“La revolución del transporte pasar reducir el consumo energético producido por los métodos actuales”

Hyperloop es un nuevo sistema de transporte terrestre basado en una cápsula que se desplaza dentro de un tubo en condiciones de presión próximas al vacío. El método de levitación magnética, gracias a no presentar fricción con el aire o el suelo, permite un movimiento con una pérdida de energía mínima. La cápsula, con capacidad de hasta 30 pasajeros, podrá alcanzar velocidades máximas de 1200 km/h con un mínimo consumo energético, transportando pasajeros.
Un equipo de estudiantes valencianos, Hyperloop UPV, decide participar en el desarrollo de Hyperloop, y toma parte en las tres competiciones Hyperloop Pod Competition hasta la fecha. En 2015, el equipo fue galardonado por Elon Musk como el mejor sistema de diseño y mejor sistema de propulsión entre todas las universidades que se presentaron al concurso conceptual de diseño de vehículos de Hyperloop. A partir de dicho proyecto, Hyperloop UPV publicó un artículo sentando unas nuevas bases sobre el diseño de un Hyperloop. En 2017, el equipo fue seleccionado entre centenares de participantes dentro de los 25 que tomaron parte de la competición, quedando finalmente entre los 10 primeros. Este año, Hyperloop UPV ha sido seleccionado de nuevo entre los 22 primeros para formar parte de la Hyperloop Pod Competition III en California.
En cuanto a Europa, Zeleros nace en Valencia por los líderes del proyecto Hyperloop UPV para desarrollar este nuevo método de transporte a nivel real, y no como competición de estudiantes, apostando por un enfoque colaborativo que aproveche todo el potencial del antiguo continente en lo referente a infraestructuras y medios de transporte masivo. El valor añadido de Zeleros es la integración de la tecnología en el vehículo, reduciendo en gran medida los costes de infraestructuras y el desarrollo de sistema óptimo de levitación magnética que funciona tanto por atracción como repulsión. Así, pueden mezclar lo mejor de la industria ferroviaria y aeroespacial para conseguir un sistema sostenible a nivel energético y económico.
Este proyecto ha formado parte de Climate- KIC, una de las principales iniciativas de la UE sobre cambio climático. Se trata de la mayor colaboración pública-privada de Europa centrada en la innovación para mitigar el cambio climático y adaptarse al mismo. Climate-KIC Spain es, por su parte, la representación de esta iniciativa europea en España y cuya sede está ubicada en Valencia.
¿Qué ha supuesto para vosotros formar parte de Climate-KIC? ¿Cómo has ayudado a desarrollar vuestra idea?
Formar parte de Climate-KIC ha supuesto un paso determinante en nuestro camino hacia Europa. Creemos que para el desarrollo de un sistema de transporte que podría suponer una ventaja estratégica de este nivel, tiene que haber una colaboración muy fuerte entre el sector público y el sector privado. Mediante los seminarios, en Climate-KIC nos han ayudado a enfocar la propuesta de valor en un lenguaje comprensible y alineado con los objetivos de la Unión Europea, con el objetivo último de conseguir su apoyo para este proyecto de impacto.
¿Qué papel creéis que cumplen este tipo de iniciativas en el fomento del emprendimiento?
Las iniciativas como Climate-KIC, Lanzadera o Plug and Play son imprescindibles porque hacen posible el crecimiento estable de nuevas empresas de alto impacto tecnológico . Estas empresas generan no solo riqueza en Europa sino que también, como es el caso, ayudan a mitigar el cambio climático, consiguiendo posicionarse como un actor relevante a nivel de tecnologías sostenibles.
¿Por qué es tan importante la revolución del transporte? ¿Qué implicaciones para la vida cotidiana?
El transporte es, junto a la generación de energía, uno de los campos tecnológicos que más ha afectado a nuestras vidas desde el inicio de nuestra existencia. El transporte ha hecho posible que el ser humano descubra nuevos horizontes, acortando las distancias entre personas y haciendo posible la interconexión entre culturas, conocimiento y formas de pensar.
En el día a día, el transporte forma parte de nuestras vidas: para ir al trabajo, para encontrar a amigos y familiares, o para viajar a nuevos países. Pero esas ventajas vienen también con unas necesidades energéticas que en la actualidad superan el 30% de la energía total producida en Europa, que se traducen en emisiones en el caso de ser producidas por energías no renovables.
Por tanto, la revolución del transporte pasa por reducir ese consumo energético producido por los métodos de transporte actuales y por la transformación de las fuentes de energía que los abastecen por energías renovables.
Hyperloop es la evolución de los transportes de alta velocidad pues aumenta la eficiencia de los sistemas convencionales y además incluye las energías renovables en la ecuación, con el añadido de conseguir velocidades superiores a cualquier tren de alta velocidad del momento y reducir las esperas interminables de camino a los aeropuertos con la frecuencia de un metro.
¿Qué transformaciones traerá también al medio ambiente y la manera en la que nos relacionamos con él?
A nivel medio ambiente, este nuevo método de transporte plantea una mejora sustancial con respecto a otros métodos de transporte. Los consumos energéticos reducidos combinados con un planteamiento de infraestructura sostenible que incluya para su operación las energías renovables da como resultado un sistema que sería posible autoabastecer, disminuyendo así de forma muy sustancial las emisiones producidas por las necesidades energéticas del transporte de alta velocidad y con los aviones, que emiten gases directamente a la atmósfera. En este caso, estaríamos hablando de un vehículo eléctrico y una infraestructura abastecida por sus propios medios renovables. Es lo que se conoce como sistema con balance energético neutro (net zero).
