"El éxito de ediciones anteriores hace que cada vez más emprendedores quieran apoyarse en EIT Food para hacer crecer sus negocios"

El consorcio europeo EIT Food busca en el Sur de Europa las startups más punteras del sector agroalimentario. El objetivos es ayudarlas a crecer y abrirles hueco en el mercado internacional. Con ese fin, la iniciativa ha lanzado dos programas de emprendimiento. Uno de ellos se denomina EIT Food Accelerator Network (FAN), que cumple su tercera edición y da la oportunidad a jóvenes empresas para que destaquen en el ámbito europeo; el otro es la incubadora Seedbed, y ayuda a validar ideas de negocio innovadoras.

Las inscripciones para los dos programas ya se han abierto y el plazo se cerrará el 10 de abril. La diferencia entre uno y otro reside, fundamentalmente, en el grado de maduración de las startups. Aquellas que se dirigan a Seedben pueden presentarse aquí.

Ambas se han puesto en marcha desde la sede de EIT Food en el Parque Científico y Tecnológico de Bizkaia. Además de Bilbao, este programa se organiza también en otras ciudades europeas. En los últimos años, la sede vasca ha sido la más demandada por las startups gracias al ecosistema empresarial y de emprendimiento que se ofrece en Euskadi. De hecho, el proyecto ganador a nivel europeo de 2020 en la entrega de los premios Venture Summit fue Odd.bot Robotics, y en 2019 Trigger Systems, ambos surgidos en el campus vizcaíno.

El Referente habla con los responsables de las iniciativas para desgranar sus objetivos, diferencias y beneficios.

¿Por qué habéis decidido dividir ambos programas?

En realidad, los dos programas siempre han ido por separado. Cada uno ha seguido su propio camino. Van dirigidos a destinatarios o proyectos diferentes, con distintos grados de maduración. La aceleradora, FAN, ayuda a crecer a startups tecnológicas en el sector agroalimentario y darles un empujón internacional, mientras el programa Seedbed es una incubadora que permite validar ideas de negocio.

¿Qué beneficios reporta esta separación a los emprendedores?

Según el momento de desarrollo que viva un proyecto, tiene unas necesidades diferentes. De alguna manera, lo que hacemos desde EIT Food es personalizar el acompañamiento que ofrecemos a los emprendedores. Quienes ya tienen una tecnología validada, requieren un apoyo muy específico. Y quienes aún solo tienen una idea de negocio, por muy brillante que sea, necesitan dar unos pasos previos imprescindibles para que ese proyecto se convierta en un negocio viable.

EIT FAN va más allá de la propia aceleración. ¿Cuál es el objetivo último? ¿En qué estado salen las startups después del programa?

Por decirlo de forma gráfica, este programa les abre las puertas del mercado de par en par. EIT FAN va dirigido a startups con una tecnología agrícola o alimentaria de alto impacto que esté ya validada, y que quieran expandir su negocio y sus clientes. Aquí tienen la oportunidad de, durante cuatro meses, estar acompañados por profesionales expertos de primer nivel. Podrán acceder a instalaciones, a clientes y a financiación. Saldrán muy preparados para crecer en el mercado y que su negocio sea escalable.

¿Cómo mantenéis el contacto con las mismas? ¿Por qué es importante esa relación?

Durante el periodo de participación en el programa, el contacto es constante. Ahora, con la pandemia, el programa es prácticamente entero online, aunque esperemos que este año tengamos oportunidad de hacer alguna actividad presencial.

Durante la iniciativa contáis con socios corporativos y líderes de investigación. ¿Quiénes son? ¿De qué forma colaboran con EIT FAN?

Sí. Este año hemos potenciado que se estrechen los lazos entre los emprendedores y alguno de nuestros socios. En concreto, en el hub de Bilbao contamos con la colaboración en este programa de centros tecnológicos como Azti o Neiker, el Basque Culinary Center, la Universidad de Turín (UNITO), Danone, PeakBridge o el Grupo AN.Son entidades de primer nivel. No obstante, también  conectamos a nuestras startups con empresas como John Deere, Pepsico, Dolher, Bulher, Givaudan y Unilever para colaborar y  hacer pruebas piloto. Si cuando das tus primeros pasos tienes cerca a alguien que domina el mercado y te da la oportunidad de hacer pruebas piloto, consigues en unos meses unos avances que normalmente requieren años de desarrollar acuerdos de colaboración y de inversión con empresas líderes en el sector.

