"En el ámbito de la tecnología son comunes los ciclos de generación de altas expectativas y descontento con los resultados"

Virtualware es una empresa de realidad virtual que desarrolla soluciones basadas en tecnologías immersivas e interactivas. Así, la startup provee soluciones reales a problemas reales. Quienes le ponen cara a este proyecto son Unai Extremo y Sergio Barrera. Los fundadores se conocieron en la universidad y coincidieron en un proyecto que introducía tecnologías multimedia en la facultad en 1999. "Ahí descubrimos nuestra pasión por el mundo de los gráficos por computador. Unos años más tarde tuvimos ocasión de cursar un áster que pusimos en marcha sobre tecnologías de Realidad Virtual y encontramos aquello a lo que queríamos dedicarnos profesionalmente", cuenta Unai.
Creadaen 2004, ahora la compañía cuenta con 60 personas implicadas y cinco oficinas en Bilbao, Madrid, Londres, Toronto y Ciudad de México, desde las culas diseñan, instalan y gestionan espacios inmersivos de realidad virtual multiusuario para sectores como industri, ocio o salud.
La compañía ha contado con el apoyo de Enisa, una sociedad pública dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a través de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, cuya actividad consiste en proporcionar financiación a largo plazo a emprendedores y empresas con capacidad de desarrollar modelos de negocio viables e innovadores.
¿Cómo era el sector de la realidad virtual hace quince años?
En el año 2000 se generó una alta expectación en la sociedad acerca de la Realidad Virtual y lo que esta tecnología iba a suponer en el mundo. Buena parte de esta expectación provenía del mundo del cine y de la aparición de la saga de películas Matrix.
Los equipos de realidad virtual que disponíamos en esos años, y las capacidades gráficas de entonces estaban muy lejos de cumplir las altas expectativas que se generaron en la sociedad lo cual provocó la desaparición de dicho interés.
Esto es algo bastante común en el ámbito de la tecnología: ciclos de generación de altas expectativas y descontento con los resultados.
Pero como suele ocurrir en estos casos, ese ciclo de alta expectación ayudó a que algunos fabricantes avanzaran en la creación de dispositivos de realidad virtual más accesibles económicamente, el desarrollo de equipos de cómputo personales con potencia gráfica o motores 3D en tiempo real con modelos de negocio asequibles para la generación de contenidos para ámbito empresarial.
Esos cambios permitieron que apareciéramos algunas empresas que proponíamos desarrollar negocio ofreciendo soluciones que solo se usaban en grandes proyectos con grandes presupuestos en sectores militares, por ejemplo.
¿Cómo llegasteis vosotros hasta él?
Cuando éramos alumnos en la Universidad de Deusto, comenzamos a introducirnos en el mundo de la computación gráfica. Aparecían los primeros videojuegos en 3D y la computación gráfica estaba desarrollándose a pasos agigantados. Nos acercamos a estas tecnologías atraídos por estos conceptos y tuvimos la suerte de participar de manera activa en la creación de uno de los primeros Máster de Realidad Virtual de España que terminó de atraparnos.
Como empresa que ha vivido su evolución, ¿cómo auguráis su futuro?
Estamos viviendo un ciclo muy parecido al que vivimos cuando nacimos como empresa. La aparición de Oculus y su compra por parte de Facebook ha revolucionado el sector. Además, hemos tenido hasta una película que ha hecho que la expectación sea muy alta. Este ciclo ha permitido que tengamos hoy tecnología muy avanzada y asequible, por lo menos en términos de uso empresarial.
Nosotros creemos no ya en el futuro de la Realidad Virtual sino en el presente. Creemos en que la Realidad Virtual ya está suficientemente avanzada para ser una realidad en el ámbito empresarial por lo cual auguramos no solo un futuro prometedor sino un presente espectacular. En nuestro caso ya estamos poniendo en marcha proyectos de realidad virtual en empresas importantes que están modificando sus procesos y están generando retornos de inversión importantes.
¿De qué manera habéis afrontado vuestra transformación como hasta consolidaros en el sector?
Nuestro crecimiento y transformación ha sido un proceso totalmente orgánico. Hemos conseguido generar una cultura empresarial propia que nos ha permitido contar con personas brillantes, motivadas, innovadoras. Eso nos ha permitido movernos en nuestras estrategias, adaptarnos a las diferentes situaciones que hemos tenido que abordar y entender de alguna manera como iba a evolucionar el mercado para posicionarnos y consolidarnos.
También hemos tenido siempre claro lo que NO queríamos ser y como NO queríamos hacer las cosas.
¿Qué relación tenéis con el ecosistema emprendedor de realidad virtual? ¿Qué consejo le daríais a aquellos que están empezando?
Éste es un ecosistema pequeño y nos conocemos todos. En nuestro caso, somos parte de las empresas que constituimos la asociación de empresas del ámbito del Videojuego del País Vasco y desde hace 1 año pertenecemos a la asociación mundial de Realidad Virtual y aumentada (ARVR Association) siendo un miembro muy activo que lidera algunos de los comités.