¿Cómo ha sido el desarrollo del proyecto a nivel tecnológico y a nivel personal?
A nivel tecnológico se trata de un desafío apasionante, en el que las más nuevas tecnologías están involucradas. El equipo trabaja día a día estirando las fronteras de la ciencia y eso es lo que también luego a nivel personal nos motiva muchísimo. Se trata de integrar los sectores aeronáutico, ferroviario, infraestructuras y energías renovables. Sin duda, es una motivación enorme que nos hace darlo todo por materializar día a día este proyecto.
¿Qué sinergias o colaboraciones habéis establecido hasta el momento? ¿Por qué son importantes?
Hasta el momento, a nivel tecnológico, muchas empresas se han interesado por el proyecto y hemos establecido relaciones con empresas claves del sector. Una colaboración importante ha sido con la empresa Altran, una de las mayores consultoras tecnológicas de Europa, con fuerte experiencia en el sector aeroespacial y ferroviario, para el desarrollo del vehículo. También colaboramos con institutos de investigación para materializar la propuesta, como la Universitat Politècnica de València, de donde surgimos, o IMDEA Nanociencia, un instituto de referencia internacional a nivel de magnetismo.
Para las infraestructuras ya estamos trabajando también con varias empresas que nos permitirán validar nuestras tecnologías con una pista de pruebas y cuyas colaboraciones esperamos poder hacer públicas muy pronto. Esto, sumado a las aceleradoras que como Lanzadera, Climate-KIC o Plug&Play nos apoyan día a día, hacen de Zeleros un proyecto en situación de revolucionar el transporte.
¿Qué papel consideráis que cumplen los gobiernos en la transformación en la que trabajáis vosotros?
Los Gobiernos y estructuras supragubernamentales como la Unión Europea tienen la responsabilidad de seguir impulsando la innovación en el sector de transportes para conseguir mayores eficiencias y menores consumos energéticos. En el medio plazo, nuestra intención es colaborar con Gobiernos para ir adelantando camino en legislación, certificación y comercialización.
¿En qué plazos os planteáis la implantación de vuestra solución?
Hemos separado el proceso en varias fases previas a la implantación del sistema. Actualmente estamos validando los subsistemas a nivel de laboratorio. El próximo paso es validar las tecnologías integradas en un vehículo a escala con una pista de pruebas, seguramente a finales de 2019. Es decir, en estos dos años queremos testear y validar todas las tecnologías del vehículo a escala, y una vez testeados los sistemas, se procederá a iterar ese diseño y validarlo a escala real. Una vez demostradas estas tecnologías, en Zeleros estaremos preparados para implementar las primeras rutas comerciales con mercancías y posteriormente, cuando la legislación esté lista, con personas. Los plazos de estos últimos pasos dependerán en gran medida de la implicación de los gobiernos en acelerar los procesos de certificación una vez esté demostrada la seguridad del sistema y todas las fechas son estimaciones. Nuestro reto es tener sistemas tipo hyperloop funcionando en unos 5-10 años.
Al tratarse de un sector como el transporte que es tan global, ¿cómo se presenta vuestra expansión y adaptación a cada región?
Al circular el vehículo dentro de un tubo, lo bueno es que las condiciones exteriores no afectan al vehículo, y eso soluciona muchos problemas, como por ejemplo los relacionados con el mantenimiento de la vía y el vehículo, que no pueden chocar contra elementos externos como pasa en los trenes actuales. De hecho, en los trenes de alta velocidad ya hemos visto que esos problemas pueden llegar a ocasionar sobrecostes sustanciales. En ese caso, el hyperloop podría ser un método de transporte más competitivo por poder ser inmune a las inclemencias del tiempo.
¿Cómo conseguís reducir tanto el consumo energético?
Las formas de reducir el consumo energético son numerosas, pero entre ellas las que más destacan son nuestro sistema de levitación, que permitirá levitar con bajos consumos energéticos y reduciendo las pérdidas. Por otro lado, la creación de una infraestructura que no requiera de electrificación también supondría una reducción importante del coste energético del sistema. Eso, sumado a la posibilidad de abastecer el sistema con energías renovables podría reducir drásticamente el consumo total del sistema.
¿Qué características tiene el Hyperloop y el túnel por que se produce el desplazamiento?
Existen numerosas propuestas de tubo, pero básicamente se trata de una infraestructura que es capaz de aguantar bajas presiones. Las geometrías de tubo y vehículo están ahora bajo investigación y la más óptima será la que domine el mercado.
¿Cómo fue vuestro paso de un ámbito más universitario a uno empresarial?
El paso de universidad a empresa no fue sencillo: los inicios siempre cuestan y cuando has de formar una empresa existen numerosas barreras que te hacen ir más despacio de lo que te gustaría. Por suerte, desde el principio hemos contado con apoyos como las aceleradoras o la Universidad que nos han hecho sobrepasar con éxito esos procesos iniciales y ahora hemos conseguido una estabilidad que nos permite operar y ser eficientes. La parte buena es que al final estás haciendo desarrollos industriales que van a tener una aplicación real y eso nos da una motivación muy grande. Al fin y al cabo, estamos aportando nuestro grano de arena a la evolución del transporte a nivel global.
A día de hoy, ¿qué objetivos os marcáis a medio plazo?
A medio plazo nuestro reto es materializar nuestro vehículo a escala para poder testear nuestro sistema a altas velocidades, integrando todos los sistemas. Para ello ya estamos trabajando sin descanso con nuestros colaboradores industriales y esperamos pronto desvelar nuevas noticias.
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