"Asegurar la financiación de una startup antes de que lleguen las primeras ventas debe convertirse en una prioridad"

Amadix, la compañía de biomedicina que se enfoca en productos para la detección temprana del cáncer, está en un proceso de búsqueda de fondos a través de un crowdfunding en The Crowd Angel. ¿El objetivo? Poner en el mercado su primer producto, Colofast, un test que permite detectar si una persona sana va a sufrir cáncer de colon hasta 15 años antes de mostrar los primeros síntomas.
La startup, creada en 2010, está liderada por Rocío Arroyo, CEO de Amadix e investigadora en farmacología experimental de formación. Antes de la creación de Amadix, trabajó en grandes multinacionales como Lilly y fue Directora General de una de las compañías del Grupo Bionostra, en el área del diagnóstico oncológico.
En los próximos meses, Amadix trabajará para lograr la aprobación regulatoria en Europa, requisito y asegurarse de que los productos que vayan a comercializarse cumplen los requisitos exigidos por la Unión Europea. Por esta razón, y para afianzar los resultados ya obtenidos, están finalizando un estudio multicéntrico europeo en más de 3.000 pacientes.
Amadix está inmersa en una ronda de inversión en The Crowd Angel, ¿por qué habéis elegido este método, el crowdfunding? ¿Qué ventajas tiene?
Queremos poner en el mercado nuestro primer producto Colofast, un test que permite detectar si una persona sana va a sufrir cáncer de colon varios años antes de mostrar los primeros síntomas. Estamos trabajando para obtener las aprobaciones regulatorias necesarias y terminar un estudio en varios países. Empezamos a pensar en el crowdfunding tras ganar South Summit en 2018, porque muchos pequeños inversores nos escribían para ver si podían participar, les atraía la idea de invertir en un proyecto con alto impacto social, y que mejora la vida de las personas. El crowdfunding permite que todos aquellos que quieran apoyarnos puedan hacerlo, incluyendo inversores particulares no profesionales que hasta ahora no habían podido acceder, y ahora pueden invertir desde un mínimo de 3.000 euros.
¿Cómo lo habéis combinado con otros medios para financiaros?
Contamos con varios fondos de capital riesgo e inversores privados que están apoyando a la compañía. Invirtieron cuando el riesgo era muy alto, apenas había equipo y aún no teníamos casi resultados. Gracias a ellos hoy estamos creciendo, vamos a abrir nuevos mercados, a seguir trabajando para comercializar nuestros productos en varios países, y a prepararnos para salir a bolsa. Hemos contado también con ayudas públicas para impulsar los proyectos, la más importante fue una ayuda europea de 2,8 millones de euros a fondo perdido, por parte de la Comisión Europea, que reconoció Colofast como una innovación disruptiva.
¿Qué podrías decirles a aquellos que están empezando con respecto a la financiación? (Más concretamente a las startups biotech)
Les diría que es importante planificar muy bien la tesorería, y tener una foto bien clara de cuándo se acaba el dinero. Asegurar la financiación de una startup antes de que lleguen las primeras ventas debe convertirse en una prioridad, a la que hay que dedicar muchas horas del equipo. Especialmente en el sector de la salud, donde los desarrollos son más largos que los que podría tener, por ejemplo, un ecommerce. Hay que buscar financiación de forma continua, las necesidades de caja son altas y tenemos que ser muy ágiles en la llegada al mercado. Aunque existen ayudas para incentivar la innovación, muchas no están diseñadas para empresas que hacen investigación o innovación disruptiva, sino más bien para compañías que ya tienen ingresos por la venta de sus productos y que podrían acceder a otras fuentes de financiación, por ejemplo la bancaria.
El objetivo de la operación es que Colofast salga al mercado, ¿cuál es la importancia de este test? ¿Cómo vais a comercializarlo?
Nuestros productos son análisis de sangre para detectar las señales de un tumor futuro que no está presente todavía, lo que supone una forma de diagnosticar muy diferente a la que se hace habitualmente. Tras una extracción de sangre normal, Colofast realiza un análisis de unos biomarcadores de última generación donde somos capaces de diferenciar personas sanas y enfermas. Es capaz de detectar el tumor como lesiones premalignas que aparecen antes de que el tumor se forme, si los pólipos son detectados se eliminan y no se desarrolla una enfermedad. El cáncer de colón tiene un desarrollo muy lento, entre 10 y 15 años, por lo que si hacemos un análisis una vez al año tenemos mucho margen para abordar la enfermedad antes de que empiece.
Estamos trabajando para empezar la comercialización el año que viene, también en la parte regulatoria, haciendo que nuestros productos cumplan con los requisitos exigidos por la Unión Europea. También estamos preparando la comercialización en Estados Unidos, y la aprobación por la FDA (U.S. Food & Drug Administration).
¿En qué países lo habéis probado y cómo ha ido el proceso?
Colofast está en la fase de ensayos clínicos, que estamos llevando a cabo en varios países, y estamos entrando ya en la fase final del desarrollo. Tenemos un Comité Asesor de primer nivel, con investigadores en varios países, que han diseñado los ensayos clínicos. Gracias a ellos hemos generado la evidencia clínica necesaria para publicar en revistas de alto impacto y presentar los resultados en congresos internacionales. Es necesario que el prescriptor de la prueba confíe en su fiabilidad.
¿Qué otros productos tenéis en mente lanzar?
Estamos trabajando también para detectar de forma muy temprana el cáncer de pulmón en personas sanas y fumadoras, y también el cáncer de páncreas en personas asintomáticas. Nuestra principal fortaleza es la base científica de los productos.
Amadix tiene un claro componente social en tanto que se fija en la salud de las personas, ¿qué os genera poder ofrecer esa ayuda? ¿Qué significa para vosotros?
