"Nuestro objetivo es reducir drásticamente la mortalidad y también aumentar la calidad de vida de nuestros pacientes curados"

Aortyx es una startup especialista en creación de dispositivos endovasculares para las disecciones aórticas. La empresa se encuentra en estos momentos en una primera fase preclínica, a la vez que está diseñando la estrategia regulatoria. Asimismo, Aortyx ha empezado ya el proceso de industrialización del prototipo con el apoyo de fabricantes internacionales que disponen del sello de calidad ISO13485.
Aortyx ha sido reconocida y financiada por instituciones públicas nacionales y europeas. En 2019, la empresa recibió subvenciones por un valor total de más 550.000€ procedentes del Programa 2020 de la Unión Europea, el programa Headstart del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT Health), el programa Neotec del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), el programa Doctorat Industrial de la Generalitat de Catalunya y un préstamo de Enisa.
El equipo fundador de la startup está formado por Jordi Martorell, CEO y cofundador de Aortyx y responsable de la dirección y la implementación de la estrategia de negocio y marca; Dr. Vicenç Riambau, CMO y cofundador y responsable de la validación del dispositivo y de los ensayos in vivo, de establecer las relaciones con posibles socios del ámbito médico y del asesoramiento sobre la estrategia clínica; Dr. Salvador Borrós, CSO y cofundador de Aortyx lidera el plan de investigación y el desarrollo del material del dispositivo y de nuevas líneas de producto y también asesora a la compañía en el aspecto de protección de la propiedad intelectual y en el contacto con posibles inversores; Noemí Balà, CTO y cofundadora de Aortyx que diseña y supervisa la investigación y desarrollo de los productos de la compañía. También está a cargo de los asuntos de calidad y de los regulatorios.
Aortyx cuenta con un equipo comprometido con el proyecto, el cual ha invertido sus fondos personales para fundar la empresa. El equipo surgió de una colaboración entre diferentes grupos de investigación de IQS y del Hospital Clínico de Barcelona.
La idea nació en 2015 cuando el Dr. Martorell contactó con el Dr. Arturo Evangelista, líder de opinión a nivel mundial en ecocardiografía de aorta. Con él inició una colaboración para utilizar dinámica de fluidos para ayudar a determinar qué pacientes con aneurisma y disección aórticos necesitaban cirugía y cuáles no. Como se trata de una cirugía muy invasiva, se concluyó que se debían desarrollar nuevas soluciones para esta enfermedad.
En marzo de 2016, el grupo de investigación GEVAB comenzó a desarrollar la primera versión del parche aórtico. Para los experimentos iniciales utilizaron policaprolactona (PLC) como biomaterial básico y demostraron su capacidad de albergar células vasculares mientras se mantenía baja la rigidez mecánica. Este prototipo despertó el interés entre líderes de opinión en el campo de la cirugía vascular, como el Dr. Vicenç Riambau.
En julio de 2017, habían encontrado diferentes péptidos de matriz extracelular que mejoraban la regeneración celular in vitro, y agregaron tecnología de plasma para asegurar la unión de los péptidos al parche. En septiembre de 2017, cambiaron la estrategia de fabricación para reducir aún más la rigidez del parche al pasar del moldeo al electrospinning. Un paso muy importante, ya que permitió alcanzar una rigidez 20 veces menor que la de los dispositivos actuales y situarse así en el rango de la rigidez aórtica natural.
En marzo de 2018, pudieron controlar el grosor del parche y la alineación de las fibras de PCL que lo forman. En este punto, el equipo había superado la prueba de concepto y presentaron una solicitud de patente ante la Oficina Europea de Patentes. Ese mismo septiembre, comenzaron a trabajar en la adición del adhesivo biocompatible que permitía la unión del parche a un recipiente, así como a cuantificar la migración celular. En octubre de 2018, el Dr. Jordi Martorell, la Doctoranda Noemí Balà, el Dr. Vicenç Riambau y el Dr. Salvador Borrós fundaron Aortyx SL como prueba de su voluntad de transferir su invención al mercado. En diciembre, tras tres años de intenso trabajo, se demostró in vitro que el parche permite la adhesión y migración de células endoteliales y de células del músculo liso utilizando moléculas de la matriz extracelular adheridas covalentemente, y que sus propiedades mecánicas son cercanas a las de las arterias sanas; ex vivo en una aorta porcina que el parche se unía mediante un sistema de despliegue endovascular (catéter y desplegador) y resistía el flujo aórtico.