Este es un sector muy atractivo, que tiene un gran potencial a futuro pero que aún tiene un mercado potencial relativamente pequeño.
Mi primer consejo sería no creerse los datos que dan las grandes empresas, consultoras y “expertos” mundiales ya que suelen estar más basados en generar una expectativa que en datos reales. De hecho, es bastante común ver cómo van pasando los años y los números de previsiones no se van cumpliendo.
Otro consejo sería buscar aquello en lo que crees que la Realidad Virtual puede generar valor a las empresas y centrarte en eso. Cuando estamos en momentos de alta expectación es bastante común que aparezcan muchas empresas que pueden generar soluciones a clientes que simplemente buscan tener algo en esta u otra tecnología. Pero cuando ese momento de alta expectación pase, y pasará, ese cliente que no ve un valor en tu solución más allá del “efecto wow” desaparecerá. Y si tu empresa de Realidad Virtual no ha encontrado el valor añadido o no ha sabido hacer que sus clientes lo vean, también desaparecerá.
Tenéis proyectos en 27 países, ¿de qué modo se ha producido vuestro proceso de expansión? ¿Qué es lo más importante a tener en cuenta en este sentido?
En nuestros comienzos trabajábamos en un ámbito muy local, crecimos y comenzamos a trabajar con empresas y proyectos de ámbito nacional, y después nos empezamos a plantear como podíamos llegar a hacer proyectos en cualquier lugar del mundo. Para ello iniciamos un proceso de reflexión, de la mano de programas de apoyo y ayudas a la internacionalización, que nos ha permitido conseguir y ejecutar proyectos en muchos países. Nuestra expansión es fruto de nuestra decisión por llegar a aquellos mercados que creíamos interesantes. Decisión que nos ha llevado a tener filiales y personas en países como Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, México, Colombia, Chile o Canadá. Algunas de estas iniciativas nos han funcionado muy bien y otras no tanto.
En nuestro caso, la expansión e internacionalización es un proceso complejo, que nos ha generado numerosos quebraderos de cabeza pero que nos ha ayudado a crecer como empresa no solo en cuanto a volumen de negocio y tamaño sino también en términos cualitativos. Conocer otros mercados, trabajar con empresas internacionales, competir con otros actores diferentes a los nacionales, es una experiencia que nos ayuda a mejorar significativamente la compañía.
Es muy importante que las empresas tengan iniciativa, decisión y compromiso con la expansión y que cuenten con los recursos necesarios para abordarla, ya que normalmente es un proceso costoso, que requiere de sacrificios y que en la mayoría de las ocasiones no genera retornos en el corto plazo.
ADIF, General Electric Hitachi, Alstom, IDOM son algunos de vuestros clientes, ¿qué es lo que más valoran de vosotros? ¿Cómo habéis conseguido a llegar a dichas empresas?
Llegar a estas empresas no es sencillo. En nuestro caso, nuestra experiencia y casos de éxito reales nos permite conseguir que en este tipo de empresas se nos escuche. En los últimos años estamos trabajando de manera intensa en contar de manera clara los beneficios que nuestras soluciones aportan a este tipo de compañías y eso hace que las demás se interesen por nuestras soluciones y proyectos.
Nuestros clientes valoran nuestra experiencia. Llevamos 15 años en el mercado. Para una empresa de nuestro ámbito no es sencillo, de hecho, existen muy pocas en el mundo que lleven tanto tiempo. Esa experiencia se traduce en que las personas que forman parte de nuestro equipo acumulan de media más de 10 años trabajando en el sector. Y esas personas son las que ayudan a nuestros clientes a diseñar y definir la mejor solución basada en las tecnologías inmersivas más adecuadas. La ejecutan y la ponen en marcha.
Esa experiencia también nos permite determinar cuando una solución es viable o no con una tecnología u otra. De hecho, esa es una parte importante de nuestro trabajo. Si llevamos tanto tiempo en el mercado es porque hemos sabido generar soluciones que funcionan, que generan valor. Así que si entendemos que un cliente requiere algo que no creemos que vaya a aportarle valor o que no será viable ponerlo en marcha por el estado actual de la tecnología se lo decimos, y le ayudamos a replantear su proyecto. Es algo evidente, pero nada sencillo sino conoces muy bien la tecnología y al cliente.
¿En qué consiste vuestra forma de entender la gestión y retención del talento?
Tenemos muy claro desde que comenzamos con la empresa que la clave para seguir en el mercado está en las personas que formamos la compañía. El éxito de Virtualware está directamente relacionado con el talento que aglutina.
Es por ello, por lo que nuestro sistema de gestión, sistema que empezamos a desarrollar de manera intensiva en el año 2008, pone en el centro a las personas de la organización.
