El emprendedor español en Silicon Valley

El sueño de muchos emprendedores es triunfar a nivel internacional. Alcanzar el éxito en Silicon Valley, la meca del emprendimiento mundial, ocupa seguramente la cúspide de los deseos y empuja a los más osados a embarcarse en la aventura americana. A partir de esta entrega iré desgranando las claves y reglas de juego esenciales para desembarcar con opciones en la jungla de la Bahía de San Francisco. Estas claves me las transmitieron los 54 emprendedores españoles que conocí, visité y entrevisté durante mi estancia en la Bay Area. Cinco años después, tan sólo 7 de ellos han cumplido su sueño, con un exit o una ronda de inversión por encima de los 10 mill Euros, ratificada por el portal Crunchase. Se trata de Chartboost de Maria Alegre y Pepe Agell, con su sonada venta por 250 mill $, Lingokids de Marieta Viedma, Userzoom de Alfonso de la Nuez, Inbenta de Jordi Torras, Beezy de Jordi Plana, Jetlore de Montse Medina e Intrinsic de Christian García Almenar. Otros cinco seguramente también cumplieron objetivos tras materializar una ronda de inversión superior a los 3 mill Euros. El resto de los intentos fueron fallidos o no alcanzaron las expectativas previstas.
En primer lugar paso a ilustrar las fases que han seguido la mayoría de estas start-ups fundadas por españoles y que recalaron o pasaron por Silicon Valley:
- Fundadores con amplia experiencia acumulada en España, normalmente con una trayectoria exitosa como emprendedores.
- Desarrollo de la idea de negocio y arranque inicial en España con financiación de proximidad
- Avance de la compañía con la necesidad de escalar y obtener financiación para crecer
- Reconocimiento del mercado USA como el principal para su producto-servicio y para encontrar inversores
Este proceso suele finalizar con la opción sobre la mesa de trasladarse a USA tras recabar dinero en una ronda inversión inicial o procedente de las ayudas públicas a emprendedores. Tras el desembarco en Silicon Valley, sólo unos pocos lograrán la inversión deseada, a cambio de constituir la empresa allí. Seguirán creciendo y creando empleo técnico en España y de management y marketing en USA.
Finalmente, si la empresa despunta lo suficiente acabará siendo adquirida en USA y el equipo fundador se integrará en la compradora. El equipo técnico en España, si se mantiene, en todo caso quedará como residual. Algunas regresarán a España con la inversión suficiente para acometer una fase de scale up consistente. Siendo realistas, estas historias con final feliz la disfrutarán no más del 25 % de quienes lo intentan.
Este modelo de nacimiento, crecimiento y exportación de empresas a USA no está exento de riesgos y en el mejor de los casos provoca que las start-ups españolas de éxito sean efímeras porque en el medio plazo se trasladan a USA o son vendidas allí y queda poco rastro de ellas en España.
Pero volvamos al desembarco. Como me decía Carlos Emilio Gomez, con gran experiencia en empresas tecnológicas top de Silicon Valley, el emprendedor no debería obsesionarse por venir y triunfar en Silicon Valley, porque seguramente existen otros destinos más propicios donde resultará más fácil destacar. Están despuntando nuevos hubs tecnológicos a nivel mundial con lo que Silicon Valley ya no ostenta el monopolio. Antes de hacer las maletas conviene analizarlos con tranquilidad y contemplar distintas opciones. A veces es preferible ir a por peces más pequeños pero menos exigentes a la hora de pescarlos.
Si finalmente la elección es la Bay Area, nuestros emprendedores deben estar preparados para enfrentarse a no pocos obstáculos y dificultades que no se esperan. Por suerte, también cuentan con algunos puntos fuertes a su favor, que os relato a continuación.
Proyectos consistentes: Los emprendedores españoles suelen acudir a Silicon Valley con ingresos y con clientes. A diferencia de los locales, no se presentan ante inversores con meras conjeturas y números futuribles, sino que van con algo más avanzado aunque no siempre es suficiente porque los inversores americanos exigen un mayor grado de avance a las start-ups de origen extranjero.
Aprendizaje mutuo y apoyo emocional: Vivir en Silicon Valley supone una excelente oportunidad y una experiencia impagable por lo mucho y rápido que se aprende. El paso por la Bahía deja una huella, un “mindset” más abierto y unas pautas de acción mejor definidas para construir nuevos proyectos más sólidos.
Los emprendedores españoles en la Bay Area constituyen una comunidad bastante cohesionada y que reporta apoyo a nivel emocional, como me decía Jean Claude Rodriguez, de Puddle. Se facilitan contactos entre ellos y se dan opiniones y recomendaciones.
Un denominador común es la enorme pasión por su proyecto que les inyecta una capacidad de trabajo inusitada que no se creían capaces de soportar. La proximidad del éxito es real, se encuentran a diario casos de emprendedores próximos, conocidos, que partieron con proyectos similares al suyo, no mejores.
Alto nivel formativo: La educación europea es más seria y exigente que en USA, más laxa aunque puntera en fomentar la participación y motivación de los alumnos.
Los españoles están muy bien preparados a nivel de conocimientos y suelen poseer experiencia previa laboral en otras empresas top tecnológicas y su capacitación no desmerece frente a los empleados y emprendedores USA. Eso sí, les perjudica una menor capacidad para mostrar iniciativa, decisión y seguridad.