¿Cómo habéis vivido la crisis sanitaria en España? ¿Cómo os ha afectado a nivel personal y profesional?
A nivel personal, hemos tenido la suerte de que los que pasamos la enfermedad durante la primera ola lo hicimos sin excesivos sobresaltos y los que no la pasamos hayamos redoblado la prudencia para no infectarnos durante los rebrotes actuales.
A nivel profesional, tomamos una decisión ejecutiva clara. El jueves 12 de marzo ordené que todo el mundo se fuera a casa y dedicara su tiempo hasta el lunes 16 para presentar su plan de trabajo, asumiendo que durante 4-6 semanas no se podría acceder al laboratorio. Al final fueron 9.
El lunes a las 10 de la mañana nos reunimos, discutimos los planes, tareas que priorizaríamos, y las que teníamos que dejar de lado hasta que se reabriera el laboratorio. Aprendimos rápidamente a relacionarnos de forma no presencial y todo el mundo redobló compromiso y dedicación al proyecto. Logramos establecer como rutina reunirnos semanalmente por videoconferencia reorganizando las tareas de forma incluso más eficaz que en los despachos. También hemos podido dedicar más tiempo a leer bibliografía, a redactar informes y a seguir diseñando virtualmente nuestros dispositivos. Hemos aprendido mucho durante el confinamiento.
Lo que más nos afectó fue la parte experimental en animales. Hemos tenido un total de cinco meses de retraso en nuestras pruebas, y esto ha retrasado algunas partes fundamentales del proyecto. También hemos aprendido gracias a esto y estamos más preparados para afrontar dificultades similares en el futuro.
¿Cómo os centrasteis en esta enfermedad en concreto?
La idea nació en 2015 cuando el Dr. Martorell contactó con el Dr. Arturo Evangelista, líder de opinión a nivel mundial en ecocardiografía de aorta. Con él quien inició una colaboración para utilizar dinámica de fluidos para ayudar a determinar qué pacientes con aneurisma y disección aórticos necesitaban cirugía y cuáles no. Como se trata de una cirugía muy invasiva, se concluyó que se debían desarrollar nuevas soluciones para esta enfermedad.
¿A quiénes afecta y cuál es el tratamiento actual?
Los aneurismas (AA) y disecciones aórticas (DA) representan un gran desafío en el campo cardiovascular.
Especialmente en países desarrollados, el AA representa una incidencia de 10-15 casos por 100.000 personas al año y la DA una incidencia de 3-12 casos de cada 100.000 personas al año, y estos casos presentan una mortalidad global de hasta el 50%, según el tipo de disección y las condiciones del paciente. El envejecimiento de la población y los hábitos como el tabaquismo o la ingesta de grasas saturadas indica un aumento de estos índices en las próximas décadas.
Tienen un coste estimado para el Sistema de Salud de más de 200 millones de euros solo en España. Actualmente, no existen tratamientos específicos para la DA y en la práctica se utilizan tratamientos que originalmente fueron diseñados para los AA. En consecuencia, estos tratamientos tienden a producir microlesiones que dañan todavía más el vaso y requieren que el paciente vuelva a ser intervenido.
Los tratamientos actuales para ambas afecciones son:
- La reparación abierta (Open Repair – OP) donde se intercambia la sección afectada por un injerto tubular sintético que no tiene las mismas propiedades mecánicas que los vasos.
- La reparación aórtica endovascular (Endovascular Aortic Repair – TEVAR/EVAR) es una técnica menos invasiva. Se coloca un stent y un injerto (stent graft) en la zona afectada. Reduce la mortalidad y la duración de la hospitalización, pero no todos los pacientes son elegibles para esta técnica.
- Terapia farmacológica con el objetivo de reducir el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, pero no dirigida a disminuir el AA ni a regenerar la DA.
Por ello, el parche de Aortyx es una solución específica única para la DA que reducirá significativamente la mortalidad y la morbilidad asociadas a esta dramática enfermedad. Además, reducirá la incertidumbre durante la cirugía y mejorará la calidad de vida de los pacientes al tratarse de una intervención mínimamente invasiva, y a la vez reducirá los costes asociados a esta enfermedad.
¿Cómo funciona vuestro dispositivo endovascular?
