUDIOS sea una desarrolladora referente del sector con 30 trabajadores centrados en impulsar la innovación tecnológica.
KIBO nació en 2007 como consultoría de desarrollo tecnológico, ¿cómo os habéis adaptado a los cambios del sector que se han producido desde entonces?
Diría que para KIBO el cambio es la base de su existencia. Si no nos hubiéramos adaptado rápido a todas las novedades que este sector nos ofrece, no habríamos experimentado muchas de las experiencias positivas que hemos ido acumulado hasta ahora. Para nosotros, implantar una nueva tecnología, entenderla o entrar en un nuevo proyecto es siempre un reto. Cuando empezamos no contábamos con todas las herramientas que usamos ahora a diario y sin embargo, sabemos que en el futuro tendremos que seguir adaptándonos y anticipándonos a todas las innovaciones que vienen para no quedarnos rezagados en un ámbito tan competitivo como este.
Aseguráis que el compromiso y la implicación del equipo es vuestro rasgo diferenciador, ¿cómo se refleja en vuestro trato con el cliente?
Desde mi perspectiva, y es lo que intento inculcar a todos los 'kibonianos', si hay algo que distingue a KIBO de cualquier otra consultora de desarrollo tecnológico es el acompañamiento que hacemos al cliente en todas las fases de su proyecto. Nosotros no hacemos solo desarrollo web o diseño de aplicaciones, queremos ir más allá y darle a la transformación tecnológica el toque humano que los clientes merecen. Cuando alguna empresa o entidad acude a nosotros y nos cuenta su idea empezamos por asesorarle, le explicamos su viabilidad, le ofrecemos opciones y le enseñamos a manejar esa tecnología.
La transformación digital conlleva muchas más cosas que el servicio en sí, es un cambio que el cliente quiere asumir y nosotros tenemos que hacérselo lo más cómodo y satisfactorio posible.
Diseño y desarrollo, diseño gráfico o marketing online son algunos de vuestros servicios, ¿qué nuevas funcionalidades tenéis previstas introducir? ¿En base a qué criterios vais añadiendo puntos a vuestra oferta?
Hemos ido añadiendo todos estos servicios en base a la demanda del mercado y a los perfiles profesionales que se crean con las tecnologías. Sabemos que podemos hacer nuestra actividad central, como es el desarrollo web y de aplicaciones, pero también podemos abrirnos a todo lo que conlleva el marketing digital y el e-commerce. Si hoy las empresas venden por Internet y se anuncian en plataformas digitales, nosotros les ofrecemos la ventaja de hacerlo de forma integral y unificarlo.
Respecto a las nuevas funcionalidades que contemplamos, hace un año abrimos nuestra oficina de Madrid con el propósito de impulsar nuestra nueva línea de marketing digital. Es importante señalar que en KIBO también trabajamos como departamento de desarrollo de agencias creativas. Esto es, las agencias nos contratan cuando sus propios clientes necesitan nuestros servicios específicos. Estas nuevas sinergias que estamos llevando a cabo nos hacen partícipes de proyectos muy variados y de toda índole, algo que en KIBO nos encanta.
¿Qué tipo de cliente acude a KIBO?
En KIBO no cerramos las puertas a ningún cliente. En este sentido, hemos tenido una amplia variedad, desde entidades políticas como el Grupo Parlamentario del Partido Popular, grandes firmas del sector turístico como son el Grupo Villa Padierna, el Club de Golf Los Naranjos o la urbanización de lujo La Zagaleta; entidades tecnológicas como eBay, con la que estamos inmersos en distintos proyectos en la actualidad; y plataformas de compra y venta como Cash Converters.
Junto a ellas también hemos desarrollado tecnología para startups o pequeñas y medianas empresas que buscaban además del servicio, el acompañamiento y trato que les dispensamos a todos ellos y que mencioné anteriormente.
Actualmente tenéis sede en Madrid y Marbella, ¿qué diferencias encontráis según la ubicación de las empresas?
Le tengo un especial cariño a la sede de Marbella, ya que es nuestra 'cuna'. Desde ella hemos logrado los mayores éxitos, tanto en el contacto con grandes clientes nacionales e internacionales como en llegar a ser una empresa tecnológica ya consolidada a nivel regional. Para KIBO, nuestra situación geográfica nunca ha supuesto un impedimento.