En 2021 ofrecéis vuestros servicios en ecosistemas como Bilbao o Helsinki, ¿cómo conectáis con cada uno de ellos? ¿Qué diferencias y coincidencias tienen los seis a los que os dirigís?

El objetivo es el mismo, aunque el programa se imparta desde seis centros diferentes. En Bilbao tenemos (junto con Madrid) la sede para el Sur de Europa. Los emprendedores pueden elegir el campus del que quieren depender, y en los últimos años el de Bilbao ha sido el que más solicitudes ha recibido, incluso por encima de Munich, Haifa, Lausana, Cambridge o Helsinki. Lo cierto es que aquí tenemos un ecosistema que arropa a los emprendedores, un tejido industrial potente, con centros tecnológicos de primer nivel, que ayuda al desarrollo de proyectos innovadores. El mejor ejemplo lo tenemos en el ganador del año pasado a nivel europeo, una startup holandesa llamada Odd.bot, que surgió del centro de Bilbao.

En el caso de SeedBed desarrolláis un programa de incubación. ¿Cuáles son las carencias más habituales de los emprendedores en esta etapa? ¿Cómo las suplís?

En este caso, el programa va dirigido a transformar ideas innovadoras en propuestas comerciales validadas por el mercado. Está en una fase más incipiente que quienes participan en EIT FAN. Por tanto, necesitan orientación para sus primeros pasos, dar forma a su negocio, y también formación. Este es el motivo por el que colaboran las principales universidades asociadas con EIT Food y organizaciones de investigación e innovación que brindan su experiencia para ayudar a lanzar o avanzar esos negocios.

¿Por qué ofrecéis financiación en este caso?

La financiación llega hasta los 8.000 euros. Sirve para validar los proyectos en el mercado y con clientes potenciales. Además, hay opción de conseguir una financiación adicional a través de varios programas.

¿Cuáles destacaríais como vuestros puntos fuertes con respecto a otros programas?

Hay bastantes. EIT Food es una organización avalada por la Comisión Europea y, por tanto, con un prestigio incuestionable. Tenemos socios que son líderes en la industria agroalimentaria, y se involucran en estos programas. Aseguramos un acompañamiento con un método que ha tenido éxito en las ediciones anteriores. Y también hay otros detalles, como que en la aceleradora, a diferencia de otras, desde EIT Food no se exigen cesiones de participaciones de las propias empresas.

¿De qué forma vuestra especialización os ha ayudado consolidaros a lo largo del tiempo?

En EIT Food trabajamos en varias áreas distintas, pero el ámbito del emprendimiento es uno de nuestros puntos fuertes. A lo largo de estos años se han ido consolidando nuestros programas. Somos una organización joven, que ha crecido a la par que esas iniciativas. Creo que el éxito de ediciones anteriores, y el trabajo que hay detrás, hace que cada vez más emprendedores quieran apoyarse en nosotros para hacer crecer sus negocios.

¿Qué esperáis de las convocatorias de estos programas teniendo en cuenta la situación global en la que se desarrollan?  

Hace un año, al comienzo de la pandemia, hicimos una reflexión. Cuando casi todos los sectores se contrajeron, nosotros decidimos mantener todos nuestros programas, y reforzar las ayudas sobre todo a emprendedores. Son un colectivo especialmente necesitado y vulnerable. No tienen el músculo ni el colchón que puedan tener empresas ya consolidadas. Por eso creímos importante continuar nuestro trabajo, a pesar de que lógicamente nos ha obligado a cambiar algunos formatos. La respuesta ha sido magnífica.   

Teniendo precisamente dicha coyuntura y sus causas, ¿habéis notado más interés por el desarrollo de iniciativas sostenibles? ¿De qué forma consideráis que se deben seguir potenciando y cómo deben hacerlo instituciones públicas y privadas?

Desde luego, la sostenibilidad es uno de los vectores que están destacando sobre el resto. Hemos realizado un estudio sobre los efectos de la pandemia en el sector agroalimentario y queda demostrado que se han acelerado algunas tendencias, una de ellas es la apuesta por iniciativas sostenibles. De hecho, es posible que la sostenibilidad sea el elemento que más impacto tenga, en muchos sectores diferentes.