La solución propuesta por Aortyx consiste en introducir, a través de una incisión inguinal, un catéter orientable que navega por la aorta hasta la disección. El catéter contiene un desplegador en forma de flor, plegado con el parche adherido. Al llegar a la disección, el catéter se orienta y se abre el desplegador. El parche se expone a la sangre y el bioadhesivo que posee se activa en pocos segundos. Así, el desplegador aplica una presión homogénea en el parche adhiriéndolo a la pared vascular gracias al adhesivo que contiene. Después del tiempo de adhesión, el desplegador se vuelve a plegar en el catéter y se retira del cuerpo. En este momento el parche bloquea la herida y empieza la coagulación y promueve la regeneración del tejido de la zona diseccionada por la migración celular sobre el parche.
¿Cuál está siendo el resultado de las pruebas en animales?
Bastante satisfactorio, aunque aún con bastantes matices que pulir. Lo más importante hasta ahora es que hemos demostrado que la adhesión del parche a la aorta es muy fuerte y que tiene capacidad de iniciar coagulación. Aún tenemos que trabajar sin embargo en toda la parte del sistema de entrega, que tendremos que hacer en ovejas gigantes ya que las aortas de los cerdos de granja son demasiado pequeñas, no comparables a la de nuestros pacientes.
Vuestro plan es comercializar el producto en 2024, ¿qué procesos quedan por desarrollar hasta llegar a esa fase?
Los prototipos del parche y del catéter se están fabricando en las mismas instalaciones y en los mismos equipos que se fabricarán cuando el producto esté validado. Esto quiere decir que nuestra transición de prototipo a producto será mucho más sencilla que para otros productos.
Si bien las pruebas en animales marcarán los tiempos y pasos a seguir, nuestra hoja de ruta sigue en este 2020 con las pruebas de concepto in vivo y los ensayos de preclínica regulatoria. Si todo va bien, a finales de 2021 se iniciarán las fases clínicas. Los ensayos clínicos se desarrollarán en múltiples fases y países, y tras el análisis de los datos esperamos aprobación regulatoria en 2024, que se irá expandiendo progresivamente a distintos países.
¿Qué impacto tendría que se cumplieran vuestras previsiones? ¿En qué medida se reduciría la tasa de mortalidad?
Nuestro objetivo es reducir drásticamente la mortalidad y también aumentar la calidad de vida de nuestros pacientes curados. Nuestra educación como científicos nos impiden lanzar campanas al vuelo ni aventurar cifras, pero si no logramos una mejora muy significativa de nuestros pacientes, no estaremos satisfechos y no consideraremos un éxito nuestra aventura.
¿Qué implica ser una spin off de IQS? ¿Qué os ha aportado?
En la misión de IQS se lee, literalmente: “educar para un trabajo que sea productivo para la sociedad, de suerte que, o bien genere bienes y servicios que tienen un valor social”, “contemplado como un deber de retornar a la sociedad lo mucho que de ella ha recibido.” No podemos estar más alineados con esta misión, que nos caracteriza al estar enfocados a generar bienes con valor social, para retornar lo que recibimos de la sociedad. Este sentido de deber social y de dedicación impregna nuestro día a día. Esperamos no alejarnos nunca de este camino.
En lo mundano, nuestro equipo está formado mayoritariamente por personas íntegra o parcialmente educadas en IQS. Tenemos visibilidad y eso nos permite capturar talento con mayor facilidad. Aparte, nuestra integración total en la casa nos permite disponer de recursos técnicos de elevadísimo valor donde poder realizar ensayos y optimizar nuestros diseños. Solo podemos agradecer a IQS las facilidades y el apoyo recibidos hasta ahora.
También habéis recibido un préstamo ENISA, ¿en qué medida os ha ayudado en vuestro desarrollo?
El préstamo de ENISA es una pieza fundamental de nuestra estrategia de financiación. Nos ayuda a hacer frente a costes de materiales, personal, asesoría… El coste de llevar un dispositivo médico al mercado como el nuestro es altísimo, y apoyos como el de ENISA, en épocas tempranas, es fundamental para alcanzar hitos relevantes que generan tracción para arrastrar nuevas inversiones.
¿Por qué lo recomendaríais a otras startup?
La mayoría de startups tiene la limitación que no generan ingresos durante sus primeros años de trabajo. Una empresa convencional (un bar, una tienda de ropa, una farmacia, una gestoría, un bufete de abogados…) está pensada para generar ingresos desde los primeros días de vida. Una startup tecnológica tiene grandes barreras para lograr financiación y ENISA es una de las formas de superar dichas barreras. El hecho de no necesitar justificar gastos y partidas, que en un proyecto tecnológica pueden evolucionar mucho a lo largo del proyecto, y el hecho de tener plazos e intereses relativamente cómodos hacen de ENISA una excelente herramienta de financiación para startups.