Bajo coste del desarrollo: Sin duda una de las principales bazas de las start-ups españolas en Silicon Valley reside en el bajo coste de sus profesionales que permanecen en España, especialmente los tecnológicos: programadores, desarrolladores, en comparación con los elevados costes de USA y otros países. Lo más recomendable es aprovechar las ventajas de la deslocalización y sólo ubicar en USA la fuerza comercial y dirección, pero no el desarrollo.
En contrapartida, los emprendedores españoles en Silicon Valley afrontan limitaciones y desventajas sustanciales a la hora de fundar o dirigir start-ups y que lastran sus opciones de avance. Veamos algunas:
Entorno desconocido: Silicon Valley es un entorno nuevo, desconocido y con unas reglas de juego diferentes. El emprendedor español, al igual que la gran mayoría de extranjeros, necesita un periodo de adaptación y aprendizaje para conocer cómo funcionan allí los negocios. Normalmente se infravalora este periodo y se quieren conseguir resultados casi desde el principio. Es fundamental acatar pronto los valores propios de Silicon Valley, entre los cuales destacan el mérito demostrable, la proactividad y las habilidades comunicativas y comerciales.
Desarrollo en España, arma de doble filo: Mantener el desarrollo tecnológico en España supone un importante ahorro de costes. Los salarios de los desarrolladores en California son seguramente 3 o 4 veces más caros. En contrapartida al coste salarial menor, mantener el equipo en España normalmente redunda en procesos más largos y costosos al no estar acostumbrados a los métodos que imperan en Silicon Valley. Y sumándolo todo la ventaja coste se diluye o incluso se puede salir perdiendo con un equipo en España.
En la Bay Area el coste por ingeniero es fácilmente el triple pero están justo al lado y se les puede gestionar mucho mejor. En proyectos tecnológicos complejos trabajar a distancia es problemático, surgen dudas y problemas continuamente y su resolución es más ardua.
Dilución como empresa USA: Un requisito que normalmente los inversores de Silicon Valley imponen como condición previa para entrar en una ronda de inversión es que la empresa ubique su sede en USA. Como me decían Antonio Marzo y Jordi Plana, esto se debe a que son muy sensibles a los problemas de tipo burocrático, administrativo, cambios legislativos, que les podrían afectar si la empresa sigue radicada en un país extranjero y España no es una excepción. Por tanto, una estrategia muy común a fin de congeniar con los potenciales inversores reside en constituir nueva empresa en USA que pasa a ser la matriz y la empresa en España queda como filial, dedicada a labores de desarrollo tecnológico e I+D, aprovechando los menores costes laborales del personal técnico.
Una opción recomendable es la de mantener matriz en España pero tenerlo todo montado para que si surge un inversor americano con intenciones reales de invertir, aplicar el “flip” por el cual automáticamente sería la empresa USA la matriz y propietaria de la española.
Como resultado de esta exigencia, la gran mayoría de start-ups que fundan los españoles en California nacen o se convierten al poco tiempo en empresas americanas 100%. Así pues, las exigencias de Silicon Valley provocan un proceso de “americanización” cuyo resultado es una menor generación de riqueza en España. Si el “core” del negocio se traslada a USA, pagando sus impuestos allí, las empresas se consideran americanas y la mayoría acaban siendo vendidas a corporaciones USA.
Marca España inexistente: Es una realidad irrefutable que los inversores de Silicon Valley apenas conocen el mercado europeo. Se sienten más atraídos por el mercado asiático, sobretodo el chino, pero no por el europeo.
En Silicon Valley la marca España no es mala ni buena, simplemente es desconocida y no tiene ningún referente. Para el típico inversor de allí España despunta por su atractivo turístico pero es totalmente desconocida en su vertiente empresarial porque apenas suenan startups de éxito que se hayan vendido como unicornios. En consecuencia los inversores son más reacios y es más difícil que se animen a invertir en proyectos tecnológicos de origen español.
En Silicon Valley los “exits” es lo importante, y los inversores buscan ante todo invertir en start-ups con posibilidades de ser vendida pronto (un “exit” en poco tiempo). En cambio, en España el proceso hasta llegar a un “exit” es muy largo y costoso y de hecho, muchas start-ups nunca lo consiguen.
En la próxima entrega entraré ya más en materia y desgranaré los errores típicos que lastran las posibilidades de éxito de nuestros emprendedores en Silicon Valley.
El mayor error consiste en acudir con la intención de quedarse sólo unos pocos meses, sin apenas network y con la expectativa poco realista de cerrar una ampliación de capital superior a 1 millon $. Aterrizar en Silicon Valley esperando encontrar rápidamente inversores es un error de partida muy recurrente.
Otros errores habituales que pesan sobre la mayoría de emprendedores españoles en Silicon Valley y reconocidos por ellos mismos son:
No apostar fuerte, ir con cautelas: Los potenciales inversores esperan del emprendedor que demuestre “total commitment” y determinación, a tiempo completo y con un buen equipo en Silicon Valley.
Sobrevalorar su producto: creen que su producto es muy bueno y seguro que triunfará y se venderá sólo. Una vez allí tropiezan con propuestas similares o descubren que no son suficientemente disruptivos.
Infravalorar la necesidad de esfuerzo en marketing: Los presupuestos son bajos y se suelen quedar sin dinero para gastar en marketing, una gasolina que queman a raudales las start-ups de Silicon Valley.
Número de empresas tech e innovadoras en España
Fuente de datos: Ecosistema Startup, la mayor plataforma de empresas españolas.