"Nuestro deseo es poder cumplir nuestro propósito de hacer de la tierra el mejor lugar para vivir"
Green Urban Data, fundada po Alejandro Carbonell y José Miguel Ferrer, es una empresa que ha desarrollado una plataforma online que permite obtener indicadores ambientales de la ciudad. Así, la startup de inteligencia ambiental contribuye a la creación de entornos más resilientes y saludables.
Carbonell y Ferrer se conocieron estudiando la carrera de arquitectura. Cuando acabaron, en el año 2000, cada uno empezó sus carreras profesionales por separado. "En 2012 volvimos a recuperar el contacto, y, al compartir experiencias, nos dimos cuenta que estábamos muy alineados en cuanto a cómo queríamos reenfocar nuestro trabajo como arquitectos", cuentan a El Referente.
De aquel encuentro surgió Green Urban Data, que ha cosechado éxitos como ser uno de los cinco proyectos ganadores de DKV Impacta o ser seleccionada para el programa Copernicus de la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea.
Su grado de innovación también le ha llevado a contar con el apoyo de la aceleradora pública Col·lab. Este es uno de los instrumentos de Missions València 2030 para apoyar al desarrollo de la estrategia urbana de la ciudad así como contribuir a la Missió Climàtica València 2030.El centro de innovación Las Naves y la Delegación de Innovación y Conocimiento del Ayuntamiento de València son los impulsores de Missions València 2030, un modelo de gobernanza de la innovación basado en misiones que mejoran la vida de las personas. Este modelo de gobernanza aúna a todo el ecosistema de innovación sin excluir a nadie, porque las misiones de una ciudad, de un país o de toda Europa se consiguen desde la diversidad y con la suma de todas las partes, de todo el talento y de todas las fuentes de conocimiento.
¿Qué tipo de indicadores ofrecéis y en base a qué se consideran los más relevantes para una ciudad?
Cuando empezamos en 2018 analizábamos unos pocos indicadores para el análisis de variables como la temperatura y la vegetación.
Esto nos permitía estudiar fenómenos como la Isla de Calor y analizar el impacto positivo que tiene la vegetación para reducir la temperatura en un área de la ciudad.
Actualmente tenemos más de 100 indicadores que se pueden aplicar al turismo, análisis del cambio climático, planificación de Infraestructura Verde, mejorar el modelo de ciudad, etc.
Este amplio catálogo de indicadores, así como la posibilidad de obtenerlos a cualquier escala, de modo mensual, y automáticamente (no es necesaria la intervención de ningún técnico especialista) ayuda a los usuarios a personalizar su cuadro de mandos eligiendo los más importantes para ellos.
Así podemos adecuarlos a sus necesidades y compromisos ambientales.
¿Cuáles son precisamente las ciudades en las que habéis introducido vuestra solución? ¿Cómo ha sido acogida?
Nuestra solución iAmbiental está implantada en ciudades y municipios de diferentes tamaños. Desde ciudades de más de 500.000 habitantes hasta municipios de menos de 2.000 habitantes. La versatilidad de nuestros indicadores para poder obtener información independientemente del tamaño del municipio la hacen una solución perfecta para poder obtener información ambiental, sea cual sea la escala de tu ciudad o municipio.
Para ellos, poder tener información sin necesidad de tener que instalar y mantener dispositivos para recoger los datos, hace que nuestra solución sea muy atractiva. Y es que iAambiental aprovecha los datos abiertos (Open Data) que proporciona el análisis de imágenes de satélite para obtener los indicadores.
¿Cómo puede cambiar una ciudad gracias a vosotros?
Lo que cambia en una ciudad o municipio, o agrupación de los mismos, después de implantar iAmbiental, es la forma de gestionar el futuro de la ciudad. A partir de la instalación de nuestra solución se empieza a gestionar de modo proactivo y eficiente, ya que se abre una ventana de oportunidad a la hora de acceder al conocimiento de tu territorio y financiación para el desarrollo de acciones.