¿Qué importancia tiene que las instituciones públicas apoyen el emprendimiento?
Las instituciones públicas marcan la base sobre la cual se desarrolla la productividad de un país. Es importante no solo un marco regulativo favorable, estabilidad política y económica, sino también ayudas a la investigación.
Que las administraciones nacionales y europeas relacionadas con la ciencia y la innovación crean en el potencial de conocimientos y experiencia (expertise) de startup y pymes permite iniciar el camino a proyectos empresariales que son viables y permiten, con cuantías superiores a las de otras entidades, arrancar a estos emprendedores sus iniciativas de investigación y proyectos. Son la semilla para la posterior financiación de inversores privados.
Las ayudas públicas incentivan el espíritu empresarial ya que reconocen el riesgo de la actividad de emprender. Eso puede ser muy positivo para España, en las que la producción científica se sitúa en el Top 10 mundial, pero que la transferencia de tecnología está a niveles de países mucho menos desarrollados.
¿Qué peculiaridades tiene emprender en salud?
El sector Salud contribuye al bienestar social ya que todo el trabajo y esfuerzo tiene un impacto directo sobre la comunidad. Al emprender en salud, sientes que estás aportando a la sociedad más que en otros sectores.
Sin embargo, las lógicas exigencias de calidad de las agencias regulatorias complican la vida del emprendedor en salud, ya que, por ejemplo, solo uno de cada cien fármacos que alcanzan ensayos humanos acaba siendo aprobado y llega al mercado. Esto asusta extremadamente al inversor, que busca inversiones de menor riesgo, aunque conlleven menos beneficio económico o social. En Estados Unidos, la aversión al riesgo es muy inferior a Europa, y por lo tanto se invierte muchísimo más en empresa Startup que en Europa y particularmente en España. Se pueden contar con las manos los fondos de inversión en España que se atreven a hacer las fuertes inversiones que se realizan en Salud. Y la verdad, hemos de agradecer su valentía y hacer todo lo posible para que sus inversiones sean exitosas y así arrastren a más inversores que hagan crecer el sistema.
¿Qué enseñanzas sacáis de la crisis actual?
La capacidad de organizarnos y de haber seguido trabajando aún con los laboratorios cerrados. Hemos resuelto con inteligencia las dificultades y aprendido a gestionar nuestras emociones con beneficio para nosotros y para el proyecto. Así que hemos descubierto que somos generosos y que tenemos una gran capacidad de reacción para cambiar la dinámica de trabajo y seguir avanzando en nuestros compromisos y los adquiridos con nuestros inversores.
¿Qué os gustaría transmitir a la sociedad en este sentido?
Que no sirve de nada salir a aplaudir a nuestros/as médicos si luego no nos ponemos la mascarilla. Que no puede ser que los personajes de Sálvame ganen más dinero que nuestros/as enfermeros/as. Que no puede ser que no se valore el esfuerzo en la Universidad, y que se haga apología de la mediocridad en la escuela. Que no puede ser que en la escuela bajemos el nivel para igualar por abajo. Vamos a salvar nuestra vida gracias a los frikis que se pasan días y noches estudiando y trabajando, y vamos a pagarles un mísero sueldo. Un sueldo que se paga con los impuestos que no podemos evadir y que tenemos que pagar entre todos. La cultura del esfuerzo real ha de volver, la lucha por mejorar día a día como individuo y como sociedad. Estamos pasando “la guerra” que nos decían nuestros abuelos que teníamos que pasar, y no estamos dándonos cuenta. Nos pensamos que se gana a base de tweets, de queja a nuestros gobernantes y de aplausos a las 20:00.
A las autoridades nos gustaría decirles que la alfabetización científica es básica para el progreso de cualquier país y que cada vez que un startup del sector salud fracasa, se pierden vidas. Nos gustaría que la sociedad comprendiera que la ciencia no es sólo curiosidad de los científicos, sino que interiorizara que la ciencia, a través de la tecnología, permite mejorar el bienestar de la sociedad. Nos gustaría agradecer a aquellos que, en vez de invertir su dinero en sicavs, hipotecas subprime o en urbanizaciones fantasma a 60 km de la capital, invierten en salud y en aventureros como nosotros.
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