En Madrid acabamos de aterrizar para lanzar nuestra línea de marketing digital, e-commerce y desarrollo para agencias de publicidad y comunicación, con lo cual aún no podemos hacer una valoración concreta. Creo que la principal diferencia respecto a la ubicación es la cercanía que podemos tener puntualmente con el cliente. Nos gusta el trato directo, por lo que estar en Madrid, donde se ubican las sedes de muchos de nuestros potenciales objetivos nos permite darles un poco de ese trato personalizado tan valorado para que nos conozcan.
¿Cómo os planteáis vuestro proceso de expansión? ¿Dónde os gustaría asentaros próximamente?
En estos momentos estamos ya en una fase de expansión, con la explotación de la oficina de Madrid. Por el momento nos centraremos en atender a nuestros clientes actuales y en atraer a los nuevos desde las sedes que tenemos abiertas, pero no descartamos ir ampliando en un futuro la lista de ciudades españolas en las que KIBO pueda estar físicamente.
¿Cuál es la parte de la cultura digital que más cuesta inculcar a las empresas?
Personalmente, considero que la mayoría de las empresas a día de hoy comprenden la importancia de estar bien posicionadas en Internet, tanto para sus ventas como para su propia imagen. Quizá lo que no saben es cómo lograrlo. Si hay una entidad, cual sea, que no tiene presencia digital, está abocada al fracaso.
Sin embargo, sí que detectamos que hay algunos sectores que todavía están más cerrados a las innovaciones. Hay empresas que creen que utilizar las redes sociales se basa simplemente en tener un perfil y subir una publicación al día, sin ser conscientes de que son elementos muy potentes para obtener nuevos clientes, mostrar transparencia, escuchar las opiniones externas e incluso impulsar acciones de Responsabilidad Social Corporativa.
Habéis obtenido diversos reconocimientos a lo largo de estos años, ¿cómo ha repercutido en vuestro trabajo?
Los premios siempre se agradecen, porque ponen en conocimiento público el valor de lo que hemos venido haciendo a lo largo de los años. En KIBO estos reconocimientos los hemos recibido sobre todo en base a nuestra juventud y a la actitud de emprendimiento que hemos generado. Para nosotros son un impulso más que nos animan a seguir en este camino.
¿Cómo fueron los inicios de KIBO en cuanto a financiación? ¿Por qué habéis decidido continuar vuestra trayectoria sin socios?
Recuerdo que en el inicio, cuando conté en una incubadora de empresas mi idea de lo que quería hacer de KIBO, no apostaron por su viabilidad. Hoy nos mantenemos en activo y cumpliendo una década.
Tras esa experiencia comprendí que la mejor forma de hacer rentable el proyecto es gracias a los propios clientes. Ellos son los que dan sentido a lo que hoy hacemos. Cambiando esa visión hemos logrado reinvertir siempre nuestras ganancias, de forma que no hemos solicitado ayudas externas que pudieran limitar nuestras posibilidades más que aumentarlas.
Recientemente habéis celebrado vuestro décimo aniversario, ¿qué retos os habéis planteado a partir de ahora?
Hemos logrado impulsar proyectos muy importantes para nosotros, por ejemplo: hemos sido de las primeras empresas en España en desarrollar aplicaciones para gadgets tecnológicos como Google Glass, las Oculus Rift de Facebook o el transmisor de olores por el móvil oPhone, un proyecto realizado junto a la Universidad de Harvard.
Además, tenemos una vertiente de 'tecnología social’ que no se dedica puramente a la explotación empresarial. Desde nuestra iniciativa KIBO Foundation hemos podido lanzar algunas muestras de ello, como la plataforma para niños autistas, sus educadores y familias, MaizApps; o la primera red social de artes marciales, Martial Tribes.
Sobre nuestros objetivos de futuro, te diré que son tres: atraer a grandes clientes hacia nuestros nuevos servicios, continuar creando empleo en el sector de las tecnologías y lograr que el nombre de KIBO tenga cada vez más repercusión dentro y fuera de nuestro país.
MÁS INFORMACIÓN
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.