Poder utilizar datos objetivos y detallados, como ofrece iAmbiental, para la elaboración de los diagnósticos de los Planes Estratégicos (PACES, PDA, AUE 2023, ODS, etc) es fundamental para poder fijar unos objetivos claros y alcanzables.
Pero igual de importante es poder controlar las acciones que se van a llevar a cabo para conseguir los objetivos, ya que, si estos no se cumplen, no podremos justificar su cumplimiento o alcance y por tanto dejar de acceder a la financiación solicitada o a futuras oportunidades.
Gracias a nuestra solución podemos monitorizar las diferentes acciones puestas en marcha y detectar posibles desviaciones negativas, pudiendo introducir medidas correctoras durante el proceso, asegurando así alcanzar el objetivo y obtener la financiación.
¿Qué implica la “inteligencia ambiental”? ¿A qué hace referencia el término y cómo llegasteis a él?
Inteligencia Ambiental es un término que acuñamos al principio de crear la startup. Queríamos englobar en un solo término dos cosas. Por un lado, nuestra idea de usar todo tipo de tecnologías en nuestras soluciones para la medición y mejora del medioambiente, y, por otro, el conocimiento específico en las áreas en las que intervenimos, como elemento que aporta valor a las soluciones que desarrollamos.
¿Cómo se ha fraguado vuestra internacionalización en Chile?
Durante todo este tiempo hemos sido muy activos en los eventos de sector relacionados con la sostenibilidad en las ciudades. Desde ponencias, mesas redondas, charlas, etc. Y gracias a la visualización que este tipo de eventos y actos te proporciona, se puso en contacto con nosotros una empresa chilena que quería felicitarnos por nuestra iniciativa y saber más sobre lo que hacíamos. Esto nos llevó a diversas reuniones durante las cuales fuimos, poco a poco, viendo que sería muy interesante poder llevar el propósito de GUD a Chile.
Durante más de año y medio hemos estado buscando la forma de colaborar e implantar nuestros productos en Chile, y ya podemos decir que tenemos nuestro primer contrato de distribución a nivel internacional con la empresa ACCESA.
¿Por qué habéis decidido hacerlo a través de una empresa local? ¿Qué acuerdo tenéis con ella?
Para una startup representa mucha inversión el abrir otros mercados fuera de su país. Visitas comerciales, oficinas, asesoramiento legal, etc. Además, corres un gran riesgo en el caso de que la aventura de la internacionalización no funcione bien. Por eso nuestra estrategia fue repartir el riesgo y ayudarnos de alguien que ya conozca el mercado.
Gracias a que nuestros productos pueden ser gestionados en remoto solo necesitamos una empresa local que actúa como “distribuidor” de nuestros productos. Y ese es el modelo que hemos llevado a cabo con la empresa ACCESA en Chile.
¿Cuál es la conciencia ambiental y el estado del sector en el que vosotros trabajáis en Chile?
Antes de Chile habíamos tenido contacto con empresas de otros países latinoamericanos como México y Argentina. Lo que nos hacía percibir la necesidad del tipo de soluciones que ofrece Green Urban Data para este mercado.
El haber entrado en Chile antes que en México o Argentina no es una cuestión relacionada con el interés, sino más bien con que cada uno de ellos tiene un periodo de maduración diferente. Y en el caso de Chile, tanto los gestores públicos como la ciudadanía, están muy interesados por trabajar en la sostenibilidad de las ciudades y tienen muy claro que lo necesitan cuanto antes para resolver los problemas medioambientales que sufren.
¿Cómo os planteáis continuar con vuestra expansión? ¿Cuáles son los próximos planes?
Ahora mismo lo que queremos validar es la escalabilidad de nuestros productos a otro país, Chile, y analizar el modelo de negocio que tenemos con el partner local con la idea de poder replicar en otros países. En ese sentido, estamos interesados en los países del norte de Europa por su trayectoria en cuanto a la implicación en la sostenibilidad de las ciudades.
Además de la misma, ¿qué nuevos proyectos tenéis entre manos? ¿Cómo queréis ampliar vuestros servicios?