Intentar adelantarnos al cáncer es lo que mueve al equipo a intentar las cosas muchas veces. La dedicación de horas de trabajo que requiere un proyecto como el nuestro es muy alta, y es emocionante para todos pensar en el impacto que tendrán los productos en las personas que tenemos alrededor. Esto es lo que nos ha motivado a seguir trabajando en los momentos más difíciles, cuando hemos tenido más dificultades en conseguir recursos para seguir investigando también en pulmón y páncreas, no solo en colon.
¿Cómo es tu paso como mujer por el ecosistema startup?
La maternidad no ha sido fácil, por suerte mi familia entiende y apoya la dedicación que requiere mi posición. A nivel personal, he ido encontrando a muchas mujeres y hombres que me han apoyado y dado su confianza, aun cuando tenía muy poca experiencia en gestionar compañías. Siendo mujer no son pocas las dificultades añadidas, y en la medida de lo posible, he tratado de facilitar el camino a otras personas que están ahora en el principio de su carrera profesional, y que se encuentran con las mismas dificultades: financiar sus compañías, avanzar en los proyectos y conciliar el trabajo con la vida personal y familiar.
¿Qué tipo de iniciativas creen que hacen falta para fomentar el emprendimiento femenino y su absoluta inmersión en el sector tecnológico?
Hacen falta más referentes femeninos en emprendimiento y salud. Pocas personas pueden nombrar 5 científicas, químicas, biólogas o ingenieras. En España solo el 22% de las startups tienen mujeres a la cabeza, y solo el 3% del capital riesgo se dedica a financiar startups dirigidas por mujeres. Hay un largo camino por delante. Hay varios programas en marcha para niñas, muy necesarios, apoyándolas para que formen una nueva generación de emprendedoras tecnológicas en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y medicina). Productividad y empleo mejorarán, sin duda, si incluimos diversidad también en estos campos.
Eres conocedora de la sanidad pública y privada, ¿qué reclamarías de ambas para el mundo emprendedor en el sector de la medicina?
Hace falta una apuesta decidida del gobierno para apoyar el emprendimiento, la innovación y la salud. Una medida concreta que sería de mucha ayuda es mejorar la fiscalidad de startups e inversores, por ejemplo, facilitando la participación de los trabajadores en el capital social de las startups. La educación es otro de los factores clave, es necesario un plan estatal de educación en innovación, STEM y emprendimiento, hay una carencia muy significativa en relación con estos aspectos en la formación de grado. También ayudar a escalar a las startups, facilitando sus interacciones con las grandes corporaciones e inversores. Tenemos que seguir investigando para avanzar en el conocimiento de la biología tumoral, y para eso hacen falta dinero. Somos el cuarto país europeo con más ensayos clínicos activos en cáncer, contamos con una posición privilegiada. Pero, en los últimos 10 años la reducción en el presupuesto general de I+D, y sobre todo en su ejecución, se han visto muy reducidas. Pediría al gobierno que tome medidas urgentes para cambiar esta tendencia, y demostrar que de verdad apoyan la ciencia y la innovación, no solo con palabras. Tenemos que recuperar la posición previa a la crisis en los niveles de inversión pública en I+D+i, como han hecho ya la mayoría de los países de la Unión Europea
Eres mentora en varios programas para emprendedores, ¿qué te aporta a nivel personal y profesional esta experiencia?
Trato de que intenten divertirse buscando las soluciones a los problemas que se encuentran, al final somos todos solucionadores. Recibo a cambio mucho más de lo que les doy. El aprendizaje es para las dos partes. Es muy importante crear entre todos redes de apoyo, conectando a las distintas partes en el ecosistema emprendedor, startups, inversores, grandes empresas, todos ganamos. En mi generación hubiéramos avanzado mucho más rápido si hubiéramos tenido mentores.
¿Por qué es importante que existan este tipo de programas?
Es importante crear redes de apoyo a los emprendedores, de forma que logremos una conectividad que les facilite el acceso a la financiación, a pensar nuevas formas de hacer las cosas y a hacer crecer sus startups. Esto hace que todos aprendamos más rápido, también los mentores. En mi caso, tengo la suerte de contar con una mentora muy especial, con una trayectoria asombrosa en el sector de la salud, y con unos valores personales poco habituales, que me ayuda a ver las cosas con perspectiva.
¿Cómo esperas que sea Amadix en un largo plazo?
Nuestro mayor desafío es avanzar tan rápido como lo hacen las nuevas tecnologías. El Big Data y la inteligencia artificial pueden mejorar mucho la sanidad, y en concreto el diagnóstico, y lo estamos incorporando a nuestros algoritmos. El diagnóstico del cáncer puede beneficiarse mucho de estas tecnologías, encontrando patrones que diagnostiquen los distintos tipos y subtipos. El cáncer no es una sino muchas enfermedades distintas. En Amadix ya lo estamos trabajando para lo que hemos puesto en marcha proyectos de Big Data en varios hospitales, y nuestro próximo paso es continuar haciéndolo en otros países. Queremos identificar factores de riesgo de desarrollar la enfermedad en población sana para que puedan realizarse pruebas de cribado y podamos adelantarnos a que la enfermedad se desarrolle. Los datos asociados a una persona —hábitos, alimentación, etcétera— unidos a algoritmos de inteligencia artificial y la genómica del paciente nos permitirán conocer cuáles son las enfermedades a las que tendrá que enfrentarse.
Otro de los desafíos que tenemos por delante es identificar el momento adecuado para salir a bolsa. Estamos participando en el programa TechShare Spain, organizado por Euronext, como paso previo a una posible salida en el medio plazo. Espero que nos convirtamos en un líder mundial en diagnóstico del cáncer.
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