Este año, en nuestro nuevo plan estratégico, el talento es uno de los pilares sobre los que seguimos trabajando de manera exhaustiva. La atracción y retención del talento son dos elementos claves para el presente y futuro de Virtualware.
Nos enfocamos en ámbitos relacionados con el bienestar, el desarrollo profesional y el desarrollo de iniciativas sociales que conectan con las inquietudes y ambiciones de nuestras personas.
Además, mantenemos relaciones con universidades y centros formativos para que el futuro talento nos conozca, se acerque a lo que hacemos y consigamos despertar el interés por formar parte en el futuro de nuestra familia.
Aseguráis que vuestro mayor reto es seguir siendo una empresa con alma, ¿cómo lo conseguís a medida que crecéis?
El concepto de empresa con alma lo introdujimos este año, en un evento en el que celebramos el 15 aniversario de la fundación de nuestra empresa. Fue un evento muy bonito en el que nos reunimos con amigas y amigos, instituciones locales y algunos clientes para contarles lo que hemos conseguido hasta ahora y en lo que estamos. En ese espacio, incluimos la presentación de este concepto que lo recogemos en nuestro nuevo plan estratégico como uno de los retos que queremos conseguir.
Definimos ser una empresa con alma ser algo más que una empresa donde las personas simplemente van a trabajar y a recibir un sueldo. Nos gustaría que Virtualware fuera el lugar donde las personas sean felices, se desarrollen personal y profesionalmente, alcancen su propia realización… Una empresa al servicio de las personas y no al revés.
Creo que el primer paso para conseguir mantenerlo es marcarlo como prioridad absoluta dentro de nuestro plan estratégico. Y así lo hemos hecho. A partir de ese momento, cuando lanzamos iniciativas en nuestros planes de gestión o cuando decidimos como distribuir los presupuestos anuales, tenemos en cuenta este objetivo como el principal, por encima incluso de otros más económicos y tradicionales en el mundo de la empresa.
También creemos que los mejores resultados van a provenir de conseguir este objetivo. Si seguimos manteniendo nuestra alma como empresa, conseguiremos cumplir los demás objetivos que nos propongamos.
¿En qué consiste vuestro plan estratégico 2019-21?
El plan estratégico 2019-2021 es uno de los más ambiciosos que hemos planteado nunca, no solo por el volumen de crecimiento que planteamos sino también por el cambio que supone en cuanto a estrategia comercial y de marketing.
El plan viene impulsado por dos elementos claves: El momento de alta expectación que estamos viviendo con respecto a las tecnologías inmersivas y el lanzamiento al mercado de nuestra solución Immersive Room.
Estamos apostando muy fuerte por posicionarnos en los mercados europeo y norteamericano como empresa referente en tecnologías inmersivas. Destacando nuestra experiencia y nuestro conocimiento. Para ello hemos renovado nuestra imagen de marca y estamos invirtiendo más en Marketing y siendo protagonistas en eventos internacionales. Participamos de manera activa en eventos del sector en Europa o EEUU y también estamos recibiendo algunos premios como el recibido en octubre de 2019 en Londres por Immersive Room por parte de la asociación de Realidad Extendida a la mejor solución empresarial , por Immersive Room.
Este año 2019, siendo el primero de nuestro nuevo plan, ha sido un año complicado, de muchos cambios pero que nos está dejando un gran sabor de boca. Hemos cumplido buena parte de nuestros objetivos y sobre todo nos está permitiendo confirmar que vamos en la dirección correcta.
¿Por qué habéis decidido renovar vuestra imagen corporativa?
Renovar nuestra imagen corporativa era un paso que creíamos necesario para abordar este nuevo plan que poníamos en marcha a principios de 2019. Con ello pretendíamos transmitir una imagen más acorde con lo que somos y como queremos que nos vean. La verdad es que fue un proceso complejo, compartido por las personas de la empresa, discutido y finalmente creo que el resultado es muy satisfactorio.
Estamos presentes cada vez más en eventos internacionales como actores clave y nuestra nueva imagen está siendo muy bien recibida.
Habéis contado con el apoyo de ENISA, ¿qué os ha aportado recibir un préstamo participativo?
El apoyo de ENISA lo solicitamos en un momento importante en el que la compañía quería pegar un salto y requería de financiación externa para hacerlo. El préstamo de ENISA nos ayudó a completar una cantidad que necesitábamos para poner en marcha un nuevo plan estratégico de crecimiento e internacionalización. Gracias al apoyo de ENISA pudimos completar la financiación y llevar adelante nuestro plan.
¿Por qué apostáis por esta fórmula?
Estábamos buscando una financiación externa, a través de préstamos participativos y bancarios. Desde nuestro punto de vista era la mejor fórmula para abordar las necesidades concretas en ese momento.
¿Con qué otros apoyos financieros habéis contado hasta afianzar Virtualware?
Virtualware ha crecido de manera orgánica y hasta ahora ha contado con préstamos participativos como el de ENISA y financiación bancaria únicamente.
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