En estos tres últimos años hemos abierto bastante nuestro catálogo de servicios con la idea de buscar en que nuevas temáticas o sectores podríamos aportar valor y seguir mejorando el medioambiente a través de tecnología. Hemos estado trabajando en la evaluación post incendios, calidad del agua y servicio ecosistémicos de la vegetación.
Y tras este periodo ha llegado el momento de centrarnos y apostar por aquellos productos y servicios que nos hacen diferenciales, como nuestra plataforma de indicadores ambientales, iAmbiental. A la misma vamos a incorporar un módulo de “acompañamiento”, con el que queremos ayudar a las ciudades en la interpretación de los datos y explotar al máximo la información que nuestros indicadores les proporcionan.
¿En qué os ha ayudado Col·lab a convertiros en lo que sois hoy?
Durante nuestros diferentes procesos de aceleración dentro de los programas del Col·lab hemos aprendido mucho en cuanto a estrategia empresarial, métricas, evaluación del impacto positivo de tu modelo de negocio, etc.
Y durante este último año, de modo más concreto, Col·lab nos ha ayudado a entender mejor las bondades de los procesos de Compra Pública Innovadora (CPI) como el que se dio en Valencia, y que durante el cual nos hemos sentido muy acompañados.
¿Por qué se lo recomendaríais a otras startups?
Nosotros lo recomendaríamos por diferentes motivos. El primero de ellos es por la posibilidad de entrar en una primera fase de aceleración y una vez validada tu idea, poder acceder a la fase scale up. Esto es algo que no ofrecen otras aceleradoras.
Por otro lado, las mentorías están organizadas de modo temático, por lo que en cada bloque te encuentras a un profesional experto en el área en la que imparte todas las sesiones.
Y por último, estar en una aceleradora que valora, ante todo, el impacto social, económico y ambiental de tu propuesta, y que es consciente del reto que esto supone.
En vuestros inicios, ¿con qué recursos contasteis? ¿Qué recomendaciones tenéis para aquellos que empiezan ahora?
Al inicio de Green Urban Data los recursos con los que contábamos era el propio capital de los fundadores. Utilizamos nuestros ahorros para poner en marcha nuestro proyecto y poder generar un pequeño servicio de prueba que nos abrió la puerta a Lanzadera y que fue la primera aceleradora que creyó en nosotros y nos permitió ampliar equipo y llevar nuestro producto al mercado.
Después llegaron otras aceleradoras, algunas de las cuales tenían dotación económica o te daban la oportunidad de validar tu solución con alguna Corporate.
Si tuviera que dar algún consejo para aquellas personas que empiezan sería, valida tu idea. Encontramos multitud de startups que han desarrollado una solución y ahora se encuentran en busca de un problema para poder venderla. Tenemos que invertir tiempo en averiguar si nuestra solución resuelve un problema y cuando lo logremos, ese será el momento en el que tengamos que poner toda la maquinaria en marcha y empezar a crear un gran producto.
¿En qué punto os encontráis vosotros con respecto a la financiación/inversión? ¿Qué objetivos os habéis marcado a medio-largo plazo?
Durante todo este tiempo no hemos abierto ninguna ronda de inversión. La financiación la hemos conseguido a través de nuestra facturación, ayudas/ subvenciones con las que implementar mejoras, y financiación bancaria de modo puntual. Por lo que a corto plazo no está en nuestro Roadmap.
Pero somos conscientes que, a medio o largo plazo, algunas de nuestras estrategias de financiación deberán variar, y es algo en lo que nos encontramos trabajando actualmente.
¿Otras aspiraciones, deseos…? ¿Cómo visualizáis vuestro futuro?
Nuestro deseo es poder cumplir nuestro propósito de “Hacer de la tierra el mejor lugar para vivir”.
Somo conscientes de que todavía nos queda mucho por hacer y mucho trabajo por delante, pero lo que tenemos claro es que queremos disfrutar del camino más que centrarnos en el resultado.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.