Pablo López: "El piano es una extensión de mí en los directos. Es mi idioma"

Pablo López presenta su nuevo disco '11 historias y un piano', que de momento ya se puede reservar en Itunes. Grabado en Barcelona y masterizado en Londres, ha contado con la producción de Kim Fanlo, ex Nena Daconte. Explica que hubo mucha conexión (para bien) con la artista y que decidió empezar el disco casi desde cero. Una de las causas fue "esa fuerza guitarrera que suele imprimir en sus producciones al piano". Pablo ya tenía maquetas, pero en su colaboración decidió darle una oportunidad a unos nuevos cimientos.
UN DISCO CON SINCERIDAD
El autor del single 'Vi' (y de su nuevo disco, por supuesto) cuya gran parte de su fuerza arrolladora se debe a la precisión con la que pasea sus manos por el teclado es lo primero que llama la atención del videoclip. Su entrada es diferente. Y su voz nos trasporta a aquello que vió: "Llorar a un alma inconsolable, reir al miedo". La imagen del búho como testigo oculto en la noche de las desgracias y las más grandes alegrías de lo humano “vi besar, yo he visto amar” suma fuerzas al instrumento que lleva la voz cantante, su querido piano y por supuesto a su voz.
Para definir la forma de su nuevo disco se remite a su single vi. Dice que es como el disco, que retrata historias reales, que ha vivido en primera piel o visto. Otro de los grandes temas del disco, (además de 'vi'),que está muy a la orden del día, se titula “Mi casa”. Trata sobre un desahucio, pero tiene varias lecturas. “La situación de la familia a la que echan de su casa es terrible, pero esta canción está escrita desde el punto de vista de una persona que trabaja en un banco. Tengo a alguien muy cercano. Una mujer con buen corazón, que estaba deseando que la echaran del banco porque estaba con una presión que no soportaba más. No voy a cambiar el mundo con las canciones, pero sí tengo el deber de escribir de cosas que veo”.
'Vi' es también un ejemplo de sinceridad: “Es manufacturado, con eso me refiero a que hay aristas sin pulir. Y es que nos hemos arriesgamos mucho. El piano normalmente se falsea mucho en la producción porque hay unos pluggins que imitan su sonido y nosotros lo hicimos directamente. Era un atrevimiento, pero salió bien la jugada. Erré mucho y me costó lo suyo grabarlo”.
Su single es testigo de todo lo que ha pasado este fuengiroleño de 29 años, que no ha sido poco ,en su vida. Quedó como segundo en la edicción de 2008 de OT pero para él “no supuso un punto de inflexión, si no un paso, quizás con unos tintes más llamativos y televisivos que hacían que todo se maginificase un poquito más”, comenta. Pero cuando realmente se dio cuenta de que lo único para lo que valía (“para bien o para mal”) era para la música, fue en un bar de Málaga que llevaba con su hermano: “Una buena experiencia, pero nos llevamos muchos palos... como camareros éramos buenos pero tuvimos algunos problemas”.
SU HISTORIA
La primera vez que tocó un piano la recuerda perfectamente: tenía seis años y en el colegio un profesor trajo el instrumento. Vio tantas teclas... tantas posibilidades... que llegó a su casa obseso y quiso que su madre le comprase uno pero “en casa no teníamos ni para huevos”. Le compraron un teclado pp20 (yamaha), que no era polifónico por lo que solo podía tocar una tecla a la vez y se sentía “muy frustrado”. “Iba al colegio y pedía que me dejasen tocar y lo hacía sin conocimiento, por simple imitación musical”.
La guitarra había ido primero, si, porque el piano asustaba pero cuando lo conoció simplemente “su mente se abrió armónicamente. Luego fue el instrumento que estudié y ahora es una extensión de mí en los directos. Es mi idioma”.
Ese fue su principio y los hoteles de la Costa del Sol sus primeros contactos con el público de a pié puesto que la sensación de tocar en un auditorio es algo distinta. Tenía 17 años y comenta, con el cariño de paladear recuerdos sabrosos: "Es una buena manera de ganarse la vida”.
Londres fue otra etapa en la que consiguió su primer sueldo pero como camarero en un pub. “Pasé hambre” reconoce. “Pero aquella experiencia me enseñó muchísimo. Incluso alguna vez, no sin cierta vergüenza, me arranqué a tocar en el metro de Londres mis canciones”.
¿Algún ritual antes del concierto? Una cierta risa pícara aflora de repente. “Una copa, nunca está de más. Bueno, o dos.” “Para afinar la garganta, claro. Aunque también me gusta tener a alguien cercano a mi lado, para darme fuerzas”.
Ante la pregunta de cómo se siente ahora en el escenario, si han desaparecido los nervios responde: “Pletórico. Siempre hay nervios pero ahora son de otro tipo, se han metarfoseado. Si antes se me revolvía el estómago ahora es ansiedad, ganas de salir a mostrar lo que tú has compuesto y ver como la gente se sabe tus canciones, es un sueño absoluto.”. “Aunque parezca pretencioso me da igual tocar para 200 o 500 personas que para 15.000. Simplemente te sientes como Dios. De putísima madre”. Pero puntualiza que cuando se acaban los conciertos le invade un cierta tristeza.
“El otro día me asusté” responde ante la pregunta de qué hay en su vida además de la música. "Hay amigos, familia... sí. Pero la música es verdaderamente mi vida", decide contundente. “Por lo menos por ahora, en esta etapa”. “Hace poco tuve el día libre después de 28 días de gira y me asusté. Si reflexiono a donde me lleva todo esto de la música... no sé decir. Simplemente ahora mismo no me interesa otra cosa. De aquí a navidad no tendré ni un día libre. Y eso me satisface”.
“Tocar el piano con Adele, simplemente me conformaría con eso” dice ante la cuestión de con quién le gustaría tocar.
También explica que odia las etiquetas musicales, que le sirve cualquier canción que le haga sentir. “Si nos fuésemos a la lista de Spotify de cualquier amigo seguro que nos llevaríamos muchas sorpresas... muchos se ponen máscaras para dejar claro lo que son y si les pones una canción distinta y luego les dices de quién es, bueno, puedes ver la rigidez repentina en su rostro, y eso es una pena”.
¿Algún consejo? le cuestiono: “¿Así, en general?. Bueno, yo soy muy caótico. Pero creo que hay que saborear todo cada día, cada momento. Al final solo te quedan las cosas importantes. Sí, la clave es que que encuentres aquello que para ti sea importantes en la vida”.
Pablo comenta que en algún momento se había planteado cursar la carrera de periodismo, que era la única que le interesaba pero la había rechazado porque le dijeron: “ Hombre, te vas a morir de hambre”, bromea. Y eligió retratar lo que veía a través de otro medio. Aún así puntualiza: “leo mucha prensa. Tanto escrita, como radio, digital, editoriales... quizás es por una frustración”. “Pero he de decir que para mi los músicos y los periodistas son los más arriesgados”.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.